Agua para beber o agua para regar. Regantes y pueblos del Tuerto se disputan la gestión del embalse de Villagatón después de 14 años abandonado
Jue, 19/06/2008
Disputa entre los regantes y los pueblos para gestionar el embalse.
Ningún uso del embalse de Villagatón es incompatible siempre que se tengan en cuenta los derechos de los agricultores, los verdaderos promotores del pantano que lleva abandonado desde hace 14 años. Ahora que la Junta de Castilla y León está dispuesta a desbloquear la gestión de la presa, los futuros regantes y los ayuntamientos de Villagatón y Vega de Magaz esperan que la Dirección General de Infraestructuras Rurales se haga cargo del 'Muro', el nombre con el que los cepedanos han bautizado al pantano.Realmente se trata de una enorme pared de 39 metros levantada para embalsar el agua del río Porcos, que nace en el puerto del Manzanal, y 11 arroyos de otros tantos valles.
El proyecto se ideó para regar 1.400 hectáreas de Villagatón y Vega de Magaz. Hoy con una superficie cultivada de poco más de 400 hectáreas, el embalse puede cumplir además otra función.El río Porcos desagua en el Tuerto pasado el pueblo de Fontoria.El tortuoso caudal se encamina entonces hacia Astorga, donde se convierte en Moldera Real, y de allí se dirige a Nistal, Barrientos y Castrillo de las Piedras para desembocar en el Orbigo a la altura de La Bañeza.
El alcalde de Castrillo, Gaspar Cuervo, asegura que «desde el primer momento hemos visto que la presa de Villagatón es la solución» a los problemas de abastecimiento de agua, agravados desde la aparición del arsénico. «Las soluciones que estamos dando ahora para nuestros pueblos son parches puntuales que no sirven para la comarca entera», continúa diciendo el regidor. «Si desde un principio se hubiera cogido el toro por los cuernos en menos de tres años lo tendríamos resuelto. Es una posibilidad que yo creo que sería la adecuada, porque los índices de arsénico fluctúan dependiendo de la pluviometría y otra serie de factores.Nadie puede asegura que dentro de unos días no se detecten más casos. La solución global es el pantano, porque no podemos poner una potabilizadora en cada pueblo. Sería mucho más racional instalar una en la cabecera y que nos diera agua a todos los pueblos afectados».
Reunión en Valladolid
La semana pasada se reunían en Valladolid responsables de la Consejería de Agricultura, los regantes y los alcaldes de Villagatón y Vega de Magaz para empezar a negociar los usos del embalse.El regidor de la localidad donde se ha levantado la presa, Benjamín Geijo, señala que en la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) no existe ningún documento de cesión ni de recepción de obra por parte de los regantes, «por lo tanto la única opción posible es que la Junta de Castilla y León se haga cargo del 'Muro'. Ya tiene transferida la gestión del agua por parte de la CHD y en las Cortes Autonómicas se aprobó una proposición no de ley en la que se comprometía a ocuparse de su administración.Para la junta de regantes serían inasumibles los costes del mantenimiento y de organización».
En la reunión también estuvo el alcalde de Villaobispo de Otero y diputado provincial, Joaquín Llamas, partidario de que el agua de la presa se pueda aprovechar para el abastecimiento, «la Ley de Aguas es clara en este aspecto: primero para boca, segundo para riego y tercero para uso industrial. El alcalde de Villagatón junto con los agricultores está en su derecho de reclamar lo que le pertenece, nadie lo pone en duda». Según Llamas, la presa está catalogada como de alto riesgo para los pueblos que están aguas abajo y los futuros gestores deberán pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles. «En Villagatón pueden estar tranquilos porque van a tener rendimientos por su explotación», concluye el diputado provincial.
Los agricultores, por su parte, quieren que se cuente con ellos para encontrar la solución definitiva a una infraestructura, en principio de riego, que costó más de seis millones de euros.«Si no logramos una buena negociación no nos dejarán entrar en el pueblo», indica no sin cierta ironía el portavoz de los futuros regantes, Juan Evangelista García.
APOYO
-Los históricos aprovechamientos del río Tuerto
Desde el Cueto de San Bartolo, un alto emblemático de la comarca de la Cepeda, al pie del embalse de Villameca, se divisa toda la Vega del Tuerto incluso las torres de la catedral de Astorga.Entre los siglos XII y XV el monte albergó el convento de los Hospitalarios de San Juan, una orden militar y religiosa que se dedicaba a velar por la seguridad de las rutas secundarias del Camino de Santiago. Su visión privilegiada de la ribera del Tuerto les impulsó a buscar aprovechamientos trucheros y de regadío a este caudal que nace en los valles de Nistoso y Villar, en el municipio de Villagatón. Antonio Natal, investigador y escritor cepedano, subraya que gracias al río Tuerto se desarrolló una pujante industria ligada a la molienda del cereal. En los siglos XVIII y XIX el cauce llegó a albergar 89 molinos, uno de ellos, fue construido en Nistal de la Vega por Andrés Rodríguez de Cela, político liberal e investigador agrícola del siglo XIX. El Viejo Molino de Cela es hoy un centro de turismo rural rehabilitado por Mercedes Unceta, que además de ser descendiente de Rodríguez de Cela fue quien en diciembre de 2007 destapaba el caso de la contaminación de las aguas por arsénico.
