Los arroceros buscan financiación para un estudio privado sobre el río
Lun, 07/07/2008
La Federación de Arroceros de Sevilla (FAS) esta inmersa en 'gestiones' para la 'financiación' de un estudio externo y ajeno al que elabora la Consejería de Medio Ambiente sobre la salinidad y turbidez detectadas en el cauce del río Guadalquivir. La contratación del análisis depende de los resultados del informe que está realizando actualmente la Administración autonómica.
El presidente de los arroceros de Sevilla, Julián Borja, explicó que esperan con expectación la batimetría, un estudio sobre el lecho que debe exponer la Consejería de Medio Ambiente para contrastar la situación de las aguas respecto a las muestras del año anterior. Este análisis es fundamental para probar que se han realizado dragados que hayan alterado las condiciones del río, facilitando la entrada de agua salada del oceáno en el estuario, tal y como sostienen los arroceros. Borja recordó que el fruto de estos estudios podría motivar que el sector, junto a la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua), encargue un informe independiente para el que actualmente se busca 'financiación'.
Los arroceros consideran que el desembalse de 200 hectómetros cúbicos autorizado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) no habría paliado el índice de salinidad que sufren las aguas del Guadalquivir con los consiguientes perjuicios para el cultivo del arroz, ya que toman el agua de riego directamente del río.
Julián Borja indicó que los agricultores siguen encontrando actualmente 'el mismo' problema de salinidad en el río Guadalquivir que les impide regar con normalidad. Los datos que manejan los agricultores apuntan que se ha triplicado el índice de sal respecto al año pasado. El presidente de la Federación de Arroceros de Sevilla aseguró que el sector se encuentra a expensas de que el 23 de julio se sienten a la misma mesa la Dirección General de Costas del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), la Junta de Andalucía, la Autoridad Portuaria de Sevilla y los agricultores.
Hasta el momento, las administraciones están de acuerdo en que el río Guadalquivir presenta unos índices de presencia de lodos extraordinarios desde el pasado mes de noviembre que han ido remitiendo con el paso de los meses. El otro problema es el incremento de la salinidad, cuyo origen aún se desconoce. Las piscifactorías situadas a lo largo del río acusaron a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir de provocar la turbidez con un desembalse de fondo de la presa de Alcalá del Río, y la CHG sostuvo que no se realizó ningún aporte extraordinario al caudal.
Por su parte, los arroceros creen que el problema se debe a dragados realizados por el Puerto de Sevilla y de la Dirección de Costas, pero ambos organismos negaron taxativamente haber actuado en el río.
El presidente de los arroceros de Sevilla, Julián Borja, explicó que esperan con expectación la batimetría, un estudio sobre el lecho que debe exponer la Consejería de Medio Ambiente para contrastar la situación de las aguas respecto a las muestras del año anterior. Este análisis es fundamental para probar que se han realizado dragados que hayan alterado las condiciones del río, facilitando la entrada de agua salada del oceáno en el estuario, tal y como sostienen los arroceros. Borja recordó que el fruto de estos estudios podría motivar que el sector, junto a la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua), encargue un informe independiente para el que actualmente se busca 'financiación'.
Los arroceros consideran que el desembalse de 200 hectómetros cúbicos autorizado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) no habría paliado el índice de salinidad que sufren las aguas del Guadalquivir con los consiguientes perjuicios para el cultivo del arroz, ya que toman el agua de riego directamente del río.
Julián Borja indicó que los agricultores siguen encontrando actualmente 'el mismo' problema de salinidad en el río Guadalquivir que les impide regar con normalidad. Los datos que manejan los agricultores apuntan que se ha triplicado el índice de sal respecto al año pasado. El presidente de la Federación de Arroceros de Sevilla aseguró que el sector se encuentra a expensas de que el 23 de julio se sienten a la misma mesa la Dirección General de Costas del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), la Junta de Andalucía, la Autoridad Portuaria de Sevilla y los agricultores.
Hasta el momento, las administraciones están de acuerdo en que el río Guadalquivir presenta unos índices de presencia de lodos extraordinarios desde el pasado mes de noviembre que han ido remitiendo con el paso de los meses. El otro problema es el incremento de la salinidad, cuyo origen aún se desconoce. Las piscifactorías situadas a lo largo del río acusaron a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir de provocar la turbidez con un desembalse de fondo de la presa de Alcalá del Río, y la CHG sostuvo que no se realizó ningún aporte extraordinario al caudal.
Por su parte, los arroceros creen que el problema se debe a dragados realizados por el Puerto de Sevilla y de la Dirección de Costas, pero ambos organismos negaron taxativamente haber actuado en el río.