El legado de la Expo 2008 es la toma de conciencia sobre el valor real del agua
Mié, 19/11/2008
Zaragoza acogió durante 93 días, el pasado verano, el mayor evento internacional que ha acogido una ciudad española desde la celebración, en 1992, de los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Expoición Universal de Sevilla: la Expo 2008 dedicada al agua y al desarrollo sostenible. La herencia de esta cita internacional se puede medir bajo muchos prismas. Uno de ellos, y que se puede percibir de manera más inmediata, es el paso de gigante que ha dado la ciudad a nivel urbanístico y de infraestructuras. Pero en un nivel más intangible, el verdadero legado de la Expo 2008 es todo el conocimiento generado sobre la gestión del líquido elemento a partir de los debates celebrados en la Tribuna del Agua.
Zaragoza acoge asimismo la Oficina de la Década del Agua (2005-2015)de la Organización de las Naciones Unidas, con sede en un chalet modernista, conocido como la Casa Solans, situado en el número 60 de la avenida Cataluña.
La Oficina nació con el objetivo de auspiciar desde Zaragoza la gestión integral de los recursos hídricos, y de ser el centro de coordinación de la ONU en una materia que afecta a 19 agencias y a cinco comisiones regionales. Este decenio dedicado al agua como fuente de vida pretende favorecer la cooperación entre países para la consecución de los objetivos del milenio relacionados con este elemento vital, entre los que destaca el plan para reducir a la mitad la proporción de personas en el mundo sin acceso a agua potable ni saneamiento.
El proyecto que se lleva a cabo desde Zaragoza interactúa estrechamente con otros foros internacionales sobre el agua como la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible, la división ONU-Agua o la iniciativa sobre el agua de la Unión Europea, reforzando así la sostenibilidad como seña de identidad de Zaragoza y la proyección internacional de la ciudad.
Zaragoza acoge asimismo la Oficina de la Década del Agua (2005-2015)de la Organización de las Naciones Unidas, con sede en un chalet modernista, conocido como la Casa Solans, situado en el número 60 de la avenida Cataluña.
La Oficina nació con el objetivo de auspiciar desde Zaragoza la gestión integral de los recursos hídricos, y de ser el centro de coordinación de la ONU en una materia que afecta a 19 agencias y a cinco comisiones regionales. Este decenio dedicado al agua como fuente de vida pretende favorecer la cooperación entre países para la consecución de los objetivos del milenio relacionados con este elemento vital, entre los que destaca el plan para reducir a la mitad la proporción de personas en el mundo sin acceso a agua potable ni saneamiento.
El proyecto que se lleva a cabo desde Zaragoza interactúa estrechamente con otros foros internacionales sobre el agua como la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible, la división ONU-Agua o la iniciativa sobre el agua de la Unión Europea, reforzando así la sostenibilidad como seña de identidad de Zaragoza y la proyección internacional de la ciudad.