China acelerará el próximo año su proyecto para desviar agua del río Yangtsé a las áreas áridas del norte del país, según anunció el máximo dirigente de la oficina responsable del plan, Zhang Jiyao, a la agencia de noticias china 'Xinhua'.

Está previsto que en 2009 comience la construcción de varios tramos de dos de los canales, los del este y el centro. Estas obras supondrán una inversión de 254.600 millones de yuanes (unos 27.000 millones de euros), aprobada por el Consejo de Estado o el Gabinete del Gobierno.

A finales de noviembre ya se habían gastado 4.160 millones de yuanes (444 millones de euros) en la ruta del este y 18.230 millones (1.946 millones de ¤) en la ruta central. Estos fondos provenían de una primera partida de 45.670 millones de yuanes (4.876 millones de euros).

Algunas secciones del proyecto que transcurren por las provincias de Shandong y Jiangtsu ya han sido completadas. También se ha finalizado un tramo comprendido entre Shijiazhuang, capital de la provincia de Hebei, y Pekín. En septiembre comenzó a utilizarse esta obra para desviar de forma urgente unos 300 millones de metros cúbicos a la capital antes del próximo 10 de marzo. Cuando toda la infraestructura esté en funcionamiento, en 2010, podrán trasladarse a Pekín alrededor de 1.000 millones de metros cúbicos cada año. Por otra parte, el canal del oeste, cuya construcción obligará a perforar túneles en la meseta tibetana, se encuentra todavía en fase de proyecto.

Los ecologistas advierten de que esta gigantesca obra de ingeniería fomentará el despilfarro de agua en Pekín y reducirá el suministro a las zonas áridas de la periferia. Además, critican que no se haya tenido en cuenta el impacto a largo plazo. Este no es el primer proyecto hidráulico que causa controversia en el país. La Presa de las Tres Gargantas, también en el río Yangtsé y la más grande del mundo, ha recibido múltiples críticas al considerar que supone la pérdida de un importante patrimonio cultural.