LA Agencia Andaluza del Agua ha comenzado a dar sus primeros pasos y, a pesar de contar con el apoyo de la mayoría de las comunidades de regantes de la región a casi todas sus acciones, ha previsto una medida que no le gusta a los agricultores. A través del Acuerdo Andaluz por el Agua -una iniciativa legislativa planteada por el director de la Agencia, Jaime Palop-, esta entidad ha planteado cobrar un impuesto por el uso de los pozos.



En concreto, el primer borrador de este acuerdo -que ya ha sido trasladado a la junta de gobierno de la Asociación de Comunidades de Regantes (Feragua)- establece un canon de regulación en el uso de las aguas subterráneas de Andalucía. Esta iniciativa sería pionera en España y sentaría jurisprudencia. Actualmente, y tal como ha recordado Feragua, este punto 'tiene un encaje difícil en la legislación española'. Además, la asociación andaluza de regantes rechaza esta iniciativa porque 'crearía una situación discriminatoria para los agricultores de la región, que perderían competitividad'. Por último, los regantes consideran que 'incorporar un nuevo impuesto sobre el agua a la precaria situación que padece la agricultura de regadío, hipotecada a largo plazo por los proyectos de mejora de regadíos, inmersa en una sequía que ya dura cuatro años y con una reforma de la PAC que pone el peligro la viabilidad de cultivos tan importantes como el algodón y la remolacha, crea dificultades para avanzar en las negociaciones'. Pese a todo, Feragua valora el talante y la 'capacidad de diálogo' del director de la Agencia Andaluza del Agua, Jaime Palop, por lo que esperan alcanzar un acuerdo en breve.



Por otra parte, Palop -que hasta 2005 fue presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir- se reunió con los responsables de Feragua para presentarles los objetivos que se ha marcado la Agencia en el primer borrador del Acuerdo Andaluz por el Agua. En principio, y salvo el escollo de la tasa a las aguas subterráneas, los regantes están de acuerdo en casi todos los puntos y reciben el borrador con la esperanza de que 'sirva para poner un poco de orden y lógica en la administración andaluza del agua'.



Una de las grandes demandas de Feragua es acabar con una 'estructura bicéfala' a la hora de gestionar los recursos hídricos, ya que 'el choque entre las estructuras provinciales y las de cuenca está produciendo parálisis de iniciativas, déficit de inversiones, caos e ineficacia administrativa, y una politización insoportable de la gestión hidráulica', según denunció el presidente de Feragua, José Fernández de Heredia.



Feragua confía igualmente en que este gran pacto de la administración andaluza con los agentes económicos y sociales implicados en la gestión hidráulica ponga de manifiesto la necesidad de realizar una transposición flexible de la Directiva Marco de Aguas, acorde con las peculiaridades climáticas y socieconómicas de las cuencas mediterráneas. 'Tenemos una Directiva Marco de Aguas muy loable en sus objetivos ambientales, pero quizás concebida desde enfoques centroeuropeístas, y la propia normativa reconoce la necesidad de ajustar los planteamientos a las particularidades de cada territorio', ha señalado Fernández de Heredia. Según Feragua, en Europa los problemas del agua están ligados a la mala calidad por la contaminación industrial mientras que en Andalucía los problemas principales son debidos a la escasez de recursos hídricos.