La alarma del arsénico obliga a la CHD a vigilar más las aguas subterráneas
Mar, 15/07/2008
La Confederación amplía los puntos de control de la calidad para analizar su prepotabilidad El asunto del arsénico y la contaminación en el agua potable, de al menos una docena de pueblos en León, fue uno de los principales asuntos abordados ayer en Valladolid en la reunión mantenida entre el presidente de la CHD, Antonio Gato, y la responsable de la Diputación, Isabel Carrasco. La Confederación Hidrográfica del Duero recalcó desde el primer momento a la presidenta que «el control de las aguas potables no compete a los organismos de la cuenca». No obstante, anunció a Carrasco que la Confederación ha ampliado los puntos de control de la calidad de agua subterránea con el fin de analizar su prepotabilidad. Tiene previsto dar a conocer en fechas próximas los resultados de este informe, incluido en la primera campaña de la red de calidad de aguas subterráneas adaptadas a la Directiva Marco del Agua (DMA). Una vez que el informe esté concluido, será remitido a la Diputación para que la institución pueda conocer los resultados de primera mano para «evitar problemas futuros sobre la calidad del agua». En este ámbito de colaboración, además, en el encuentro se apuntó la posibilidad de que la Diputación participe también -con la Junta y la CHD- en la gestión de las depuradoras nuevas, con fórmulas de colaboración con los ayuntamientos. Para desarrollar esta misión, la institución podría poner en marcha un consorcio provincial al estilo de Gersul. La institución expuso también a Gato las principales líneas de acción del Plan de Gestión Integral del Agua de Uso Urbano, cuyo principal objetivo se centra en fijar un modelo único de gestión para evitar problemas en el abastecimiento y asegurar su calidad en todo el área rural. Contempla el desarrollo de una radiografía del estado de abastecimiento y saneamiento.