La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha decidido echar el freno a nuevas concesiones de riego con carácter general, al menos hasta la aprobación del nuevo Plan Hidrológico. Se garantiza, eso sí, el agua para los aprovechamientos ya existentes y los derechos consolidados. La medida, que ayer se puso en conocimiento de la junta de gobierno de la CHG, es la consecuencia lógica del espectacular incremento de la superficie de regadío en los últimos años en Andalucía, que ha alcanzado ya el millón de hectáreas coincidiendo, paradójicamente, con un ciclo de sequía.
En el caso concreto de la cuenca del Guadalquivir, que concentra el 76% de toda la superficie de regadío de la comunidad, más de 400.000 hectáreas, la mayor parte de ellas de olivar, se transformaron de secano a regadío durante el periodo 1992-2005.
La búsqueda de una mayor productividad, en unos años en los que las dotaciones de agua por parte de los organismos de cuenca se han reducido sensiblemente, ha llevado a miles de agricultores a introducir sistemas de riego al margen de la ley, con la proliferación de pozos subterráneos que han provocado en muchos casos la sobreexplotación de acuíferos.
La Confederación argumentó ayer su decisión en base al déficit hídrico de la cuenca, que cifra en 415 hectómetros cúbicos, aunque organizaciones de regantes como es el caso de Feragua elevan esa cifra hasta los 750 hectómetros cúbicos. En todo caso, Confederación admite que ese déficit confiere a la cuenca 'una alta vulnerabilidad frente a las sequías'.
Según el organismo de cuenta, los informes de la Oficina de Planificación Hidrológica de la CHG con motivo de la implantación de la Directiva Marco de Aguas y la redacción del nuevo Plan Hidrológico, 'ponen de manifiesto que las posibilidades de incremento de las demandas en el Guadalquivir son prácticamente inexistentes, ya que tras la entrada en servicio de las infraestructuras en construcción no se prevén más incrementos de recursos'.
Así las cosas, la Confederación deja claro que, a partir de ahora, sólo se atenderán 'los derechos legalmente consolidados'. Desde la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua) se valoró la decisión de la CHG al coincidir con el organismo de cuenca en que las posibilidades de incremento de las demandas en el Guadalquivir son prácticamente inexistentes. No obstante, Feragua espera ahora que la Confederación traslade esa decisión a todas las autoridades políticas autonómicas y provinciales y confía en que éstas 'tomen debida nota' y paralicen todas las nuevas iniciativas de riego que existen en el ámbito de la cuenca. El secretario general de Feragua, Pedro Parias, recordó que el compromiso de frenar los nuevos regadíos ya se acordó en una junta de gobierno de la Confederación del año 2005 y espera que esta vez sí sirva para frenar definitivamente el crecimiento de la superficie de riego.