Ningún uso del embalse de Villagatón es incompatible siempre que se tengan en cuenta los derechos de los agricultores, los verdaderos promotores del pantano que lleva abandonado desde hace 14 años. Ahora que la Junta de Castilla y León está dispuesta a desbloquear la gestión de la presa, los futuros regantes y los ayuntamientos de Villagatón y Vega de Magaz esperan que la Dirección General de Infraestructuras Rurales se haga cargo del 'Muro', el nombre con el que los cepedanos han bautizado al pantano.Realmente se trata de una enorme pared de 39 metros levantada para embalsar el agua del río Porcos, que nace en el puerto del Manzanal, y 11 arroyos de otros tantos valles.
El proyecto se ideó para regar 1.400 hectáreas de Villagatón y Vega de Magaz. Hoy con una superficie cultivada de poco más de 400 hectáreas, el embalse puede cumplir además otra función.El río Porcos desagua en el Tuerto pasado el pueblo de Fontoria.El tortuoso caudal se encamina entonces hacia Astorga, donde se convierte en Moldera Real, y de allí se dirige a Nistal, Barrientos y Castrillo de las Piedras para desembocar en el Orbigo a la altura de La Bañeza.
El alcalde de Castrillo, Gaspar Cuervo, asegura que «desde el primer momento hemos visto que la presa de Villagatón es la solución» a los problemas de abastecimiento de agua, agravados desde la aparición del arsénico. «Las soluciones que estamos dando ahora para nuestros pueblos son parches puntuales que no sirven para la comarca entera», continúa diciendo el regidor. «Si desde un principio se hubiera cogido el toro por los cuernos en menos de tres años lo tendríamos resuelto. Es una posibilidad que yo creo que sería la adecuada, porque los índices de arsénico fluctúan dependiendo de la pluviometría y otra serie de factores.Nadie puede asegura que dentro de unos días no se detecten más casos. La solución global es el pantano, porque no podemos poner una potabilizadora en cada pueblo. Sería mucho más racional instalar una en la cabecera y que nos diera agua a todos los pueblos afectados».
Reunión en Valladolid
La semana pasada se reunían en Valladolid responsables de la Consejería de Agricultura, los regantes y los alcaldes de Villagatón y Vega de Magaz para empezar a negociar los usos del embalse.El regidor de la localidad donde se ha levantado la presa, Benjamín Geijo, señala que en la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) no existe ningún documento de cesión ni de recepción de obra por parte de los regantes, «por lo tanto la única opción posible es que la Junta de Castilla y León se haga cargo del 'Muro'. Ya tiene transferida la gestión del agua por parte de la CHD y en las Cortes Autonómicas se aprobó una proposición no de ley en la que se comprometía a ocuparse de su administración.Para la junta de regantes serían inasumibles los costes del mantenimiento y de organización».
En la reunión también estuvo el alcalde de Villaobispo de Otero y diputado provincial, Joaquín Llamas, partidario de que el agua de la presa se pueda aprovechar para el abastecimiento, «la Ley de Aguas es clara en este aspecto: primero para boca, segundo para riego y tercero para uso industrial. El alcalde de Villagatón junto con los agricultores está en su derecho de reclamar lo que le pertenece, nadie lo pone en duda». Según Llamas, la presa está catalogada como de alto riesgo para los pueblos que están aguas abajo y los futuros gestores deberán pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles. «En Villagatón pueden estar tranquilos porque van a tener rendimientos por su explotación», concluye el diputado provincial.
Los agricultores, por su parte, quieren que se cuente con ellos para encontrar la solución definitiva a una infraestructura, en principio de riego, que costó más de seis millones de euros.«Si no logramos una buena negociación no nos dejarán entrar en el pueblo», indica no sin cierta ironía el portavoz de los futuros regantes, Juan Evangelista García.
APOYO
-Los históricos aprovechamientos del río Tuerto
Desde el Cueto de San Bartolo, un alto emblemático de la comarca de la Cepeda, al pie del embalse de Villameca, se divisa toda la Vega del Tuerto incluso las torres de la catedral de Astorga.Entre los siglos XII y XV el monte albergó el convento de los Hospitalarios de San Juan, una orden militar y religiosa que se dedicaba a velar por la seguridad de las rutas secundarias del Camino de Santiago. Su visión privilegiada de la ribera del Tuerto les impulsó a buscar aprovechamientos trucheros y de regadío a este caudal que nace en los valles de Nistoso y Villar, en el municipio de Villagatón. Antonio Natal, investigador y escritor cepedano, subraya que gracias al río Tuerto se desarrolló una pujante industria ligada a la molienda del cereal. En los siglos XVIII y XIX el cauce llegó a albergar 89 molinos, uno de ellos, fue construido en Nistal de la Vega por Andrés Rodríguez de Cela, político liberal e investigador agrícola del siglo XIX. El Viejo Molino de Cela es hoy un centro de turismo rural rehabilitado por Mercedes Unceta, que además de ser descendiente de Rodríguez de Cela fue quien en diciembre de 2007 destapaba el caso de la contaminación de las aguas por arsénico.