El calentamiento de los océanos aumenta la frecuencia y la intensidad de los huracanes
Vie, 05/09/2008
Los huracanes más potentes se vuelven aún más violentos a consecuencia del cambio climático y la subida de la temperatura de los océanos. Un análisis estadístico basado en datos de los satélites de los últimos 25 años, así lo demuestra, según una investigación de un equipo de científicos dirigido por James Elsner, del Departamento de Geografía de la Universidad Estatal de Florida, EE.UU.
La investigación aparece publicada en la revista 'Nature', y puede significar un punto de inflexión en la polémica de si el cambio climático incrementa los efectos más destructivos de los huracanes y su frecuencia. El análisis es válido para los huracanes de las zonas tropicales del Atlántico, el Índico y el Pacífico. El Pacífico sur no ha podido ser evaluado por falta de registros sostenidos en el tiempo para llevar a cabo la investigación.
Los análisis de los datos tomados por los satélites en estos últimos 25 años, demuestran que hay una tendencia al alza en las velocidades de viento máximas en los ciclones más fuertes que se originan en los mares tropicales, donde la temperatura del agua del mar es más elevada. Este patrón en los ciclones, huracanes o tifones "está vinculado directamente a la temperatura", según los investigadores.
Por cada grado Celsius de subida de temperatura del agua superficial del mar, aumenta la frecuencia de los huracanes más fuertes en una relación de 13 a 17, lo que viene a ser un aumento del 31%, señala el artículo de Nature.
"Cuanto más fuerte es el ciclón, mayor es el incremento de su fuerza", afirman los autores del análisis. Según su tesis, el motor de los huracanes es la temperatura del mar: cuánto más aumenta, más rápido gira el huracán dando vueltas sobre sí mismo en el sentido contrario a las agujas del reloj (en el Hemisferio norte) a velocidades de entre 150 y 240 kilómetros por hora, registros que definen a los huracanes.
Los investigadores de la Universidad de Florida advierten, no obstante, de que las incertidumbres sobre la formación, frecuencia e intensidad de los huracanes son todavía muy altas.
90% DE FIABILIDAD
También señalan que su estudio no incluye otros parámetros como el origen, la duración, la proximidad a tierra, las interferencias del fenómeno de 'El Niño' o la actividad solar. Además, añaden que sería necesario controlar nuevos factores: cambios de temperaturas en la troposfera y los vientos próximos a tierra.
Aún así, señalan que su análisis y las tendencias que se observan tienen un rango de fiabilidad por encima del 90%, lo que hace que sus conclusiones tengan un elevado índice de credibilidad.
El huracán 'Gustav' arrasó la semana pasada el Caribe, dejando más de un centenar de metros, la mayor parte en Haití. 'Gustav' no llegó a ser un huracán de fuerza 4, la más potente en la escala Simpson. Sin embargo, las autoridades cubanas midieron vientos sostenidos de 180 kilómetros por hora, con rachas de hasta 240 en la Isla de la Juventud, cuyas infraestructuras y viviendas quedaron completamente destruidas, aunque no hubo víctimas.
"Es como si hubiera explotado la bomba de Hiroshima", declaró Fidel Castro tras visitar la isla. En este momento, la tormenta Anna, amenaza con convertirse en huracán antes de tocar tierra en la costa sur de EE.UU.
Simultáneamente, las tormentas tropicales, 'Ike' y 'Josephinne', están también cobrando fuerza antes de llegar a las Bahamas y al sureste de EE.UU. Numerosas áreas del Caribe registran temperaturas entre los 25ºC y los 30ºC, y hay zonas puntuales que superan este último registro.
Las previsiones apuntan que en esta temporada de huracanes habrá un incremento del número de fenómenos, según la página web del Centro de Huracanes de Yucatán, México. Sin embargo, hay que esperar al fin de la temporada, a mediados de noviembre para conocer si en 2008 ha habido más tormentas tropicales y huracanes de lo habitual.
Autor: Gustavo Catalán Deus
La investigación aparece publicada en la revista 'Nature', y puede significar un punto de inflexión en la polémica de si el cambio climático incrementa los efectos más destructivos de los huracanes y su frecuencia. El análisis es válido para los huracanes de las zonas tropicales del Atlántico, el Índico y el Pacífico. El Pacífico sur no ha podido ser evaluado por falta de registros sostenidos en el tiempo para llevar a cabo la investigación.
Los análisis de los datos tomados por los satélites en estos últimos 25 años, demuestran que hay una tendencia al alza en las velocidades de viento máximas en los ciclones más fuertes que se originan en los mares tropicales, donde la temperatura del agua del mar es más elevada. Este patrón en los ciclones, huracanes o tifones "está vinculado directamente a la temperatura", según los investigadores.
Por cada grado Celsius de subida de temperatura del agua superficial del mar, aumenta la frecuencia de los huracanes más fuertes en una relación de 13 a 17, lo que viene a ser un aumento del 31%, señala el artículo de Nature.
"Cuanto más fuerte es el ciclón, mayor es el incremento de su fuerza", afirman los autores del análisis. Según su tesis, el motor de los huracanes es la temperatura del mar: cuánto más aumenta, más rápido gira el huracán dando vueltas sobre sí mismo en el sentido contrario a las agujas del reloj (en el Hemisferio norte) a velocidades de entre 150 y 240 kilómetros por hora, registros que definen a los huracanes.
Los investigadores de la Universidad de Florida advierten, no obstante, de que las incertidumbres sobre la formación, frecuencia e intensidad de los huracanes son todavía muy altas.
90% DE FIABILIDAD
También señalan que su estudio no incluye otros parámetros como el origen, la duración, la proximidad a tierra, las interferencias del fenómeno de 'El Niño' o la actividad solar. Además, añaden que sería necesario controlar nuevos factores: cambios de temperaturas en la troposfera y los vientos próximos a tierra.
Aún así, señalan que su análisis y las tendencias que se observan tienen un rango de fiabilidad por encima del 90%, lo que hace que sus conclusiones tengan un elevado índice de credibilidad.
El huracán 'Gustav' arrasó la semana pasada el Caribe, dejando más de un centenar de metros, la mayor parte en Haití. 'Gustav' no llegó a ser un huracán de fuerza 4, la más potente en la escala Simpson. Sin embargo, las autoridades cubanas midieron vientos sostenidos de 180 kilómetros por hora, con rachas de hasta 240 en la Isla de la Juventud, cuyas infraestructuras y viviendas quedaron completamente destruidas, aunque no hubo víctimas.
"Es como si hubiera explotado la bomba de Hiroshima", declaró Fidel Castro tras visitar la isla. En este momento, la tormenta Anna, amenaza con convertirse en huracán antes de tocar tierra en la costa sur de EE.UU.
Simultáneamente, las tormentas tropicales, 'Ike' y 'Josephinne', están también cobrando fuerza antes de llegar a las Bahamas y al sureste de EE.UU. Numerosas áreas del Caribe registran temperaturas entre los 25ºC y los 30ºC, y hay zonas puntuales que superan este último registro.
Las previsiones apuntan que en esta temporada de huracanes habrá un incremento del número de fenómenos, según la página web del Centro de Huracanes de Yucatán, México. Sin embargo, hay que esperar al fin de la temporada, a mediados de noviembre para conocer si en 2008 ha habido más tormentas tropicales y huracanes de lo habitual.
Autor: Gustavo Catalán Deus