Tres ríos a los que el riego da más agua que sus fuentes
Mié, 16/07/2008
El Arba, el primer afluente del Ebro propiamente aragonés de la margen izquierda, está formado en realidad por tres ríos que nacen en la prepirenaica Sierra de Santo Domingo --el Arba de Riguel, el Arba de Luesia y el Arba de Biel-- y cuyas aguas confluyen al sur de Ejea para desembocar en Gallur.
RECURSOS:
Los Arbas reciben más agua de la que llevan en régimen natural, que se sitúa en 172,8 hectómetros cúbicos anuales, aunque con picos de 522 en 1960 y de 35 en 1944. Sin embargo, los datos que desde 1973 recoge la estación de aforos de Gallur indican que la aportación media es de 322. ¿Por qué? "La cuenca del Arba presenta la particularidad de que recibe los retornos de gran parte del sistema de Bardenas", indica la Documentación previa del Plan Hidrológico . Diferentes estimaciones sitúan la aportación del regadío al Arba entre 65 y 100 hectómetros cúbicos anuales, volumen que se verá reducido por la modernización de las infraestructuras y la gestión del agua en el Canal de Bardenas. Este aumento del caudal por el riego en verano "es muy significativo y tiene una importante afección en el cauce, haciéndose más profundo de lo que sería de forma natural".
ZONAS SENSIBLES:
En la cuenca del Arba existen 14 captaciones de agua superficiales y 13 subterráneas, incluye dos tramos con protección para especies piscícolas --el Arba de Biel entre Biel y Luna y el de Luesia de Uncastillo a Biota-- y hay cinco Lugares de Interés Comunitario y cuatro Zonas Especiales de Protección de Aves --en las que destacan la presencia de boj, pinos y rapaces--. Por la zona vuelan el quebrantahuesos y el cernícalo primilla.
También existe un área especialmente sensible a la acción agraria: la zona sur, desde la estanca de Escorón y Castejón de Valdejasa hasta la desembocadura, situada sobre los aluviales del Ebro y el Gállego, está catalogada como zona vulnerable a la contaminación por nitratos. De hecho, los datos recogidos por la CHE indican que la presencia de nitratos es reducida en la zona media y alta de la cuenca pero esos valores "aumentan conforme el río se aproxima hacia su desembocadura". En Tauste "se aprecia una tendencia creciente desde el año 1980, superando con frecuencia el nivel máximo de referencia", además de que "la concentración de nutrientes es muy elevada, con aparente influencia de contaminación orgánica reciente". Ocurre algo similar al estudiar los indicadores biológicos como la presencia de invertebrados en el agua. "Del control realizado en la cuenca del río Arba durante el año 2006 se ha concluido que todas las masas analizadas están en buen estado" ecológico, salvo a partir de la confluencia del Riguel, "que se encuentra en mal estado". Ocurre algo similar con los acuíferos, más afectados por la presencia de nitratos muy sulfatos en el sur de la cuenca.
Los controles de la CHE también han detectado falta de oxígeno en el tramo del Arba de Biel a partir del barranco de Cuarzo (Luna).
PRESIONES:
"La actividad industrial no es muy grande en esta zona" y el 93% de los vertidos urbanos deberían estar tratados el año que viene si se cumplen los plazos del Plan de Depuración de la DGA, que prevé estaciones de tratamiento en Sádaba, Uncastillo y Biota. La actividad agrícola genera una curiosa situación: el regadío "es deficitario por falta de regulación de los recursos naturales del propio Arba" al mismo tiempo que los retornos de Bardenas elevan el caudal que lleva el río, lo que hace que en la mitad sur de la cuenca no se registren incumplimientos del nivel ecológico, que sí se dan de forma "frecuente" en la norte. Esta situación resulta "especialmente preocupante" en el Arba de Luesia en Biota, donde "el porcentaje de días al año de incumplimiento del caudal ecológico ronda el 60% y el río está próximo a secarse".
