Montilla recuerda que construir el minitrasvase 'no obliga a su utilización'
Jue, 22/05/2008
El presidente de la Generalitat, José Montilla, recordó hoy que construir la tubería que conectará el minitrasvase del Ebro que suministra agua a Tarragona y alrededores con la red que abastece Barcelona y Gerona con agua procedente de los ríos Ter y Llobregat "no obliga a su utilización".
En respuesta a una pregunta formulada por la diputada del PSC Mila Arcarons en la sesión de control en sede parlamentaria, Montilla indicó que, aunque se construya esta obra, ello no obliga "a su utilización, y menos de forma inmediata".
"El Govern no permitirá que el interés público o privado de aquí o de allí ponga en riesgo la determinación" de que el suministro en la zona abastecida con agua procedente de los ríos Ter y Llobregat --donde viven 5,5 de los 7,5 millones de catalanes-- sea "una seguridad" y no "un tema de especulación".
En este sentido, Montilla recordó que las lluvias de los últimos días "no son una garantía por sí solas" puesto que, dentro de unos meses, Cataluña puede estar "en una situación igual o peor que ahora" y tampoco "son suficientes para afrontar la fuerte demanda de los meses de verano". "Las lluvias son una buena noticia, pero no implican un cambio en la tendencia de fondo", añadió.
Recordó que, pese a que el Govern "no cree en los trasvases como medida estructural, ni antes ni ahora", defendió su construcción porque no se puede "estar mirando el cielo" y esperar a que llueva.
Por su parte, el consejero de Medio Ambiente y Vivienda, Francesc Baltasar, afirmó que comparte "plenamente" con la ministra del sector Elena Espinosa la necesidad de llevar a cabo dicha infraestructura, aunque evidenció que la situación actual de los pantanos es "muy diferente" comparado con la de hace unos meses.
Baltasar replicó así a una pregunta realizada por el diputado del PP catalán Santi Rodríguez, quien criticó que ni el consejero ni Montilla respondieran si pensaban igual que la ministra.
Elena Espinosa afirmó el lunes que si los embalses alcanzan el "mínimo necesario" para abastecer a la población, especialmente en el área metropolitana de Barcelona, ni el real decreto ley de excepcionalidad ni la obra de conducción entre Tarragona y Barcelona "tendrían razón de ser".
En respuesta a una pregunta formulada por la diputada del PSC Mila Arcarons en la sesión de control en sede parlamentaria, Montilla indicó que, aunque se construya esta obra, ello no obliga "a su utilización, y menos de forma inmediata".
"El Govern no permitirá que el interés público o privado de aquí o de allí ponga en riesgo la determinación" de que el suministro en la zona abastecida con agua procedente de los ríos Ter y Llobregat --donde viven 5,5 de los 7,5 millones de catalanes-- sea "una seguridad" y no "un tema de especulación".
En este sentido, Montilla recordó que las lluvias de los últimos días "no son una garantía por sí solas" puesto que, dentro de unos meses, Cataluña puede estar "en una situación igual o peor que ahora" y tampoco "son suficientes para afrontar la fuerte demanda de los meses de verano". "Las lluvias son una buena noticia, pero no implican un cambio en la tendencia de fondo", añadió.
Recordó que, pese a que el Govern "no cree en los trasvases como medida estructural, ni antes ni ahora", defendió su construcción porque no se puede "estar mirando el cielo" y esperar a que llueva.
Por su parte, el consejero de Medio Ambiente y Vivienda, Francesc Baltasar, afirmó que comparte "plenamente" con la ministra del sector Elena Espinosa la necesidad de llevar a cabo dicha infraestructura, aunque evidenció que la situación actual de los pantanos es "muy diferente" comparado con la de hace unos meses.
Baltasar replicó así a una pregunta realizada por el diputado del PP catalán Santi Rodríguez, quien criticó que ni el consejero ni Montilla respondieran si pensaban igual que la ministra.
Elena Espinosa afirmó el lunes que si los embalses alcanzan el "mínimo necesario" para abastecer a la población, especialmente en el área metropolitana de Barcelona, ni el real decreto ley de excepcionalidad ni la obra de conducción entre Tarragona y Barcelona "tendrían razón de ser".