Protestan por las obras para 'cerrar' la acequia Charrara
Lun, 15/12/2008
Los 2.500 comuneros se movilizan y presentan una denuncia en la Guardia Civil
Unas obras que está ejecutando la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) en la acequia Charrara, consistentes en la colocación de unas compuertas para impedir el riego, ha encendido la voz de alarma de los más de dos mil quinientos comuneros de esa acequia, que riega unas 4.500 tahúllas de los parajes de Corona, Candelón, Sierra del Oro, El Llano y parte de Blanca.
Según las fuentes consultadas, la Confederación Hidrográfica inició las obras hace un mes sin el correspondiente permiso de la directiva de la acequia Charrara que preside José Maria Molina. Este «atropello», según palabras de los comuneros, ha motivado que la directiva haya denunciado los hechos ante la Guardia Civil de Abarán y el ayuntamiento, sin que hasta la fecha se hayan podido paralizar los trabajos a pesar de las revueltas entre los comuneros que están dispuestos a ejercer todo tipo de movilizaciones en defensa de sus intereses.
Los comuneros recuerdan que la Confederación Hidrográfica del Segura intentó realizar obras en Cieza y Calasparra, que fueron boicoteadas por los regantes.
La acequia Charrara cuenta con nueve comunidades de regantes y varios motores de riego con sus concesiones administrativas que existen en la Confederación, de ahí que «estas actuaciones deban de hacerlas en el dominio público hidráulico y se lleven a cabo en todas las acequias y tomas del río y no en una acequia privada propiedad de sus comuneros», dijeron .La solución pasa por colocar contadores en las tomas de las acequias donde es dominio público, a las cuales los comuneros no podrán oponerse.
Pero según han comentado fuentes de la directiva de la acequia Charrara, «lo que pretende la Confederación es tener el control del agua y abrir y cerrar cuando quiera las compuertas y así poder controlar cuando sale el agua». Otras fuentes apuntan que el Sindicato Central de Regantes Tajo Segura está detrás de esta situación. «Podría ser una maniobra para vender agua al trasvase de la zona de Alicante, por ejemplo, a precios caros», argumentaron.
Unas obras que está ejecutando la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) en la acequia Charrara, consistentes en la colocación de unas compuertas para impedir el riego, ha encendido la voz de alarma de los más de dos mil quinientos comuneros de esa acequia, que riega unas 4.500 tahúllas de los parajes de Corona, Candelón, Sierra del Oro, El Llano y parte de Blanca.
Según las fuentes consultadas, la Confederación Hidrográfica inició las obras hace un mes sin el correspondiente permiso de la directiva de la acequia Charrara que preside José Maria Molina. Este «atropello», según palabras de los comuneros, ha motivado que la directiva haya denunciado los hechos ante la Guardia Civil de Abarán y el ayuntamiento, sin que hasta la fecha se hayan podido paralizar los trabajos a pesar de las revueltas entre los comuneros que están dispuestos a ejercer todo tipo de movilizaciones en defensa de sus intereses.
Los comuneros recuerdan que la Confederación Hidrográfica del Segura intentó realizar obras en Cieza y Calasparra, que fueron boicoteadas por los regantes.
La acequia Charrara cuenta con nueve comunidades de regantes y varios motores de riego con sus concesiones administrativas que existen en la Confederación, de ahí que «estas actuaciones deban de hacerlas en el dominio público hidráulico y se lleven a cabo en todas las acequias y tomas del río y no en una acequia privada propiedad de sus comuneros», dijeron .La solución pasa por colocar contadores en las tomas de las acequias donde es dominio público, a las cuales los comuneros no podrán oponerse.
Pero según han comentado fuentes de la directiva de la acequia Charrara, «lo que pretende la Confederación es tener el control del agua y abrir y cerrar cuando quiera las compuertas y así poder controlar cuando sale el agua». Otras fuentes apuntan que el Sindicato Central de Regantes Tajo Segura está detrás de esta situación. «Podría ser una maniobra para vender agua al trasvase de la zona de Alicante, por ejemplo, a precios caros», argumentaron.