Huérfanos ante la sequía
Mié, 17/12/2008
Ninguno de los diez municipios cordobeses (sin contar la capital) con más de 10.000 habitantes tiene su propio plan contra la falta de agua, tal y como obliga el Acuerdo Andaluz ya firmado
A día de hoy, ninguno de los diez municipios cordobeses con más de 10.000 habitantes —Puente Genil, Priego, Pozoblanco, Montilla, Lucena, La Carlota, Fuente Palmera, Cabra, Baena y Aguilar de la Frontera—, ni tampoco la capital, posee un plan de emergencia ante situaciones de sequía, tal y como obliga el recientemente firmado Acuerdo Andaluz del Agua y que tendrá su posterior desarrollo en forma de Ley de Aguas, una vez se debata en el Parlamento. No obstante, sus alcaldes o bien otras fuentes municipales explicaron a ABC que «es muy pronto todavía» como para tener elaborado el citado plan, lo que no les exime de tener que confeccionarlo, en cuanto el acuerdo cobre forma de normativa. A ponerse las pilas «Entonces, nos tendremos que poner las pilas», especificó Manuel Baena, regidor de Puente Genil, quien señaló que hay cuestiones más perentorias antes de que finalice el año, tales como los famosos planes especiales de empleo o los fondos de inversión municipal. En cualquier caso, su localidad presume de no tener problemas, por ahora, de sequía, aunque sí de todo lo contrario. «Con lo que sufrimos, más bien, es por las riadas cuando hay lluvias abundantes por las malas conducciones que hay y que ahora se está resolviendo», dijo, si bien Baena miró con bastante suspicacia a «un proyecto que he leído no hace mucho» y que habla de la posibilidad de que el pantano de Iznájar suministre de agua también a la localidad malagueña de Antequera. Y es que «si sobra agua, que sea para todos, pero no parece ser el caso, y eso sí que me preocupa un poco». Sin riesgos de sequía Desde la Empresa Provincial de Agua (Emproacsa), el presidente, Antonio Ramírez, también avanzó que ninguno de los municipios afectados tienen esos planes hechos, entre otras cuestiones porque «afortunadamente, no tenemos riesgo de quedarnos sin agua». Hasta tal punto es así, que aunque no lloviera ahora mismo (y tampoco es ya el caso) «no tendríamos problemas de abastecimiento en dos años». La razón no es otra que la «enorme cantidad de inversiones que hemos realizado en los últimos años desde Emproacsa para que los 64 municipios a los que gestionamos en alta puedan evitar esa situación». Por este motivo, la Diputación ha preferido comentar en las reuniones del Acuerdo Andaluz del Agua otros puntos «de mayor interés», tales como si la responsabilidad sobre las depuradoras pasan a manos de la Junta, de los ayuntamientos o de las diputaciones, si habrá un canon universal de infraestructuras y si se llegará o no una tarifa única del agua para toda la población. Al parecer, los únicos que cuentan con un plan similar, aunque no específico para las sequías, son los lucentinos. Fuentes del Ayuntamiento explicaron que tienen puesto en marcha un plan de emergencias, que incluye un análisis de los riesgos globales a los que luego se aplica una contingencia específica. Ese plan incluye, por supuesto, la posibilidad de llegar a una situación de sequía, si bien «ya estamos dando los pasos pertinentes también para esa situación». En este caso, además de contar con el abastecimiento del pantano de Iznájar, también «tenemos una parte del agua que se distribuye y que procede del manantial de Zambra y estamos optimizando los recursos con alguna captación de agua subterránea». Sin embargo, funcionaría más bien como reserva antes que para una detracción inmediata.
A día de hoy, ninguno de los diez municipios cordobeses con más de 10.000 habitantes —Puente Genil, Priego, Pozoblanco, Montilla, Lucena, La Carlota, Fuente Palmera, Cabra, Baena y Aguilar de la Frontera—, ni tampoco la capital, posee un plan de emergencia ante situaciones de sequía, tal y como obliga el recientemente firmado Acuerdo Andaluz del Agua y que tendrá su posterior desarrollo en forma de Ley de Aguas, una vez se debata en el Parlamento. No obstante, sus alcaldes o bien otras fuentes municipales explicaron a ABC que «es muy pronto todavía» como para tener elaborado el citado plan, lo que no les exime de tener que confeccionarlo, en cuanto el acuerdo cobre forma de normativa. A ponerse las pilas «Entonces, nos tendremos que poner las pilas», especificó Manuel Baena, regidor de Puente Genil, quien señaló que hay cuestiones más perentorias antes de que finalice el año, tales como los famosos planes especiales de empleo o los fondos de inversión municipal. En cualquier caso, su localidad presume de no tener problemas, por ahora, de sequía, aunque sí de todo lo contrario. «Con lo que sufrimos, más bien, es por las riadas cuando hay lluvias abundantes por las malas conducciones que hay y que ahora se está resolviendo», dijo, si bien Baena miró con bastante suspicacia a «un proyecto que he leído no hace mucho» y que habla de la posibilidad de que el pantano de Iznájar suministre de agua también a la localidad malagueña de Antequera. Y es que «si sobra agua, que sea para todos, pero no parece ser el caso, y eso sí que me preocupa un poco». Sin riesgos de sequía Desde la Empresa Provincial de Agua (Emproacsa), el presidente, Antonio Ramírez, también avanzó que ninguno de los municipios afectados tienen esos planes hechos, entre otras cuestiones porque «afortunadamente, no tenemos riesgo de quedarnos sin agua». Hasta tal punto es así, que aunque no lloviera ahora mismo (y tampoco es ya el caso) «no tendríamos problemas de abastecimiento en dos años». La razón no es otra que la «enorme cantidad de inversiones que hemos realizado en los últimos años desde Emproacsa para que los 64 municipios a los que gestionamos en alta puedan evitar esa situación». Por este motivo, la Diputación ha preferido comentar en las reuniones del Acuerdo Andaluz del Agua otros puntos «de mayor interés», tales como si la responsabilidad sobre las depuradoras pasan a manos de la Junta, de los ayuntamientos o de las diputaciones, si habrá un canon universal de infraestructuras y si se llegará o no una tarifa única del agua para toda la población. Al parecer, los únicos que cuentan con un plan similar, aunque no específico para las sequías, son los lucentinos. Fuentes del Ayuntamiento explicaron que tienen puesto en marcha un plan de emergencias, que incluye un análisis de los riesgos globales a los que luego se aplica una contingencia específica. Ese plan incluye, por supuesto, la posibilidad de llegar a una situación de sequía, si bien «ya estamos dando los pasos pertinentes también para esa situación». En este caso, además de contar con el abastecimiento del pantano de Iznájar, también «tenemos una parte del agua que se distribuye y que procede del manantial de Zambra y estamos optimizando los recursos con alguna captación de agua subterránea». Sin embargo, funcionaría más bien como reserva antes que para una detracción inmediata.