La Federación de Comunidades de Regantes del Tajo mostró hoy su oposición a un posible trasvase desde el embalse cacereño de Valdecañas al río Segura.

Así lo aseguró hoy en Plasencia el presidente de la Federación de Comunidades de Regantes del Tajo (FCR del Tajo), Francisco Gómez-Rodulfo, quien señaló que el regadío de Valdecañas se realizó "dentro de las compensaciones del trasvase Tajo-Segura" y que de las 30.000 hectáreas prometidas no llegan "a 6.000 las puestas".

El presidente de la FCR del Tajo manifestó que "desde hace un año" tienen pedida una entrevista con el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que todavía no se produjo para tratar sobre esta situación.

Francisco Gómez-Rodulfo mostró además que otros problemas del regadío del norte de Extremadura es el coste de la energía eléctrica ya que los regantes son "grandes consumidores en un periodo determinado y de nulo consumo el resto" y mientras que antes sólo pagaban "durante los meses de consumo" ahora se les obliga a pagar "todo el año".

De la misma manera denunció la subida de tarifas de los "periodos P1, P2 y P3, que son los más caros". Gómez-Rodulfo calculó que "en dos años" podría producirse un incremento del coste energético para los regantes "del 250 por ciento".

Además explicó que desde la administración se impulsaron "planes de mejora y modernización" de los regadíos que incluyen riegos automáticos "impulsados con energía electrica" sin que se haya advertido "de este incremento".

Por comunidades de regantes el presidente de la FCR del Tajo mostró que los descensos de los precios de la carne, así como de los productos agrícolas junto con el aumento de los costes de energía, fertilizantes y demás productos agrícolas supone para los regantes "problemas y muy graves". Sobre todo en las comunidades de regantes de Valdecañas, Rosarito, Valle del Jerte, Valle del Alagón y Borbollón.

Según Francisco Gómez-Rodulfo la federación representa "80.000 hectáreas y a unas 25.000 familias" siendo el regadío "el sector más importantes" de la provincia de Cáceres por lo que "algo hay que hacer" si se quiere que el regadío subsista, porque si no tendrá "los días contados".

Así, aseguró entender "la preocupación de la administración por el problema de los regantes del Levante" pero no quiere que se olvide que en el norte de Extremadura "también existen regadíos y que si no se aportan soluciones desde la administración, posiblemente no se tenga que discutir sobre los trasvases, pues sobraría toda el agua de regadío del norte de Extremadura".