La persistente sequía reduce la producción de granos y daña la ganadería en Argentina
Mar, 13/01/2009
La persistencia de la sequía en la más rica zona agropecuaria de Argentina reducirá sustancialmente la producción de granos y causará millonarios daños a la ganadería del país, uno de los mayores proveedores mundiales de alimentos, según informes privados difundidos hoy por la prensa.
La producción de maíz de la actual campaña agrícola se situará en unos 15,5 millones de toneladas frente a los 22 millones de la de 2007-2008, calcularon fuentes de asociaciones agropecuarias citadas por el diario bonaerense La Nación en momentos en que se ha reavivado el malestar del sector por las políticas gubernamentales.
La sequía, la peor desde 1961 según los registros oficiales, ha demorado la siembra de soja, el principal cultivo de Argentina, y se calcula que en esta campaña ocupará un total de 16 millones de hectáreas, dos millones menos que la anterior.
La zona más afectada es la provincia de Entre Ríos (este), vecina a Uruguay, donde se teme por la pérdida de la mitad de la siembra de maíz, que ocupa unas 220.000 hectáreas, un 30 por ciento menos que en la campaña agrícola anterior.
Los agricultores de Entre Ríos también soportan una plaga de langostas que es la peor de las últimas dos décadas, indicó el productor Hugo De Angeli al periódico.
Las asociaciones agropecuarias han confirmado que la cosecha de trigo en la última campaña (2007-2008) alcanzó a unos 8,8 millones de toneladas, la mitad que el ciclo anterior.
En el centro y norte de Argentina la sequía ha matado a unas 40.000 cabezas de vacunos, el 30 por ciento del inventario, según cálculos de asociaciones de ganaderos de esa zona.
La falta de lluvias afecta al desarrollo de unos cuatro millones de terneros que pastan en la provincia de Buenos Aires, la más rica del país, advirtió a su vez el experto Víctor Tonelli al diario Ámbito Financiero.
Tonelli calculó que entre la pérdida de peso de los terneros y la bajada en la cantidad de vacas preñadas causará unas pérdidas por 100 millones de dólares a los ganaderos bonaerenses.
Fuentes del sector inmobiliario apuntaron a su vez que la sequía también ha provocado una caída del 20 por ciento en los precios para el arrendamiento de campos para explotación agropecuaria.
En las últimas semanas se han multiplicado las quejas de agricultores y ganaderos, que amenazan con reanudar las huelgas que llevaron a cabo entre marzo y junio pasado en rechazo a la presión impositiva y las regulaciones que pesan sobre las exportaciones de granos y carne vacuna.
Desde fines de 2006 rigen cupos para la exportación de trigo y carne vacuna, entre otras medidas aplicadas por el Gobierno para garantizar el abastecimiento interno frente al alza que por entonces comenzaron a registrar los precios internacionales de los alimentos.
Las cuatro entidades agropecuarias argentinas, que reúnen a unos 290.000 productores, exigen al Gobierno que reduzca los impuestos en vista de la fuerte bajada de los precios internacionales y que se cree un fondo de ayuda para paliar daños por sequías e inundaciones.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, anunció en diciembre pasado que se construirán cinco establecimientos de cría de ganado, de 40.000 cabezas cada uno, con la meta de producir 100.000 toneladas de carne vacuna cuya exportación estará excluida de los cupos que fija el Gobierno.
Fuentes oficiales anticiparon además que la mandataria anunciará esta semana nuevas medidas para paliar la situación del campo.
La producción de maíz de la actual campaña agrícola se situará en unos 15,5 millones de toneladas frente a los 22 millones de la de 2007-2008, calcularon fuentes de asociaciones agropecuarias citadas por el diario bonaerense La Nación en momentos en que se ha reavivado el malestar del sector por las políticas gubernamentales.
La sequía, la peor desde 1961 según los registros oficiales, ha demorado la siembra de soja, el principal cultivo de Argentina, y se calcula que en esta campaña ocupará un total de 16 millones de hectáreas, dos millones menos que la anterior.
La zona más afectada es la provincia de Entre Ríos (este), vecina a Uruguay, donde se teme por la pérdida de la mitad de la siembra de maíz, que ocupa unas 220.000 hectáreas, un 30 por ciento menos que en la campaña agrícola anterior.
Los agricultores de Entre Ríos también soportan una plaga de langostas que es la peor de las últimas dos décadas, indicó el productor Hugo De Angeli al periódico.
Las asociaciones agropecuarias han confirmado que la cosecha de trigo en la última campaña (2007-2008) alcanzó a unos 8,8 millones de toneladas, la mitad que el ciclo anterior.
En el centro y norte de Argentina la sequía ha matado a unas 40.000 cabezas de vacunos, el 30 por ciento del inventario, según cálculos de asociaciones de ganaderos de esa zona.
La falta de lluvias afecta al desarrollo de unos cuatro millones de terneros que pastan en la provincia de Buenos Aires, la más rica del país, advirtió a su vez el experto Víctor Tonelli al diario Ámbito Financiero.
Tonelli calculó que entre la pérdida de peso de los terneros y la bajada en la cantidad de vacas preñadas causará unas pérdidas por 100 millones de dólares a los ganaderos bonaerenses.
Fuentes del sector inmobiliario apuntaron a su vez que la sequía también ha provocado una caída del 20 por ciento en los precios para el arrendamiento de campos para explotación agropecuaria.
En las últimas semanas se han multiplicado las quejas de agricultores y ganaderos, que amenazan con reanudar las huelgas que llevaron a cabo entre marzo y junio pasado en rechazo a la presión impositiva y las regulaciones que pesan sobre las exportaciones de granos y carne vacuna.
Desde fines de 2006 rigen cupos para la exportación de trigo y carne vacuna, entre otras medidas aplicadas por el Gobierno para garantizar el abastecimiento interno frente al alza que por entonces comenzaron a registrar los precios internacionales de los alimentos.
Las cuatro entidades agropecuarias argentinas, que reúnen a unos 290.000 productores, exigen al Gobierno que reduzca los impuestos en vista de la fuerte bajada de los precios internacionales y que se cree un fondo de ayuda para paliar daños por sequías e inundaciones.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, anunció en diciembre pasado que se construirán cinco establecimientos de cría de ganado, de 40.000 cabezas cada uno, con la meta de producir 100.000 toneladas de carne vacuna cuya exportación estará excluida de los cupos que fija el Gobierno.
Fuentes oficiales anticiparon además que la mandataria anunciará esta semana nuevas medidas para paliar la situación del campo.