Aguirre apoya el trasvase de agua a Barcelona y lo pide también para Murcia, Valencia, Almería y Madrid
Vie, 18/04/2008
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, aseguró hoy que está a favor del trasvase de agua del río Ebro a la ciudad de Barcelona porque no tiene necesidad "de sufrir escasez como si fuese una ciudad tercermundista" pero indicó que este acuerdo debería aplicarse también a otras ciudades como Murcia, Valencia, Almería, e incluso, Madrid.
En declaraciones a Onda Cero recogidas por Europa Press, la presidenta del Ejecutivo regional indicó que el PP "siempre" ha estado a favor del Plan Hidrológico Nacional, "que no es otra cosa que, allí donde el agua sobra, se lleve a donde el agua hace falta" y explicó que en el caso de Madrid, también es necesario "aunque parezca que no está afectada por la derogación del trasvase del Ebro".
Según Aguirre, a Madrid esta derogación le afecta indirectamente "pero le afecta muchísimo", porque en ocasiones, como en el 2006, después de tirar al mar 300 hectómetros cúbicos, "que es la mitad de lo que se consume en la Comunidad al año" por falta de capacidad en los embalses, que se desbordaban, tuvieron que imponer restricciones.
"No se pudieron regar los parques ni llenar las piscinas porque no tenemos capacidad de embalse, porque se van a otras cuencas. Los madrileños tenemos a veces que tener restricciones por un año de sequía y a mí eso me parece tercermundista", apuntó.
En este sentido, recordó que la cuenca de la región es el Tajo y los embalses de cabecera de Madrid son Entrepeñas y Buendía, y señaló que si esos envases tienen que vaciarse para llevar el agua a Levante, "que la necesitan", en lugar de ir de la cuenca natural, de la vertiente mediterránea, que sería la del Ebro, los madrileños tienen que estar después con restricciones.
La presidenta se sorprendió de que ayer la ex ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, recalcara que el acuerdo alcanzado no fuese un trasvase. "¿Qué es llevar el agua de un río a otro?", apostilló, a la vez que resaltó cómo "balbuceaba" cuando quería explicar de qué se trataba exactamente.
"A mí me parece fantástico que haya habido trasvase pero Valencia y Murcia también necesitan agua, el agua sobrante, nada más que la que sobra en otros sitios", subrayó.
Asimismo, indicó que todos los consumos, ya sean de "boca" como en el caso de Barcelona, o "industrial o de desarrollo", como sería en Valencia o Murcia, necesitan ser abastecidos y que la garantía de este abastecimiento, sería la garantía de que España en un país "que no es tercermundista".
A su juicio, España es un país donde el agua existe, donde es abundante, "pero en unos sitios sí y en otros no", por lo que insistió en que habrá que organizarse, y que para ello está el antiguo Plan Hidrológico y la competencia del agua que pertenece al Estado y no a la comunidades autónomas.
"Según la ley de aguas que hizo el partido socialista en su legislatura en el año 85,--esta competencia-- es del Gobierno de la Nación y lo que hace falta es que el agua llegue a donde hace falta", apuntó.
CONSEJERÍA DE LA BONDAD.
Por otro lado, Aguirre, se mostró dudas sobre la nueva cartera de Igualdad recientemente creada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y se planteó irónicamente la posibilidad de crear ella "una consejería de la bondad o del amor". Dijo que le "recuerda" a Orwell cuando en su libro '1984' "quería crear un Ministerio de la Verdad", apostilló.
Según la presidenta, la igualdad ya se ha consagrado hace 30 años en la Constitución española, ya que todos los españoles son iguales ante la Ley, y recalcó que si esta igualdad se ha quebrado de alguna manera ha sido con el Estatuto de Cataluña, "donde algunos españoles tienen más derechos que otros, a mí eso sí me ha parecido para hacer chistes y todo".
Asimismo, se sorprendió de que "aquellos que auparon a Rodríguez Zapatero a la Secretaria General del partido", como Trinidad Jiménez, López Aguilar, Caldera o Jordi Sevilla hayan sido "laminados", y que sin embargo, otros ministros, como en el caso de Madrid como Magdalena Álvarez, que en su día dijo que quería ver a Agirre "colgada de la catenaria o tumbada en la vía del tren", hayan sido respetados a pesar de no haber "traído ni un euro de inversiones a Madrid".
