El mes de abril más lluvioso en diez años saca a la Comunidad de Castilla León de la alerta por sequía
Lun, 12/05/2008
Ni los más optimistas podían esperar que abril y lo que va de mayo podían resultar meses tan lluviosos como para que los embalses del Estado en la Cuenca del Duero que el 31 de marzo se encontraban al 50,8 por ciento de su capacidad, iban a iniciar una remontada hasta situarse actualmente al 71% sobre el volumen total de agua embalsada. con un aumento de 20 puntos en poco más de un mes. Y es que abril y mayo han dejado bastante más agua que todo el año, lo que se traduce en un auténtico respiro para los agricultores de regadío que, especialmente en León y Palencia, se enfrentaban a una campaña muy difícil. Algunos productores podrán, incluso, dar hasta cinco riegos a sus cultivos, gracias a que el mes de abril ha sido el más lluvioso de los últimos diez años, según los datos que maneja la Agencia Estatal de Meteorología. La excepción del Órbigo Aunque los sectores vinculados al ocio y al sector turístico no se encuentren precisamente satisfechos con las lluvias, lo cierto es que el agua almacenada en los embalses —aunque todavía está por debajo de la media de los últimos cinco años (80,2%) y de los 10 (78,1%)— dista mucho de la situación alarmante de hace un mes. De hecho, a día de hoy ya se puede garantizar que la la campaña de riego se va a realizar con casi total normalidad, con la excepción de los regantes del Sistema Órbigo, hasta el punto que los riegos, que podían haber comenzado desde el 1 abril, aún no lo han hecho precisamente porque la tierra tiene la suficiente humedad como para no necesitar más. Además, tal y como confirmó el presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero, Antonio Gato, las precipitaciones del mes de abril y las de este mes de mayo han permitido que la Comunidad Autónoma abandone la alerta por sequía en la que se encontraba, lo que ha hecho que no sea necesaria pedir al Consejo de Ministros la declaración de sequía, precisamente porque desde la CHD se ha preferido esperar a ver la evolución del mes de mayo, un mes que tradicionalmente resulta lluvioso. Pero la consecuencia más inmediatas de las lluvias es que si la campaña de riego que comenzó el pasado 1 de abril se presentaba bastante difícil, con drásticas restricciones en provincias como León y Palencia, la situación ha cambiado sustancialmente hasta el punto de que, según afirmó a ABC Antonio Gato, ya se puede asegurar que la campaña será prácticamente normal en toda la Cuenca. Así, el Sistema Esla-Valderaduey ha mejorado de tal manera que los embalses de Porma y Riaño están al 66 y 67 por ciento, respectivamente, cuando a finales de marzo se estaban al 44 y 41 por ciento. El Sistema Órbigo (León y Palencia) es el único que por el momento mantiene las restricciones, si bien también ha mejorado notablemente y si se había previsto sembrar sólo el 50 por ciento de la superficie de maíz y remolacha, esa limitación se ha reducido al 30 por ciento. No obstante, Barrios de Luna (Sistema Órbigo) que estaba el 27 de marzo al 30%, hoy se encuentra al 53. Previsión en la siembra El cambio de tendencia que ha traído el mes de abril aunque en algunos casos no ha evitado que algunos agricultores cambiasen sus productos o redujeran las siembras, aún está a tiempo de garantizar una buena campaña en los cultivos de regadío ya que, según explica Gato, los productores han ido tomando decisiones según iba cambiando la situación. De hecho, la Junta de Explotación del Sistema Pisuerga-Bajo Duero, ha aplazado la reunión, que tenía previsto realizar estos días para fijar los desembalses, a la próxima semana con el objetivo de poder contar ya con las lluvias previstas para este fin de semana. Otros agricultores, los del cereal del secano, ven cómo el agua caída empieza a dar forma a muy buenas cosechas, lo que ha llevado a los productores a ampliar la cobertura de los seguros de sus cultivos, precisamente porque se prevén muy buenos rendimientos, según reconocen desde las propias organizaciones agrarias. Sólo las tormentas, generalmente muy localizadas y de bastante intensidad, puede dar al traste con una campaña agrícola que este año cuenta con las mejores perspectivas posibles.