La depuradora de agua de Cáceres empleará ozono para reducir el nivel de trihalometanos

Mar, 12/08/2008

Europa Press

La Estación de Tratamiento de Agua Potable de Cáceres (ETAP), ubicada en la carretera de Trujillo (Cáceres), empleará ozono en el proceso de depuración del agua para lograr reducir el nivel de trihalometanos de la misma.

En este sentido, cabe puntualizar que en la actualidad el nivel de estos elementos en el agua de Cáceres ronda los 150 microgramos por litro, mientras que la normativa europea exige que el próximo uno de enero de 2009 esta cifra no supere los cien microgramos por litro.

Para ello, esta planta depuradora está albergando una serie de obras desde hace una semana, que esta mañana fueron visitadas por la alcaldesa de Cáceres Carmen Heras, quien estuvo acompañada por distintos técnicos y responsables de la planta.

El proyecto destinado a mejorar la calidad del agua que consumen los 100.000 habitantes de Cáceres, Sierra de Fuentes y Malpartida de Cáceres será ejecutado en dos fases por la empresa Hispanagua, del grupo Canal de Isabel II.

La primera etapa del proyecto que se acometerá durante cinco meses y que debe estar listo antes de finales de año para cumplir con las exigencias comunitarias, se centrará en "desplazar la actual arqueta de caudalímetro, de modo que se habilite un espacio para instalar una nueva cámara de pre-ozonización", indicó el ingeniero.

En esta cámara se tratará al agua con ozono, como nuevo elemento depurador en sustitución del cloro, cuya reacción con la materia orgánica del agua, era el causante del elevado nivel de trihalometanos del líquido.

Por lo tanto, según explicaron los técnicos de la planta, el ozono reemplazará al cloro, aunque éste último "sí que se le aplicará al agua en su fase final de depuración", comentaron.

Además, gracias a una inversión de 625.882,35 euros con cargo a los presupuestos municipales de 2008, se habilitará una dependencia anexa al edificio para el bombeo, que albergará un equipo de generación de agua (dotación que absorbe el grueso del presupuesto), al tiempo que se colocarán las tuberías e instrumentos necesarios para canalizar el gas.

Del mismo modo, se instalará un depósito de almacenamiento de oxígeno, así como una nueva línea de baja tensión desde el transformador de servicios auxiliares al edificio habilitado para la generación de ozono y los cuadros de maniobra pertinentes. El proyecto también contempla la urbanización de esta nueva zona.

Las actuaciones se completarán en una segunda fase "de afinamiento" para la que en la actualidad "se está buscando financiación", dado su elevado coste de 3.625.000 euros, destinados a la post-ozonización y a la filtración con filtros de carbón activos.

MEJORAR EL SABOR Y EL COLOR

Estos trabajos, especialmente los que se acometan en la segunda parte del proyecto, servirán también según indicó la alcaldesa para "mejorar el sabor y el color del agua", ya que ambas características son "las que más nota el consumidor y con las que más nos extrañamos todos", señaló Heras.

En este sentido, Heras subrayó que el tema del agua "es de primera magnitud para el equipo de gobierno" por lo que su deseo es trabajar para mejorar el suministro y para "tranquilizar" a la población, entre la que se formó revuelo toda vez que en 2006 se publicara un estudio de la Organización De Consumidores y Usuarios (OCU) en el que aseguraba que el agua cacereña era de mala calidad y presentaba unos niveles de trihalometanos excesivos.

En este sentido, Heras señaló su intención de reducir estos parámetros porque "aunque no son totalmente perjudiciales, siempre es mejor estar en los niveles que marca la ley".

Asimismo, planteó la necesidad de seguir trabajando en las infraestructuras que permiten suministrar agua a Cáceres desde el embalse del Guadiloba y comentó que incluso se habla de construir una nueva planta potabilizadora, aunque puntualizó que dada la envergadura de esta idea "son palabras mayores".

CONSUMO NORMAL.

Finalmente, según señalaron los técnicos, hay que precisar que la ciudad de Cáceres realiza un consumo de 1.200 metros cúbicos a la hora (30.000 metros cúbicos al día), lo que representa un consumo "normal y racional" similar a la media española.

Cabe apuntar que el Guadiloba está en el 51 por ciento de su capacidad y que el consumo de agua en verano, como "es habitual cada año" ha descendido en la capital, concluyeron los expertos.