En el año 2030 harán falta dos planetas para mantener el nivel de consumo

Jue, 20/11/2008

Diario de León

Incluye por primera vez la «huella hídrica», que analiza el consumo de agua por persona El planeta ha entrado en una crisis del crédito ecológico debida al aumento de la demanda de la humanidad sobre el capital natural, que ya ha superado en un 30% la capacidad de abastecimiento de la Tierra. La riqueza y la diversidad natural continúan decreciendo, a la vez que aumenta el número de países en situación de estrés hídrico. Estas son algunas de las afirmaciones que recoge la última edición del Informe Planeta Vivo de WWF, que desde 1998 se ha convertido en un termómetro preciso de la capacidad de la Tierra para continuar siendo un «planeta vivo». El informe incluye por primera vez la «huella hídrica», indicador que complementa la información sobre el estado de la naturaleza que, en el caso de España, revela datos preocupantes. De hecho, nuestro país ocupa el quinto puesto a escala mundial en «huella hídrica», es decir, en el volumen total de agua usada globalmente para producir bienes y servicios consumidos por los ciudadanos. El texto analiza dos parámetros, el Índice Planeta Vivo y la Huella Ecológica. El primero, medida obtenida del estudio de la evolución de 5.000 poblaciones de 1.686 especies, ha descendido un 30% desde 1970. Por zonas, se registra un IPV Templado (el IPV es una medida que utiliza las poblaciones de especies animales como indicador del estado de la naturaleza) con un aumento del 6% entre 1970 y 2005, mientras que el IPV Tropical ha disminuido el 51%. El IPV Terrestre desciende un 33%, el de Agua Dulce, un 35%, y el Marino, un 14%. Por otro lado, el IPV de los bosques tropicales ha disminuido el 62%, el de Tierras áridas, un 44%, y el de Praderas un 36%. Igualmente, el IPV de Aves ha decrecido un 20%, y el mamíferos un 19%. Según el estudio, esta dramática pérdida de riqueza natural está provocada principalmente por la deforestación y la transformación de los usos del suelo en los trópicos, así como los impactos de los embalses, los trasvases y el cambio climático sobre las especies de agua dulce. De igual forma, la contaminación, la sobrepesca y la pesca destructiva en los ecosistemas marinos y costeros, figuran entre las amenazas de las especies marinas. Huella ecológica En cuanto al análisis de la huella ecológica, muestra que mientras la biocapacidad global (el área actualmente disponible para producir nuestros recursos y absorber nuestras emisiones) es de unas 2,1 hectáreas globales (hag) por persona, la huella ecológica por persona es de 2,7 hag. Cada ciudadano de EEUU requiere una media de 9,4 hag, al tiempo que los de China utilizan una media de 2,1. España ocupa la duodécima posición con una huella ecológica de 5,7 hag y un déficit ecológico del 338%, lo que significa que necesitaríamos casi 3,5 países más para mantener nuestras actuales demandas. El informe de WWF incorpora una serie de soluciones clave, llamadas «cuñas de sostenibilidad» que combinadas podrían estabilizar, e incluso revertir, la tendencia alarmante hacia una mayor deuda ecológica y el desabastecimiento de las fuentes naturales de recursos. En cuanto al cambio climático, la eficiencia energética, las renovables y la disminución de emisiones podrían satisfacer las demandas energéticas para 2050, reduciendo entre el 60 y el 80% las emisiones de carbono. Según James Leape, director general de WWF, «muchos de nosotros mantenemos un estilo de vida y un crecimiento económico gracias al uso y la extracción del capital ecológico de otras zonas del planeta. Si nuestras demandas continúan a este ritmo, a mediados de 2030 necesitaremos el equivalente a dos planetas para conservar este estatus».