CRECIDAS:
El Arba, y los tramos de Biel y de Luesia, han registrado cinco avenidas históricas en los últimos veinte años. De hecho, la Comisión Nacional de Protección Civil tiene catalogados como de riesgo medio de inundaciones
los tramos que discurren entre Biota y Ejea de los Caballeros y entre Tauste y la desembocadura.
RECURSOS:
Los Arbas reciben más agua de la que llevan en régimen natural, que se sitúa en 172,8 hectómetros cúbicos anuales, aunque con picos de 522 en 1960 y de 35 en 1944. Sin embargo, los datos que desde 1973 recoge la estación de aforos de Gallur indican que la aportación media es de 322. ¿Por qué? "La cuenca del Arba presenta la particularidad de que recibe los retornos de gran parte del sistema de Bardenas", indica la Documentación previa del Plan Hidrológico . Diferentes estimaciones sitúan la aportación del regadío al Arba entre 65 y 100 hectómetros cúbicos anuales, volumen que se verá reducido por la modernización de las infraestructuras y la gestión del agua en el Canal de Bardenas. Este aumento del caudal por el riego en verano "es muy significativo y tiene una importante afección en el cauce, haciéndose más profundo de lo que sería de forma natural".
ZONAS SENSIBLES:
En la cuenca del Arba existen 14 captaciones de agua superficiales y 13 subterráneas, incluye dos tramos con protección para especies piscícolas --el Arba de Biel entre Biel y Luna y el de Luesia de Uncastillo a Biota-- y hay cinco Lugares de Interés Comunitario y cuatro Zonas Especiales de Protección de Aves --en las que destacan la presencia de boj, pinos y rapaces--. Por la zona vuelan el quebrantahuesos y el cernícalo primilla.
También existe un área especialmente sensible a la acción agraria: la zona sur, desde la estanca de Escorón y Castejón de Valdejasa hasta la desembocadura, situada sobre los aluviales del Ebro y el Gállego, está catalogada como zona vulnerable a la contaminación por nitratos. De hecho, los datos recogidos por la CHE indican que la presencia de nitratos es reducida en la zona media y alta de la cuenca pero esos valores "aumentan conforme el río se aproxima hacia su desembocadura". En Tauste "se aprecia una tendencia creciente desde el año 1980, superando con frecuencia el nivel máximo de referencia", además de que "la concentración de nutrientes es muy elevada, con aparente influencia de contaminación orgánica reciente". Ocurre algo similar al estudiar los indicadores biológicos como la presencia de invertebrados en el agua. "Del control realizado en la cuenca del río Arba durante el año 2006 se ha concluido que todas las masas analizadas están en buen estado" ecológico, salvo a partir de la confluencia del Riguel, "que se encuentra en mal estado". Ocurre algo similar con los acuíferos, más afectados por la presencia de nitratos muy sulfatos en el sur de la cuenca.
Los controles de la CHE también han detectado falta de oxígeno en el tramo del Arba de Biel a partir del barranco de Cuarzo (Luna).
PRESIONES:
"La actividad industrial no es muy grande en esta zona" y el 93% de los vertidos urbanos deberían estar tratados el año que viene si se cumplen los plazos del Plan de Depuración de la DGA, que prevé estaciones de tratamiento en Sádaba, Uncastillo y Biota. La actividad agrícola genera una curiosa situación: el regadío "es deficitario por falta de regulación de los recursos naturales del propio Arba" al mismo tiempo que los retornos de Bardenas elevan el caudal que lleva el río, lo que hace que en la mitad sur de la cuenca no se registren incumplimientos del nivel ecológico, que sí se dan de forma "frecuente" en la norte. Esta situación resulta "especialmente preocupante" en el Arba de Luesia en Biota, donde "el porcentaje de días al año de incumplimiento del caudal ecológico ronda el 60% y el río está próximo a secarse".
CRECIDAS:
El Arba, y los tramos de Biel y de Luesia, han registrado cinco avenidas históricas en los últimos veinte años. De hecho, la Comisión Nacional de Protección Civil tiene catalogados como de riesgo medio de inundaciones
los tramos que discurren entre Biota y Ejea de los Caballeros y entre Tauste y la desembocadura.