Un río con escasa agua y con poca población en la cuenca del Ebro

Dom, 27/07/2008

El Periódico de Aragón


INFORME
El Aguas Vivas es un río afluente del Ebro que discurre por su margen derecha y que presenta graves problemas para atender la demanda de riego de sus habitantes. La cuenca es la menos poblada de todo Aragón, ya que entre todos los municipios que la habitan no llegan a las 10.000 personas. La escasez de caudales hace del Aguas Vivas un río con graves problemas, aunque en ocasiones se producen avenidas que pueden poner en peligro las hectáreas de riego y algunas poblaciones.

CANTIDAD DE AGUA:
Los recursos hídricos de agua que aporta el Aguas Vivas al Ebro son de 46,2 hectómetros cúbicos al año, aunque son en régimen natural, sin contar las detracciones que para los distintos consumos se practican. Hay dos embalses (Moneva y La Hoya de Almochuel)
que modifican el régimen hidrológico original de los cauces de la cuenca del Aguas Vivas, y provocan que en verano haya más caudal para satisfacer la demanda de riego, mientras que el resto del año hay menos caudales. Sin embargo, al no existir estaciones de aforo en el tramo bajo del río, no es posible hacer "una valoración del impacto de los usos del agua en el tramo medio y bajo del río Aguas Vivas".

ESPACIOS PROTEGIDOS:
La cuenca de este río --que transcurre en su totalidad por territorio aragonés, concretamente por las provincias de Teruel y Zaragoza-- tiene 24 puntos de abastecimiento, de los que 21 son subterráneos (pozos y manantiales). Además, hay dos espacios naturales significativos, declarados Lugar de Interés Comunitario. Son una parte del Alto Huerva que linda con la cuenca del Aguas Vivas y el barranco de Valdemesón, en Azaila. En el primer espacio protegido se encuentran hasta diez hábitats distintos, con presencia abundante de murciélagos, cigüeñas negras, milanos reales, alimoches, águilas reales, madrillas, bermejuelas y el casi inencontrable cangrejo común de río. En su confluencia con el Ebro destaca la presencia de numerosas aves, como el milano, el alcotán, el cernícalo primilla, el buitre leonado y la codorniz.

ESTADO ECOLÓGICO:
Los niveles que se han medido en las distintas estaciones presentes en el Aguas Vivas demuestran que el embalse de Moneva presenta una calidad relativamente buena en sus aguas, y la presencia de vertidos en el río es apenas importante, primero por la escasa población, segundo por los planes de construcción de depuradoras y por las escasas industrias presentes en los cien kilómetros del río. Hay dos empresas con cierto volumen de residuos, ambas en La Zaida, pero que tienen la autorización ambiental integrada y depuran sus restos antes de verterlos. En cuanto al estado ecológico, el Aguas Vivas
presenta un análisis satisfactorio, aunque en el año 2005 no se pudo muestrear debido a que el cauce estaba seco. Esta tendencia es progresiva y pasará cada vez con más frecuencia. Tampoco se puede establecer con fiabilidad la calidad del agua potable, a pesar de que antes del 2005 sí se daban unos resultados óptimos.

CAUDAL ECOLÓGICO:
La CHE está atenta a los problemas que tiene el río y está trabajando en una nueva propuesta de caudales para establecer el ecológico. Esta propuesta no solo atendería los requerimientos ambientales, sino también los condicionamientos "sociales y económicos" para que, aunque sea de forma "transitoria", se mejore la calidad ecológica del río y especialmente el estado de la fauna piscícola.

INDUSTRIA Y AGRICULTURA:
Solo el 5,1% de la cuenca está dedicado al cultivo de regadío, mientras que el secano ocupa el 67,5%. Este hecho es debido a las escasas aportaciones hídricas del Aguas Vivas. En cuanto a la industria, apenas tiene incidencia en la cuenca, salvo en La Zaila, donde representa el 80,7% de la actividad. Muniesa es el municipio donde la industria tiene menos impacto. Solo el 0,48% de las empresas de la cuenca del Ebro está instalado en el Aguas Vivas, y da empleo a 1.343 trabajadores. Asimismo, el agua del río no es suficiente para dotar a todos los sistemas de riego que hay en la cuenca.