Empresarios e ingenieros defienden la interconexión hidráulica para superar los problemas del agua en Cataluña
Vie, 03/10/2008
El grupo de trabajo de infraestructuras GTI-4 y el Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña reclamaron hoy un nuevo modelo de gestión integrada del agua para garantizar el abastecimiento en Cataluña que contemple, entre otras medidas, la interconexión de redes hidráulicas, un nuevo sistema de desaladoras, el aprovechamiento de los acuíferos y la reutilización del agua.
El GTI-4 está formado por la Cámara de Comercio de Barcelona, el Círculo de Economía, la patronal Fomento del Trabajo y el RACC. Aseguran que el problema del agua en Cataluña radica en el déficit permanente de recursos de los ámbitos del Llobregat y el Ter, ríos que no garantizan el abastecimiento de agua de las cuencas internas, lo que se agrava en épocas de sequía propias del clima mediterráneo.
Por ello, el GTI-4 y el Colegio de Ingenieros consideraron "imprescindible" establecer un nuevo modelo de gestión integrada con el objetivo de "asegurar que un recurso tan básico como el agua llegue con total garantía y sin restricciones al tejido agrícola, urbano e industrial catalán".
Calificaron de "inadmisible" situaciones como las de este año, "con fuertes restricciones de consumo que ponen al límite el abastecimiento de la población, así como de sectores económicos clave como la hostelería o la industria, sobre todo en un contexto de grave incertidumbre económica como la actual".
FALTAN 310 HECTÓMETROS CÚBICOS AL AÑO
Para recuperar un caudal mínimo ecológico de todas las cuencas haría falta, según sus cálculos, una aportación mínima externa de 310 hectómetros cúbicos al año, una cantidad muy superior a los 200 hectómetros que estableció el Parlament de Catalunya en 2000.
Empresarios e ingenieros industriales defendieron la interconexión de redes hidráulicas para contemplar el problema del agua como "un tema global, de país". Aportaron soluciones como la conexión de la red del Consorcio de Aguas de Tarragona con la de Aguas Ter-Llogregat.
En este sentido, señalaron que la conexión de los dos consorcios permitiría disponer, en situaciones de emergencia, de los excedentes del caudal máximo de concesión y representaría para las cuencas internas una aportación adicional de entre 25 y 30 hectómetros cúbicos al año. Plantearon la interconexión de redes como algo "reversible" que permitiría llevar el agua en sentido contrario, de la desaladora de El Prat (Barcelona) a Tarragona.
También abogaron por la conexión con las cuencas del Segre, directamente del río Segre o de la Noguera Pallaresa, lo que requeriría una modernización de los regadíos y representaría una aportación adicional de 200 hectómetros cúbicos al año. No descartaron la conexión con otras cuencas más lejanas, como el Ródano, y estimaron que supondría otros 200 hectómetros cúbicos anuales.
LA DESALINIZACIÓN NO ES LA SOLUCIÓN PRINCIPAL
Sobre la desalinización, destacaron que la Generalitat prevé que el nuevo sistema de desaladoras con unos 200 metros cúbicos adicionales para el año 2012. El grupo de trabajo formado por el GTI-4 y el Colegio de Ingenieros opinó que la desalinización debe integrarse dentro de un modelo de reservas hídricas diversificado, sin constituir la apuesta principal para combatir el déficit hídrico catalán.
Afirmaron que la mejora de la calidad del agua de los deltas del Llobregat, el Besòs y el plano de Barcelona comportaría un aumento de unos 120 hectómetros cúbicos al año, si bien esta medida implicaría "unos costes en tiempo y dinero a tener muy en cuenta, así como los pertinentes controles sanitarios, sobre todo si este agua se quiere dedicar al consumo humano".
En cuanto a la reutilización del agua, sobre todo en la cuenca del Llobregat, destacaron que sirve principalmente para el riego, que tiene una baja demanda en el área metropolitana de Barcelona. En su opinión, el mayor interés de la reutilización es de tipo medioambiental, para mantener el caudal de los ríos.
El GTI-4 está formado por la Cámara de Comercio de Barcelona, el Círculo de Economía, la patronal Fomento del Trabajo y el RACC. Aseguran que el problema del agua en Cataluña radica en el déficit permanente de recursos de los ámbitos del Llobregat y el Ter, ríos que no garantizan el abastecimiento de agua de las cuencas internas, lo que se agrava en épocas de sequía propias del clima mediterráneo.
Por ello, el GTI-4 y el Colegio de Ingenieros consideraron "imprescindible" establecer un nuevo modelo de gestión integrada con el objetivo de "asegurar que un recurso tan básico como el agua llegue con total garantía y sin restricciones al tejido agrícola, urbano e industrial catalán".
Calificaron de "inadmisible" situaciones como las de este año, "con fuertes restricciones de consumo que ponen al límite el abastecimiento de la población, así como de sectores económicos clave como la hostelería o la industria, sobre todo en un contexto de grave incertidumbre económica como la actual".
FALTAN 310 HECTÓMETROS CÚBICOS AL AÑO
Para recuperar un caudal mínimo ecológico de todas las cuencas haría falta, según sus cálculos, una aportación mínima externa de 310 hectómetros cúbicos al año, una cantidad muy superior a los 200 hectómetros que estableció el Parlament de Catalunya en 2000.
Empresarios e ingenieros industriales defendieron la interconexión de redes hidráulicas para contemplar el problema del agua como "un tema global, de país". Aportaron soluciones como la conexión de la red del Consorcio de Aguas de Tarragona con la de Aguas Ter-Llogregat.
En este sentido, señalaron que la conexión de los dos consorcios permitiría disponer, en situaciones de emergencia, de los excedentes del caudal máximo de concesión y representaría para las cuencas internas una aportación adicional de entre 25 y 30 hectómetros cúbicos al año. Plantearon la interconexión de redes como algo "reversible" que permitiría llevar el agua en sentido contrario, de la desaladora de El Prat (Barcelona) a Tarragona.
También abogaron por la conexión con las cuencas del Segre, directamente del río Segre o de la Noguera Pallaresa, lo que requeriría una modernización de los regadíos y representaría una aportación adicional de 200 hectómetros cúbicos al año. No descartaron la conexión con otras cuencas más lejanas, como el Ródano, y estimaron que supondría otros 200 hectómetros cúbicos anuales.
LA DESALINIZACIÓN NO ES LA SOLUCIÓN PRINCIPAL
Sobre la desalinización, destacaron que la Generalitat prevé que el nuevo sistema de desaladoras con unos 200 metros cúbicos adicionales para el año 2012. El grupo de trabajo formado por el GTI-4 y el Colegio de Ingenieros opinó que la desalinización debe integrarse dentro de un modelo de reservas hídricas diversificado, sin constituir la apuesta principal para combatir el déficit hídrico catalán.
Afirmaron que la mejora de la calidad del agua de los deltas del Llobregat, el Besòs y el plano de Barcelona comportaría un aumento de unos 120 hectómetros cúbicos al año, si bien esta medida implicaría "unos costes en tiempo y dinero a tener muy en cuenta, así como los pertinentes controles sanitarios, sobre todo si este agua se quiere dedicar al consumo humano".
En cuanto a la reutilización del agua, sobre todo en la cuenca del Llobregat, destacaron que sirve principalmente para el riego, que tiene una baja demanda en el área metropolitana de Barcelona. En su opinión, el mayor interés de la reutilización es de tipo medioambiental, para mantener el caudal de los ríos.