El secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, se comprometió ayer a «resolver los problemas y necesidades» de los murcianos en materia de agua. Puxeu hizo estas declaraciones en la inauguración de la jornada «El sector agroalimentario de la Región de Murcia: Un valor permanente», organizada por la consejería de Agricultura y Agua, donde reconoció la situación «extrema» de sequía en las cuencas del Levante y abogó por fomentar la inversión en infraestructuras.
En relación a la regulación en materia de aguas contenida en la propuesta de reforma del Estatuto de autonomía de Castilla-La Mancha aclaró que el Gobierno será respetuoso con el debate parlamentario y que de momento no hará valoraciones al respecto hasta el término del mismo. No obstante, dejó claro que se apostará por mantener las necesidades de la cuenca. Además, añadió que el Estado realiza un importante desembolso en desalación para la depuración y regeneración de aguas y apela por mejorar y modernizar los regadíos. El secretario de Estado también alabó la forma de gestionar el agua en la Región. Durante su intervención, Puxeu destacó «la fortaleza» del sector agroalimentario de Murcia que aun en tiempos de crisis como los actuales, «crece en facturación y genera empleo». Según él, este sector ha crecido un tres por ciento y generado más de dos mil empleos entre el primer y el tercer trimestre. Asimismo, la facturación alcanzó el pasado ejercicio 45.500 millones de euros con un incremento del siete por ciento.
Esta jornada fue clausurada por el presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel, que definió la agricultura murciana como «símbolo de identidad regional» y defendió su valor estratégico en la economía. «Este sector es el único que puede absorber la mano de obra propiciada por la crisis económica», recalcó.
Además, aprovechó la presencia de Josep Puxeu para reivindicar un vez más la necesidad de mantener el trasvase Tajo-Segura «como garantía de supervivencia» del sector agrícola. Igualmente, expresó la necesidad de que se tengan en cuenta todas las aportaciones externas de agua, con el fin de «mantener la agricultura más competitiva de Europa, con importantes aportaciones al PIB de España», concluyó.