La UMU ultima un sistema de depuración simbiótica en formato vertical de aguas que ahorra energía y costes
Vie, 06/06/2008
El equipo del grupo de investigación Tecnología del Agua del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Murcia (UMU) está ultimando un sistema de depuración simbiótica en formato vertical para aguas residuales que ahorra energía y costes respecto a su predecesor de formato horizontal.
Concretamente, este cambio de formato permitió disponer "en vez de distintas fases en serie en horizontal, a las fases en vertical, con lo que se ahorra bombeo y fases intermedias, lo que redundará en un menor coste energético y del metro cúbico de agua tratada", según informó a Europa Press su investigador responsable del proyecto, José Sáez.
Y es que el primitivo formato horizontal, que la UMU instaló recientemente para la depuración de aguas en el campus de Espinardo, "lleva un sistema de bombeos entre fases, pasa el agua residual pretratada a la primera fase, de la primera fase se filtra y se bombea a la segunda y así sucesivamente".
Por el contrario, en el formato vertical es un desarrollo en el que "se filtra y se alimenta el agua pretratada en la primera fase y de ahí, por gravedad, pasa a todas las siguientes", un procedimiento que provoca "una pequeña variación en los rendimientos depuradores en cada fase que, posteriormente, se puede completar con una buena decantación para quitar toda la biomasa que ha arrastrado en las fases en vertical", apuntó Sáez.
Para el desarrollo de este proyecto, que está a punto de concluir y ya se aplica en dos plantas piloto en dos empresas industriales de la Región de Murcia, el grupo de investigación contó con la colaboración de la Comunidad Autónoma, con empresarios, y con la Entidad de Saneamiento y Depuración de Aguas Residuales de la Región de Murcia (Esamur).
Sáez planteó que el propósito es depurar "no sólo a aguas de origen doméstico, también de aguas industriales", una aspecto sobre el que el grupo de investigación "trabaja en la depuración de aguas de purines que se generan en la granja de veterinaria de la UMU, que si fuera a bien, sería una de las aplicaciones de más riesgo que podría afrontar la planta".
ORIGEN DE LA INVESTIGACIÓN.
El origen de este proyecto piloto, se basó de los estudios sobre la planta de depuración simbiótica del campus de Espinardo, que trata 500 metros cúbicos al día de agua residual y los convierte en aptos para el riego de las zonas verdes, unos datos que, según Sáez "fueron alentadores y permitieron hacer el diseño del proyecto".
El propósito inicial era buscar una planta depuradora "asequible para pequeñas poblaciones, pymes e industrias de tamaño pequeño y medio", ya que, según Sáez, "siempre es factible alcanzar desarrollos, el coste para depurar es un factor que incide mucho".
Así pues, la planta admitió mejoras, y Esamur, aparte de sufragar la construcción de la depuradora, subvencionó igualmente su seguimiento científico por parte de dos grupos de investigación, el de microbiología, y el de investigación Tecnología del Agua.
En estos momentos, los grupos de investigación se encuentran analizando los indicadores de coste del kilovatio por metro cúbico de agua tratada, el coste en euros por metro cúbico de agua tratada, y los inconvenientes que la planta real está presentado al pasar de una planta piloto a otra real.
Sáez admitió que para dar por finalizada la investigación del formato vertical "quedan cosas por hacer", y explicó que el grupo de investigación "ha participado en el proyecto de calidad de aguas residuales de la industria conservera para su reutilización como agua de riego".
En concreto, se trató de un proyecto "amplio y multidisciplinar" entre la Universidad de Murcia, la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), la Universidad Miguel Hernández, el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (Imida) y el Centro Tecnológico de la Conserva, que lideró el proyecto con financiación de la Comunidad Autónoma y la Caja Mediterráneo (CAM).
Concretamente, este cambio de formato permitió disponer "en vez de distintas fases en serie en horizontal, a las fases en vertical, con lo que se ahorra bombeo y fases intermedias, lo que redundará en un menor coste energético y del metro cúbico de agua tratada", según informó a Europa Press su investigador responsable del proyecto, José Sáez.
Y es que el primitivo formato horizontal, que la UMU instaló recientemente para la depuración de aguas en el campus de Espinardo, "lleva un sistema de bombeos entre fases, pasa el agua residual pretratada a la primera fase, de la primera fase se filtra y se bombea a la segunda y así sucesivamente".
Por el contrario, en el formato vertical es un desarrollo en el que "se filtra y se alimenta el agua pretratada en la primera fase y de ahí, por gravedad, pasa a todas las siguientes", un procedimiento que provoca "una pequeña variación en los rendimientos depuradores en cada fase que, posteriormente, se puede completar con una buena decantación para quitar toda la biomasa que ha arrastrado en las fases en vertical", apuntó Sáez.
Para el desarrollo de este proyecto, que está a punto de concluir y ya se aplica en dos plantas piloto en dos empresas industriales de la Región de Murcia, el grupo de investigación contó con la colaboración de la Comunidad Autónoma, con empresarios, y con la Entidad de Saneamiento y Depuración de Aguas Residuales de la Región de Murcia (Esamur).
Sáez planteó que el propósito es depurar "no sólo a aguas de origen doméstico, también de aguas industriales", una aspecto sobre el que el grupo de investigación "trabaja en la depuración de aguas de purines que se generan en la granja de veterinaria de la UMU, que si fuera a bien, sería una de las aplicaciones de más riesgo que podría afrontar la planta".
ORIGEN DE LA INVESTIGACIÓN.
El origen de este proyecto piloto, se basó de los estudios sobre la planta de depuración simbiótica del campus de Espinardo, que trata 500 metros cúbicos al día de agua residual y los convierte en aptos para el riego de las zonas verdes, unos datos que, según Sáez "fueron alentadores y permitieron hacer el diseño del proyecto".
El propósito inicial era buscar una planta depuradora "asequible para pequeñas poblaciones, pymes e industrias de tamaño pequeño y medio", ya que, según Sáez, "siempre es factible alcanzar desarrollos, el coste para depurar es un factor que incide mucho".
Así pues, la planta admitió mejoras, y Esamur, aparte de sufragar la construcción de la depuradora, subvencionó igualmente su seguimiento científico por parte de dos grupos de investigación, el de microbiología, y el de investigación Tecnología del Agua.
En estos momentos, los grupos de investigación se encuentran analizando los indicadores de coste del kilovatio por metro cúbico de agua tratada, el coste en euros por metro cúbico de agua tratada, y los inconvenientes que la planta real está presentado al pasar de una planta piloto a otra real.
Sáez admitió que para dar por finalizada la investigación del formato vertical "quedan cosas por hacer", y explicó que el grupo de investigación "ha participado en el proyecto de calidad de aguas residuales de la industria conservera para su reutilización como agua de riego".
En concreto, se trató de un proyecto "amplio y multidisciplinar" entre la Universidad de Murcia, la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), la Universidad Miguel Hernández, el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (Imida) y el Centro Tecnológico de la Conserva, que lideró el proyecto con financiación de la Comunidad Autónoma y la Caja Mediterráneo (CAM).