Dos batiscafos rusos descienden hasta el fondo del lago siberiano Baikal, el más profundo del mundo
Mié, 30/07/2008
La expedición científica rusa también ha establecido que la profundidad del lago, que acoge la quinta parte de las reservas de agua dulce del planeta, es mayor de 1.637 metros, la medida oficial desde que el batiscafo soviético Pisis-11 se posara en el fondo del lago en 1991.
"Es sabido que el lecho del lago no es plano. Por ello, es probable que se localicen puntos más profundos", ha añadido, y ha negado que los Mir hubieran establecido un nuevo récord de inmersión en agua dulce, como informó la propia expedición en un primer momento.
El primer sumergible en alcanzar el fondo del Baikal a 1.592 metros de profundidad ha sido el Mir-2, a las 15:15 hora local (06:15 GMT), mientras el Mir-1 ha descendido sólo hasta los 1.580 metros debido a un fallo técnico en el sistema de navegación, según la agencia oficial Itar-Tass.
En el lecho del lago los Mir han colocado una pirámide de acero inoxidable de un metro de altura con el escudo de Rusia y de la república siberiana de Buriatia, cercana a Mongolia. Cada uno de los batiscafos contaba con una tripulación de tres personas, entre las que se encontraban dos pilotos, el gobernador de la república siberiana de Buriatia, un diputado federal, un científico y uno de los empresarios que financia la expedición. Tras tocar el lecho, los Mir y sus ocupantes han regresado sanos y salvos a la superficie tras unas seis horas bajo el agua, donde han sido izados por la nave nodriza -una gigantesca barcaza de 62 metros de eslora- y han brindado con champán.
La expedición, que realizará este año y el próximo más de cien inmersiones en el Baikal, se propone determinar con exactitud su profundidad, detectar posibles fuentes subterráneas de procesos termales, tomar datos tectónicos -el lago experimenta unos dos mil seísmos anuales de baja intensidad- y examinar restos arqueológicos.
Según los científicos, el lago podría acoger gases como el metano, que en caso de calentamiento global podrían ser liberados, lo que elevaría peligrosamente la temperatura de nuestro planeta. De hecho, supuestamente debido al cambio climático, la temperatura del Baikal, que tiene más de 25 millones de años de antigüedad, ya ha aumentado en 1,21 grados desde 1946, tres veces más que en el resto del planeta.
También se tratará de verificar las hipótesis de la existencia en ese lago de formas de vida sin oxígeno y, además, los científicos aprovecharán para despejar otra incógnita: las reservas y los recursos energéticos del lago. La misión científica está organizada por el Fondo de Asistencia para la Protección de Lago Baikal y dirigida por Artur Chilingárov, vicepresidente de la Duma o cámara de diputados e investigador polar.
Su financiación corre a cargo de organizaciones científicas y ecológicas no gubernamentales y empresas privadas. La expedición y sus resultados serán plasmados en una película documental, cuyo objetivo es concienciar a todo el mundo sobre la necesidad de cuidar la naturaleza.
En próximas inmersiones descenderá a las profundidades abisales del lago la diputada Natalia Komarova, jefa del comité de Recursos Naturales y Ecología de la Duma rusa. "Debemos comprender cómo usar y cómo proteger el Baikal, sin perjudicar su ecosistema", ha señalado la legisladora a la agencia oficial Itar-Tass.
Los Mir ya hicieron historia el pasado año al clavar la bandera tricolor de Rusia en el fondo del Océano Glacial Ártico, justo debajo del Polo Norte geográfico a 4.261 metros de profundidad. Además, estos batiscafos también participaron en la toma de imágenes de los restos del "Titanic", que fueron utilizadas después en la famosa película dirigida por James Cameron; y en la liquidación de las secuelas radiactivas provocadas por el hundimiento del submarino nuclear "Kursk" en 2000.
Con una superficie de 31.500 kilómetros cuadrados, 636 kilómetros de largo y 23.400 kilómetros cúbicos de agua, el Baikal supera con creces el volumen conjunto de agua de los cinco Grandes Lagos de Estados Unidos y Canadá. El lago alberga 848 especies de animales que no existen en ninguna otra parte del mundo, como la "golomianka", pez vivíparo que habita a 1.000 metros de profundidad, o el diminuto "epishura", un cangrejo de apenas uno o dos milímetros de longitud.
