Los 'Alcaldes por el agua' llevarán su manifiesto a todos los ayuntamientos para 'reivindicar la igualdad'
Jue, 08/05/2008
Los 'Alcaldes por el agua' anunciaron hoy que llevarán su manifiesto a todos los ayuntamientos de la Comunitat Valenciana, Murcia y Andalucía para reivindicar "la igualdad de todos los españoles", ya que acusaron al PSOE de "enfrentar territorios" con su política hídrica, que "margina" a sus comunidades y les causa "perjuicios económicos".
Durante las intervenciones en Orihuela (Alicante), todos los alcaldes resaltaron que la política hídrica de los socialistas está causando perjuicios económicos e insistieron en demandar un trasvase del Ebro "como a Barcelona", ya que la desalación es "una solución puntual y complementaria".
Los alcaldes aseguraron que "no pueden ni están dispuestos a permanecer callados cuando el plan hidrológico, derogado por motivos políticos, después se le concede a otros".
A este respecto, el alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, resaltó que el acto celebrado hoy sirve para "reivindicar la igualdad, algo tan básico como que los españoles seamos iguales ante la ley" y que "todos podamos beneficiarnos de los mismos servicios".
Según dijo, "en un Estado democrático del siglo XXI no puede haber discriminaciones de unos frente a otros en función de los lugares de residencia; por encima de los territorios están las personas y cualquier español tiene que tener las mismas oportunidades viva donde viva".
"Sin agua no hay vida, sin agua no hay ni presente ni futuro ni hubiera habido tampoco pasado", según apuntó Cámara, quien sostuvo que la tarea de los alcaldes es "asegurar día a día el suministro de agua necesario a los agricultores, a los industriales y a cada persona que abre el grifo en su casa".
En esta línea, opinó que el PSOE "se ha dado cuenta de su fracaso en la política de agua" y "ha tenido que rectificar", por lo que pidió a los socialistas que "esa rectificación sea para todos y que no discrimine a las regiones: sed de agua la tenemos todos los territorios, no sólo en Barcelona".
Por eso, según agregó, "tiene sentido este manifiesto y por eso se va a llevar a todos los ayuntamientos, para que haya un pronunciamiento claro y manifiesto de los representantes legítimos de los ciudadanos" y estos "sepan quiénes representan sus intereses y quiénes quieren utilizar algo tan esencial como es el agua para dividir, para politizar y para enfrentar territorios". "Cada uno que sea consecuente con lo que dice y con lo que hace", apostilló.
En los mismos términos, el alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, pronunció su discurso como "portavoz de la preocupación y malestar de miles de almerienses que se sienten discriminados una vez más por un Gobierno que les ha relegado una vez más, que los ha marginado y, en definitiva, que les ha mentido".
"No podemos ni estamos dispuestos a permanecer callados cuando el plan hidrológico, derogado por motivos políticos, sólo se ha rescatado por el Gobierno para una parte de España y no para el resto", según dijo el primer edil, quien insistió en expresar su "respeto" por el trasvase a Barcelona, aunque también pidió "lo mismo para todos los territorios afectados".
El alcalde almeriense aseguró que en su provincia "saben muy bien lo que vale una gota de agua" porque el progreso del sudeste español "ha pivotado sobre el frágil equilibrio del agua". A su juicio, "si en el sudeste español tenemos un futuro económico de desarrollo es beneficio de todo el estado español", por lo que censuró que "se cercenen por motivos políticos proyectos como el trasvase del Ebro".
Finalmente, el alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, opinó que la caída de la agricultura y la construcción "aumentará de una manera tremenda el grave problema que va a haber con el empleo y con los inmigrantes".
Por ello, le pidió a Zapatero como "ha reconocido ahora la crisis y pide un pacto nacional" para encararla, empiece por "dar agua a esta tierra" y garantizar así a estos dos sectores, que son donde "más posibilidades tienen de trabajar y mejor se integran".
Durante las intervenciones en Orihuela (Alicante), todos los alcaldes resaltaron que la política hídrica de los socialistas está causando perjuicios económicos e insistieron en demandar un trasvase del Ebro "como a Barcelona", ya que la desalación es "una solución puntual y complementaria".
Los alcaldes aseguraron que "no pueden ni están dispuestos a permanecer callados cuando el plan hidrológico, derogado por motivos políticos, después se le concede a otros".
A este respecto, el alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, resaltó que el acto celebrado hoy sirve para "reivindicar la igualdad, algo tan básico como que los españoles seamos iguales ante la ley" y que "todos podamos beneficiarnos de los mismos servicios".
Según dijo, "en un Estado democrático del siglo XXI no puede haber discriminaciones de unos frente a otros en función de los lugares de residencia; por encima de los territorios están las personas y cualquier español tiene que tener las mismas oportunidades viva donde viva".
"Sin agua no hay vida, sin agua no hay ni presente ni futuro ni hubiera habido tampoco pasado", según apuntó Cámara, quien sostuvo que la tarea de los alcaldes es "asegurar día a día el suministro de agua necesario a los agricultores, a los industriales y a cada persona que abre el grifo en su casa".
En esta línea, opinó que el PSOE "se ha dado cuenta de su fracaso en la política de agua" y "ha tenido que rectificar", por lo que pidió a los socialistas que "esa rectificación sea para todos y que no discrimine a las regiones: sed de agua la tenemos todos los territorios, no sólo en Barcelona".
Por eso, según agregó, "tiene sentido este manifiesto y por eso se va a llevar a todos los ayuntamientos, para que haya un pronunciamiento claro y manifiesto de los representantes legítimos de los ciudadanos" y estos "sepan quiénes representan sus intereses y quiénes quieren utilizar algo tan esencial como es el agua para dividir, para politizar y para enfrentar territorios". "Cada uno que sea consecuente con lo que dice y con lo que hace", apostilló.
En los mismos términos, el alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, pronunció su discurso como "portavoz de la preocupación y malestar de miles de almerienses que se sienten discriminados una vez más por un Gobierno que les ha relegado una vez más, que los ha marginado y, en definitiva, que les ha mentido".
"No podemos ni estamos dispuestos a permanecer callados cuando el plan hidrológico, derogado por motivos políticos, sólo se ha rescatado por el Gobierno para una parte de España y no para el resto", según dijo el primer edil, quien insistió en expresar su "respeto" por el trasvase a Barcelona, aunque también pidió "lo mismo para todos los territorios afectados".
El alcalde almeriense aseguró que en su provincia "saben muy bien lo que vale una gota de agua" porque el progreso del sudeste español "ha pivotado sobre el frágil equilibrio del agua". A su juicio, "si en el sudeste español tenemos un futuro económico de desarrollo es beneficio de todo el estado español", por lo que censuró que "se cercenen por motivos políticos proyectos como el trasvase del Ebro".
Finalmente, el alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, opinó que la caída de la agricultura y la construcción "aumentará de una manera tremenda el grave problema que va a haber con el empleo y con los inmigrantes".
Por ello, le pidió a Zapatero como "ha reconocido ahora la crisis y pide un pacto nacional" para encararla, empiece por "dar agua a esta tierra" y garantizar así a estos dos sectores, que son donde "más posibilidades tienen de trabajar y mejor se integran".