Los regantes del Ebro ahorrarán 1,5 m3/segundo para su transferencia a Barcelona
Jue, 08/05/2008
La Junta General Extraordinaria de la Federación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Ebro (FEREBRO) acordó hoy ahorrar 1,5 metros cúbicos de agua por segundo para que puedan ser transferidos de manera gratuita a Barcelona a partir del mes de octubre.
Así lo explicó hoy en una rueda de prensa el presidente de la Federación, César Trillo, quien remarcó que la decisión de los regantes se debe a su buena disposición para evitar una situación de "crisis de agua" en Barcelona, a la vez que enfatizó su oposición a "mercadear con el agua" con la venta de derechos.
En una reunión que ha celebrado hoy en Zaragoza, la Federación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Ebro (FEREBRO) ha decidido no recurrir el Real Decreto-Ley que regula la prolongación hasta Barcelona del trasvase de Tarragona, aunque Trillo avanzó que trasladará a la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, una serie de cuestiones con las que no están de acuerdo.
Lamentó a este respecto que la norma no especifique de una manera más concreta la duración de la medida, al referirse solamente a la puesta en marcha de la desalinizadora de El Prat, prevista para junio de 2009.
Asimismo, criticó que la disposición adicional 4ª del Real-Decreto deje abierta la posibilidad de acometer medidas similares cuando se produzcan situaciones de emergencia en otras ciudades, puesto que, en opinión de los regantes, cada caso habrá que estudiarlo "entre todos y en su momento".
A pesar de lo establecido por los informes jurídicos conocidos hasta ahora, Trillo opinó que desde el punto de vista técnico es un trasvase, si bien precisó que hay que tener en cuenta las circunstancias con que se acomete.
La Federación, que en primer momento se había opuesto a cualquier extracción de agua de la Cuenca del Ebro, mediante un acuerdo alcanzado el 27 de marzo, reconsideró su postura cuando el Ministerio decidió hablar con todas las partes implicadas, apuntó Trillo, quien reconoció que se trata de una "cuestión de formas", puesto que el Ebro pasa por nueve comunidades autónomas y "no sirven los acuerdos bilaterales".
La Comunidad de Regantes de la Margen Izquierda del Delta ha sido la única que se ha opuesto al acuerdo alcanzado por la Federación, algo a lo que Trillo quiso restar importancia, porque las diferentes comunidades de regantes serán capaces de ponerse de acuerdo para hacer el reparto del ahorro del agua, en función de la situación de cada una de ellas al término del verano.
Aunque se trata de una medida voluntaria y gratuita, el presidente de la Federación confió en que el Ministerio sepa agradecer "de alguna manera" la buena disposición de los regantes, en referencia a las "muchísimas" obras hidráulicas declaradas de interés general que "son muy necesarias" y que aún están por ejecutar en la cuenca.
Trillo insistió en que los regantes del Ebro dan "agua para beber" y no para asegurar el caudal ecológico del río, es decir, "se deja de utilizar agua para llevarla a Barcelona, no para que se suelte como caudal ecológico".
Se trata de un concepto "muy importante" para los regantes, puesto que si no se entendiera de este modo rechazarían colaborar con el trasvase, argumentó Trillo, quien resaltó que los regantes han entendido la "emergencia" por la que pasa Barcelona, porque "no puede ser" que una ciudad con millones de habitantes entre en "crisis de agua".
Así lo explicó hoy en una rueda de prensa el presidente de la Federación, César Trillo, quien remarcó que la decisión de los regantes se debe a su buena disposición para evitar una situación de "crisis de agua" en Barcelona, a la vez que enfatizó su oposición a "mercadear con el agua" con la venta de derechos.
En una reunión que ha celebrado hoy en Zaragoza, la Federación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Ebro (FEREBRO) ha decidido no recurrir el Real Decreto-Ley que regula la prolongación hasta Barcelona del trasvase de Tarragona, aunque Trillo avanzó que trasladará a la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, una serie de cuestiones con las que no están de acuerdo.
Lamentó a este respecto que la norma no especifique de una manera más concreta la duración de la medida, al referirse solamente a la puesta en marcha de la desalinizadora de El Prat, prevista para junio de 2009.
Asimismo, criticó que la disposición adicional 4ª del Real-Decreto deje abierta la posibilidad de acometer medidas similares cuando se produzcan situaciones de emergencia en otras ciudades, puesto que, en opinión de los regantes, cada caso habrá que estudiarlo "entre todos y en su momento".
A pesar de lo establecido por los informes jurídicos conocidos hasta ahora, Trillo opinó que desde el punto de vista técnico es un trasvase, si bien precisó que hay que tener en cuenta las circunstancias con que se acomete.
La Federación, que en primer momento se había opuesto a cualquier extracción de agua de la Cuenca del Ebro, mediante un acuerdo alcanzado el 27 de marzo, reconsideró su postura cuando el Ministerio decidió hablar con todas las partes implicadas, apuntó Trillo, quien reconoció que se trata de una "cuestión de formas", puesto que el Ebro pasa por nueve comunidades autónomas y "no sirven los acuerdos bilaterales".
La Comunidad de Regantes de la Margen Izquierda del Delta ha sido la única que se ha opuesto al acuerdo alcanzado por la Federación, algo a lo que Trillo quiso restar importancia, porque las diferentes comunidades de regantes serán capaces de ponerse de acuerdo para hacer el reparto del ahorro del agua, en función de la situación de cada una de ellas al término del verano.
Aunque se trata de una medida voluntaria y gratuita, el presidente de la Federación confió en que el Ministerio sepa agradecer "de alguna manera" la buena disposición de los regantes, en referencia a las "muchísimas" obras hidráulicas declaradas de interés general que "son muy necesarias" y que aún están por ejecutar en la cuenca.
Trillo insistió en que los regantes del Ebro dan "agua para beber" y no para asegurar el caudal ecológico del río, es decir, "se deja de utilizar agua para llevarla a Barcelona, no para que se suelte como caudal ecológico".
Se trata de un concepto "muy importante" para los regantes, puesto que si no se entendiera de este modo rechazarían colaborar con el trasvase, argumentó Trillo, quien resaltó que los regantes han entendido la "emergencia" por la que pasa Barcelona, porque "no puede ser" que una ciudad con millones de habitantes entre en "crisis de agua".