"Es sabido que el lecho del lago no es plano. Por ello, es probable que se localicen puntos más profundos", ha añadido, y ha negado que los Mir hubieran establecido un nuevo récord de inmersión en agua dulce, como informó la propia expedición en un primer momento.
El primer sumergible en alcanzar el fondo del Baikal a 1.592 metros de profundidad ha sido el Mir-2, a las 15:15 hora local (06:15 GMT), mientras el Mir-1 ha descendido sólo hasta los 1.580 metros debido a un fallo técnico en el sistema de navegación, según la agencia oficial Itar-Tass.
En el lecho del lago los Mir han colocado una pirámide de acero inoxidable de un metro de altura con el escudo de Rusia y de la república siberiana de Buriatia, cercana a Mongolia. Cada uno de los batiscafos contaba con una tripulación de tres personas, entre las que se encontraban dos pilotos, el gobernador de la república siberiana de Buriatia, un diputado federal, un científico y uno de los empresarios que financia la expedición. Tras tocar el lecho, los Mir y sus ocupantes han regresado sanos y salvos a la superficie tras unas seis horas bajo el agua, donde han sido izados por la nave nodriza -una gigantesca barcaza de 62 metros de eslora- y han brindado con champán.
La expedición, que realizará este año y el próximo más de cien inmersiones en el Baikal, se propone determinar con exactitud su profundidad, detectar posibles fuentes subterráneas de procesos termales, tomar datos tectónicos -el lago experimenta unos dos mil seísmos anuales de baja intensidad- y examinar restos arqueológicos.
Según los científicos, el lago podría acoger gases como el metano, que en caso de calentamiento global podrían ser liberados, lo que elevaría peligrosamente la temperatura de nuestro planeta. De hecho, supuestamente debido al cambio climático, la temperatura del Baikal, que tiene más de 25 millones de años de antigüedad, ya ha aumentado en 1,21 grados desde 1946, tres veces más que en el resto del planeta.
También se tratará de verificar las hipótesis de la existencia en ese lago de formas de vida sin oxígeno y, además, los científicos aprovecharán para despejar otra incógnita: las reservas y los recursos energéticos del lago. La misión científica está organizada por el Fondo de Asistencia para la Protección de Lago Baikal y dirigida por Artur Chilingárov, vicepresidente de la Duma o cámara de diputados e investigador polar.
Su financiación corre a cargo de organizaciones científicas y ecológicas no gubernamentales y empresas privadas. La expedición y sus resultados serán plasmados en una película documental, cuyo objetivo es concienciar a todo el mundo sobre la necesidad de cuidar la naturaleza.
En próximas inmersiones descenderá a las profundidades abisales del lago la diputada Natalia Komarova, jefa del comité de Recursos Naturales y Ecología de la Duma rusa. "Debemos comprender cómo usar y cómo proteger el Baikal, sin perjudicar su ecosistema", ha señalado la legisladora a la agencia oficial Itar-Tass.
Los Mir ya hicieron historia el pasado año al clavar la bandera tricolor de Rusia en el fondo del Océano Glacial Ártico, justo debajo del Polo Norte geográfico a 4.261 metros de profundidad. Además, estos batiscafos también participaron en la toma de imágenes de los restos del "Titanic", que fueron utilizadas después en la famosa película dirigida por James Cameron; y en la liquidación de las secuelas radiactivas provocadas por el hundimiento del submarino nuclear "Kursk" en 2000.
Con una superficie de 31.500 kilómetros cuadrados, 636 kilómetros de largo y 23.400 kilómetros cúbicos de agua, el Baikal supera con creces el volumen conjunto de agua de los cinco Grandes Lagos de Estados Unidos y Canadá. El lago alberga 848 especies de animales que no existen en ninguna otra parte del mundo, como la "golomianka", pez vivíparo que habita a 1.000 metros de profundidad, o el diminuto "epishura", un cangrejo de apenas uno o dos milímetros de longitud.