El director de la FAO pide la creación de un fondo de acción temprana para los países africanos en crisis
Mar, 16/12/2008
El director general de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Jacques Diouf, afirmó hoy que la gestión del agua es "un elemento clave" en la seguridad alimentaria y que es necesario un "fondo de acción temprana" para los países africanos en crisis.
En la apertura de la conferencia ministerial 'El agua para la agricultura y la energía en África. Los desafíos del cambio climático', organizada por la FAO, Diouf hizo referencia a los retos creados por la actual crisis económica, financiera y alimentaria.
En este sentido, aseguró que "la reactivación de la producción agrícola en los países pobres es la única solución viable y duradera en la lucha contra el hambre". "Por ello debemos invertir más en agricultura", remarcó.
NUEVAS POLÍTICAS
Asimismo, señaló que "es esencial mejorar las condiciones en las que trabajan y comercian los campesinos", al recordar que por esta razón convocó recientemente una nueva cumbre de jefes de Estado y de Gobierno para "garantizar una mayor coherencia en la gobernanza de la seguridad alimentaria mundial y sentar las bases de un nuevo sistema de comercio agrícola que ofrezca a los agricultores, tanto de los países desarrollados como de los países en desarrollo, la oportunidad de ganarse la vida de forma decente".
El jefe de la FAO añadió que es necesario utilizar la "inteligencia e imaginación" para diseñar políticas, reglas y mecanismos para el desarrollo agrícola "que nos conduzcan hacia un tipo de comercio internacional que además de libre, sea equitativo".
Para ello, Diouf resaltó que la Cumbre debe plantearse la creación de un "Fondo de acción temprana", para reactivar la producción agrícola local en tiempos de crisis, en particular en los países de bajos ingresos y que dependen en gran medida de las importaciones de alimentos.
PROYECTO PARA ÁFRICA
Está previsto que los asistentes a la Conferencia adopten una declaración conjunta en apoyo al desarrollo del sector hídrico a nivel nacional, regional y continental para poder explotar todo el potencial de los sectores agrícola y energético africanos, garantizar la seguridad alimentaria del continente y cubrir sus crecientes necesidades de alimentos y energía.
Durante los tres días de la reunión, ministros de 53 países africanos examinan el proyecto de una "Revolución azul" destinada a aprovechar los recursos hídricos que permitan el desarrollo de África, que en gran parte están todavía por explotar. La Conferencia pretende crear el marco adecuado para poder pasar de los debates a la acción.
El proyecto, por valor de 65.000 millones de dólares (47.557 millones de euros) y una duración de 20 años, detalla las inversiones necesarias en cada país para infraestructuras de regadío y de aprovechamiento hidroeléctrico.
África subsahariana cuenta con la mayor tasa mundial de desnutrición, y está previsto que sufra de forma severa el impacto del cambio climático. El continente necesita triplicar su producción alimentaria para 2050, año en que la población alcanzará 2.000 millones de personas.
Se trata además de la primera ocasión en que se elaboran de forma individual informes de inversión para cada país. Se trata de estudios completos y precisos, basados en evaluaciones a corto, medio y largo plazo y que tienen en cuenta las inversiones para la gestión del agua a nivel de las aldeas, los sistemas extensivos de irrigación y de las principales cuencas fluviales, tanto para la agricultura como para la generación de energía hidroeléctrica.
En la apertura de la conferencia ministerial 'El agua para la agricultura y la energía en África. Los desafíos del cambio climático', organizada por la FAO, Diouf hizo referencia a los retos creados por la actual crisis económica, financiera y alimentaria.
En este sentido, aseguró que "la reactivación de la producción agrícola en los países pobres es la única solución viable y duradera en la lucha contra el hambre". "Por ello debemos invertir más en agricultura", remarcó.
NUEVAS POLÍTICAS
Asimismo, señaló que "es esencial mejorar las condiciones en las que trabajan y comercian los campesinos", al recordar que por esta razón convocó recientemente una nueva cumbre de jefes de Estado y de Gobierno para "garantizar una mayor coherencia en la gobernanza de la seguridad alimentaria mundial y sentar las bases de un nuevo sistema de comercio agrícola que ofrezca a los agricultores, tanto de los países desarrollados como de los países en desarrollo, la oportunidad de ganarse la vida de forma decente".
El jefe de la FAO añadió que es necesario utilizar la "inteligencia e imaginación" para diseñar políticas, reglas y mecanismos para el desarrollo agrícola "que nos conduzcan hacia un tipo de comercio internacional que además de libre, sea equitativo".
Para ello, Diouf resaltó que la Cumbre debe plantearse la creación de un "Fondo de acción temprana", para reactivar la producción agrícola local en tiempos de crisis, en particular en los países de bajos ingresos y que dependen en gran medida de las importaciones de alimentos.
PROYECTO PARA ÁFRICA
Está previsto que los asistentes a la Conferencia adopten una declaración conjunta en apoyo al desarrollo del sector hídrico a nivel nacional, regional y continental para poder explotar todo el potencial de los sectores agrícola y energético africanos, garantizar la seguridad alimentaria del continente y cubrir sus crecientes necesidades de alimentos y energía.
Durante los tres días de la reunión, ministros de 53 países africanos examinan el proyecto de una "Revolución azul" destinada a aprovechar los recursos hídricos que permitan el desarrollo de África, que en gran parte están todavía por explotar. La Conferencia pretende crear el marco adecuado para poder pasar de los debates a la acción.
El proyecto, por valor de 65.000 millones de dólares (47.557 millones de euros) y una duración de 20 años, detalla las inversiones necesarias en cada país para infraestructuras de regadío y de aprovechamiento hidroeléctrico.
África subsahariana cuenta con la mayor tasa mundial de desnutrición, y está previsto que sufra de forma severa el impacto del cambio climático. El continente necesita triplicar su producción alimentaria para 2050, año en que la población alcanzará 2.000 millones de personas.
Se trata además de la primera ocasión en que se elaboran de forma individual informes de inversión para cada país. Se trata de estudios completos y precisos, basados en evaluaciones a corto, medio y largo plazo y que tienen en cuenta las inversiones para la gestión del agua a nivel de las aldeas, los sistemas extensivos de irrigación y de las principales cuencas fluviales, tanto para la agricultura como para la generación de energía hidroeléctrica.