La nueva presidenta de Feragua pide la unidad de cuenca y demanda un modelo de administración hidráulica despolitizado

Jue, 09/10/2008

Europa Press

La nueva presidenta de la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua), Margarita Bustamante, insistió en la necesidad de preservar el principio de unidad de cuenca y demandó un modelo de administración hidráulica "despolitizado" y "profesionalizado", de forma que la federación va a trabajar "en pro de la despolitización del agua y de la participación y corresponsabilidad de los usuarios en la toma de decisiones".

Bustamante, que mañana tiene una reunión de presentación con el director de la Agencia Andaluza del Agua, Jaime Palop, indicó en un almuerzo informativo que Feragua rechaza la gestión hídrica de la Junta en las cuencas litorales, atlántica y mediterránea, que recientemente fueron transferidas, cuyo modelo de gestión adoptado "hace ingobernable estas cuencas, al deteriorar la unidad de cuenca permitiendo que los intereses provinciales choquen con los intereses de cuenca".

A su juicio, la Agencia Andaluza del Agua ha implantado en esas cuencas "un modelo de gestión ineficiente, que ha creado dos estructuras, una de cuenca y otra provincial, que está desincentivando la corresponsabilidad de los usuarios, a los que les ha quitado participación en los órganos de gestión, planificación y gobierno, y que además está dejando la toma de decisiones en gente que no preparada, que no son técnicos cualificados y actúan en la mayoría de las ocasiones de forma discrecional y guiados por criterios políticos". "Del mismo modo que ninguna empresa puede funcionar con dos cabezas y con dos estructuras, tampoco pueden hacerlo las cuencas andaluzas, y sin embargo eso es lo que está ocurriendo ahora, y eso se traduce en inoperancia, inversiones paralizadas o conflictos"; aseveró.

Para Feragua, la transferencia del Guadalquivir "representa una oportunidad de cambiar este modelo", por lo que mostró su deseo de que la Junta "va a rectificar y va a tender en su política hidráulica hacia la unidad de cuenca, porque además crear una estructura bicéfala en el Guadalquivir sería todavía más grave que hacerlo en las cuencas del litoral, por las peculiares características que tiene esta cuenca".

Tras asegurar que esta federación de regantes está a favor de la transferencia del Guadalquivir, pues la Junta "puede tomar decisiones más adaptadas al territorio y actuar con mayor agilidad y rapidez", aunque mostró su preocupación por "la mejora de la gestión hidráulica en Andalucía", de forma que "nos importa mucho más cómo se gestiona que quién la gestiona, por lo que si la transferencia sirve para que la cuenca del Guadalquivir esté mejor gestionada, diremos que ha sido positiva, mientras que si sólo sirve para introducir caos y confusión, pues diremos que ha sido negativa".

Valoró la llegada a la Agencia Andaluza del Agua de Jaime Palop, "que puede significar cambios en el modelo de administración hidráulica andaluza, y eso esperamos y deseamos", tras lo que destacó el Acuerdo Andaluz por el Agua anunciado hace unos días por el propio Palop, documento que está en fase de discusión, "y que reconoce al menos problemas y disfuncionalidades en el actual modelo y admite la importancia del principio de unidad de cuenca".

Margarita Bustamante destacó la importancia de Feragua en el conjunto del regadío andaluz, al tratarse de la asociación "más representativa de Andalucía", de forma que hoy agrupa más de 300.000 hectáreas y tiene representación en todas las cuencas andaluzas --Atlántica, Mediterránea y Guadalquivir--, integrando todo tipo de cultivos, comunidades y explotaciones, tanto grandes como pequeñas, aguas superficiales y aguas subterraneas.

Precisó que Feragua ha alcanzado una representación de cerca del 40 por ciento de la superficie de regadío de la cuenca del Guadalquivir y un 33 por ciento de la superficie de regadío de toda Andalucía.

Citó como señas de identidad de Feragua su "democracia interna, profesionalidad e independencia", ya que "nuestra gestión nunca ha estado ni estará interferida por intereses de organizaciones políticas, agrarias ni sindical".

También apeló a la unidad entre los regantes "porque quizás hoy más que nunca el regadío necesita de esa unidad, tras varias campañas consecutivas de restricciones". "Los regantes andaluces llevamos soportando fuertes restricciones cada vez que hay una situación de sequía, unas sequías que desincentivan las inversiones de mejora de los agricultores y limitan el desarrollo de nuestra agricultura y en pleno siglo XXI no podemos consentir que nuestra agricultura de riego siga dependiendo del azar meteorológico, necesitamos que las obras de regulación proyectadas se pongan en funcionamiento cuanto antes", aseveró.

NUEVAS OBRAS DEMANDADAS

En ese sentido, Feragua va a exigir a la Junta que "cumpla su compromiso de aumentar en más de 1.000 hectómetros cúbicos los recursos hídricos de la región", de manera que "las políticas de ahorro y de recorte de la demanda son necesarias, pero tienen que ser acompañadas de las adecuadas políticas de oferta, de nuevas obras de regulación que permitan equilibrar el déficit estructural de la mayoría de cuencas andaluzas".

Consideró que estos 1.000 metros cúbicos anunciados por el Gobierno andaluz deben salir de una serie de obras, como la puesta en funcionamiento de forma urgente los embalses de la Breña II (Córdoba), Arenoso (Córdoba), Rules (Granada), Siles (Jaén), Andévalo (Huelva) y Melonares (Sevilla), actualmente en construcción o en fase de primer llenado; el inicio de la construcción de los embalses de Alcolea (Huelva), recrecimiento de la Concepción (Málaga), San Calixto (Sevilla), y la balsa de Cadimo (Jaén); y la terminación de la puesta en riego de las obras del plan coordinado de las zonas regables del Genil-Cabra (Córdoba), Guaro (Malaga) y Chanza-Piedras (Huelva).

También demandó la licitación y ejecución de las infraestructuras de transportes denominadas Canal de Trigueros (Huelva), conducciones en la zona regable del embalse de Rules (Granada) y la conducción de la margen derecha del Plan Guaro (Málaga), que permitan aprovechar para regadío los recursos regulados por las presas de Alcolea, Rules y La Viñuela, así como las tuberías de conexión de la desaladora de Carboneras al levante almeriense; la licitación y ejecución del proyecto de mejora de los regadíos del plan Baza-Huescar (Granada), los proyectos de modernización y consolidación de regadíos de las zonas regables Vegas de Jaen y Vegas de Granada, y el proyecto de mejora del sector arrocero (Sevilla); y la licitación y ejecución del proyecto de nuevas infraestructuras hidráulicas en el sistema Barbate-Celemin (Cádiz) a través de los recursos del río Alamo, y ejecutar el plan de Infraestructuras del Guadiaro (Cádiz) aprobado como compensación a la puesta en servicio del Trasvase Guadiaro-Majaceite.

Tras insistir en la necesidad de seguir modernizando regadíos, Bustamante aseguró que Feragua se opondrá "a cualquier aumento de nuevas demandas en cuencas deficitarias que no estén aprobadas por la planificación hidrológica vigente", así como a "cualquier iniciativa de nuevos usos con reutilización de aguas regeneradas para el regadío del Guadalquivir, la cual sólo serviría para generar más déficit hídrico", tras lo que abogó por "aplicar la reutilización en las cuencas litorales, siempre que se cumpla con los correspondientes estándares de calidad del agua, de modo que se garantice la salubridad de los alimentos, y no se ponga en peligro los sistemas de producción integrada y la agricultura ecológica".