La sequía ha repercutido en el estado de salud de los espacios fluviales de Cataluña, según el informe Proyecto Ríos que se ha presentado hoy en Barcelona y que alerta sobre la necesidad de actuar y mejorar la gestión del agua para afrontar los problemas de sequía.

El informe, que se basa en inspecciones realizadas a lo largo de 2008 por voluntarios de la asociación Hábitat-Proyecto Ríos, explica que en algunas cuencas los rangos de calidad química eran un poco más bajos de lo normal en primavera, y que esto se podrían atribuir al rigor hídrico.

Sin embargo, en la campaña de otoño, los ríos y rieras han vuelto a los valores habituales que se han observado a lo largo del último trienio.

También se ha detectado una tendencia a la mejora, pequeña pero sostenida, de la masa de agua de los ríos, y que hay una cierta estabilización de las condiciones fisicoquímicas y biológicas.

Lo que revela el informe, según los informes de los voluntarios, es que los bosques de ribera, y especialmente en los tramos medios y bajos, están en muy malas condiciones, y que revertir esta situación y mejorar la calidad de estas masas forestales es uno de los retos de futuro.

Para los autores de este trabajo, la domesticación de los ríos tiene una evidente trascendencia ecológica y, a diferentes niveles, presenta ciertos riesgos.

Los autores del informe explican que una carencia de lluvias sin precedentes nos ha puesto contra las cuerdas pese a los continuados avisos que se lanzan desde hace bastante, y que aunque en la teoría todos sabemos que el agua es un recurso limitado del que debe hacerse un uso sostenible, la inercia de una sociedad en crecimiento y expansión constantes hace que sea difícil cambiar.

El informe recuerda que, pese a nuestra supremacía tecnológica y la gran capacidad de controlar el medio, ha sido la naturaleza la que finalmente ha solucionado la delicada situación de la sequía con una buena dosis de lluvias que ha colocado a los recursos hídricos en una situación más normal.