En declaraciones a Onda Cero recogidas por Europa Press, la presidenta del Ejecutivo regional indicó que el PP "siempre" ha estado a favor del Plan Hidrológico Nacional, "que no es otra cosa que, allí donde el agua sobra, se lleve a donde el agua hace falta" y explicó que en el caso de Madrid, también es necesario "aunque parezca que no está afectada por la derogación del trasvase del Ebro".
Según Aguirre, a Madrid esta derogación le afecta indirectamente "pero le afecta muchísimo", porque en ocasiones, como en el 2006, después de tirar al mar 300 hectómetros cúbicos, "que es la mitad de lo que se consume en la Comunidad al año" por falta de capacidad en los embalses, que se desbordaban, tuvieron que imponer restricciones.
"No se pudieron regar los parques ni llenar las piscinas porque no tenemos capacidad de embalse, porque se van a otras cuencas. Los madrileños tenemos a veces que tener restricciones por un año de sequía y a mí eso me parece tercermundista", apuntó.
En este sentido, recordó que la cuenca de la región es el Tajo y los embalses de cabecera de Madrid son Entrepeñas y Buendía, y señaló que si esos envases tienen que vaciarse para llevar el agua a Levante, "que la necesitan", en lugar de ir de la cuenca natural, de la vertiente mediterránea, que sería la del Ebro, los madrileños tienen que estar después con restricciones.
La presidenta se sorprendió de que ayer la ex ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, recalcara que el acuerdo alcanzado no fuese un trasvase. "¿Qué es llevar el agua de un río a otro?", apostilló, a la vez que resaltó cómo "balbuceaba" cuando quería explicar de qué se trataba exactamente.
"A mí me parece fantástico que haya habido trasvase pero Valencia y Murcia también necesitan agua, el agua sobrante, nada más que la que sobra en otros sitios", subrayó.
Asimismo, indicó que todos los consumos, ya sean de "boca" como en el caso de Barcelona, o "industrial o de desarrollo", como sería en Valencia o Murcia, necesitan ser abastecidos y que la garantía de este abastecimiento, sería la garantía de que España en un país "que no es tercermundista".
A su juicio, España es un país donde el agua existe, donde es abundante, "pero en unos sitios sí y en otros no", por lo que insistió en que habrá que organizarse, y que para ello está el antiguo Plan Hidrológico y la competencia del agua que pertenece al Estado y no a la comunidades autónomas.
"Según la ley de aguas que hizo el partido socialista en su legislatura en el año 85,--esta competencia-- es del Gobierno de la Nación y lo que hace falta es que el agua llegue a donde hace falta", apuntó.
CONSEJERÍA DE LA BONDAD.
Por otro lado, Aguirre, se mostró dudas sobre la nueva cartera de Igualdad recientemente creada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y se planteó irónicamente la posibilidad de crear ella "una consejería de la bondad o del amor". Dijo que le "recuerda" a Orwell cuando en su libro '1984' "quería crear un Ministerio de la Verdad", apostilló.
Según la presidenta, la igualdad ya se ha consagrado hace 30 años en la Constitución española, ya que todos los españoles son iguales ante la Ley, y recalcó que si esta igualdad se ha quebrado de alguna manera ha sido con el Estatuto de Cataluña, "donde algunos españoles tienen más derechos que otros, a mí eso sí me ha parecido para hacer chistes y todo".
Asimismo, se sorprendió de que "aquellos que auparon a Rodríguez Zapatero a la Secretaria General del partido", como Trinidad Jiménez, López Aguilar, Caldera o Jordi Sevilla hayan sido "laminados", y que sin embargo, otros ministros, como en el caso de Madrid como Magdalena Álvarez, que en su día dijo que quería ver a Agirre "colgada de la catenaria o tumbada en la vía del tren", hayan sido respetados a pesar de no haber "traído ni un euro de inversiones a Madrid".