El agua de los pozos de Tarragona y de Reus ya está en Barcelona. El Sichem Defender hizo ayer su primera escala entre los dos puertos marítimos para abastecer a la Ciudad Condal de los recursos hídricos sobrantes del Camp. Según Emat-sa, el barco tenía previsto salir de Tarragona a las 01.00 horas y atracar en Barcelona en torno a las 06.00 horas. Por el medio, cuatro horas de viaje -más el tiempo destinado para la entrada y la salida de los puertos- y 56 millas náuticas -que se traducen en 100 kilómetros de distancia-. Además, el jueves y el sábado se verá reforzada la llegada del agua a Barcelona gracias a los primeros barcos procedentes de Marsella. Uno de ellos vendrá con agua ya potabilizada. El segundo, la traerá sin potabilizar. Pese a las fuertes lluvias que han caído en Catalunya a lo largo de los últimos días, el Govern de la Generalitat tirará adelante la 'interconexión de redes' entre el río Ebre y Barcelona. En una visita al Delta de l'Ebre, el vicepresidente del Govern, Josep Lluís Carod-Rovira, dijo que «no podemos improvisar medidas ante una situación de emergencia nacional». Dicho trasvase ha sido adjudicado a una unión de seis empresas y que dirigirá Agbar. Según las previsiones de la Generalitat, las obras de canalización -que será de doble dirección y se mantendrá en un futuro- comenzarán en las próximas seis semanas. Por su parte, el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, señaló ayer que «tenemos el grifo», por lo que «velaremos para que el problema del agua no llegue» a la ciudad «y los pozos queden lejos de salinizarse». El mismo Ballesteros añadió que, por el momento, tampoco se cogerá agua del minitrasvase para abastecer a Barcelona. Imágenes como las que presentaba el sábado el río Francolí a su paso por Tarragona también fueron visibles en otras cuencas de la demarcación. La cuenca del Ebre tuvo un crecimiento gradual debido a las fuertes y más que 'deseadas' lluvias que cayeron este fin de semana en las comarcas de Lleida, la Franja de Ponent y Terres de l'Ebre. Ríos como el Segre, el Matarranya o el Algars vivieron una importante crecida a la altura de su desembocadura, lo que ha dejado el pantano de Mequinença en el 91,2 por ciento de su capacidad. Por su parte, el de Riba-roja se sitúa en el 95 por ciento. Por contra, los embalses de interior siguen siendo los más castigados. Ayer, el de Riudecanyes se encontraba en el 24 por ciento de su capacidad, y el de Siurana en el 25. Pese a ello, el agua volvió a ser protagonista ayer en ciudades como Tarragona o Reus.
20.000 metros cúbicos diarios
Tal y como señaló en primera instancia el Govern de la Generalitat, el traslado de recursos hídricos de Tarragona a Barcelona mediante vía marítima será diaria. Todas las noches, unos 20.000 metros cúbicos de agua serán trasladados de un puerto a otro gracias a la conexión de barcos cisterna, quienes depositarán el contenido de los depósitos en el Moll de Inflamables de la Ciudad Condal. El agua que porta cada barco se traduce en el consumo de agua medio al día de unas 200.000 personas. Según Ematsa, que es la empresa a la que pertenece el agua de los pozos de Tarragona y Reus canalizada hasta el Port, el barco tarda 14 horas a llenar todo el depósito de agua, tres veces más que el viaje entre la capital del Camp y la Ciudad Condal. En cuanto al refuerzo hídrico procedente de Marsella, en Francia, la aportación mensual será de 2,6 hectómetros cúbicos. Por su parte, Mequinença está a más del 90%