Un investigador del CSIC advierte que los trasvases ponen en peligro especies de peces
Mié, 16/04/2008
Los trasvases entre los ríos españoles pueden poner en peligro las cincuenta especies de peces exclusivas de la fauna ibérica, según el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Ignacio Doadrio.
Doadrio ha explicado a Efe que cuando los peces de un río invaden otro, las especies se mezclan, tienen híbridos, y los componentes genéticos se van deteriorando hasta que la especie residente desaparece.
El investigador del Museo de Ciencias Naturales ha recordado que "ya no quedan truchas españolas" porque se introdujeron alemanas y danesas en los ríos y, se mostró convencido además de que algunos peces del Júcar se van a extinguir "igual el lince ibérico", porque se han metido peces del Tajo y del Segura en su hábitat.
La solución para los trasvases pasa, según Doadrio, por utilizar "canales por pendiente", que bombeen el agua a una estación y desde ahí se distribuya sin poner en contacto las cuencas de un río con las del otro.
Los estudios del trasvase del Ebro al Segura realizados por universidades españolas detallan esa solución, pero Doadrio ignora si se tiene en cuenta en los trasvases actuales.
De las cincuenta especies de peces exclusivas en España catorce se encuentran en peligro de extinción, cuatro en peligro crítico y veintiséis son catalogadas como "vulnerables" (su población va decreciendo) según el "Libro rojo de los peces continentales de España", publicado por Doadrio en 2001.
En 1970 se producía caviar de esturión en el Guadalquivir, pero el número de ejemplares disminuyó drásticamente en cuatro años y desapareció, al igual que la lamprea de río, según Doadrio.
El investigador explica que muchos embalses no aplican la normativa para que haya caudales mínimos en los ríos y acumulan demasiada agua en invierno que expulsan al río en verano para el regadío.
Esta riada desde el embalse provoca que los ríos tengan más agua en verano que en invierno, mata muchos alevines pequeños y además, provoca problemas de supervivencia en las especies ibéricas porque están adaptadas a la sequía del verano.
La política agraria es el origen del problema para Doadrio ya que el setenta por ciento de ese agua es para el regadío y "ahora regamos todo como si fuéramos el norte de Europa, cuando no se han regado nunca en España olivos ni viñedos".
El profesor ha asegurado que el riego se utiliza para tener "menos árboles que rindan más" porque la Comunidad Europea da subvenciones por producción en vez de por número de árboles.
Doadrio ha aplaudido la unión de los ministerios de Agricultura y Medio Ambiente ya que "tienen relación directa", pero "sin que uno prevalezca sobre el otro" y lamenta la salida de Narbona del de Medio Ambiente puesto que "era una gran ministra que taponaba las obras hidráulicas y los trasvases".
Doadrio ha explicado a Efe que cuando los peces de un río invaden otro, las especies se mezclan, tienen híbridos, y los componentes genéticos se van deteriorando hasta que la especie residente desaparece.
El investigador del Museo de Ciencias Naturales ha recordado que "ya no quedan truchas españolas" porque se introdujeron alemanas y danesas en los ríos y, se mostró convencido además de que algunos peces del Júcar se van a extinguir "igual el lince ibérico", porque se han metido peces del Tajo y del Segura en su hábitat.
La solución para los trasvases pasa, según Doadrio, por utilizar "canales por pendiente", que bombeen el agua a una estación y desde ahí se distribuya sin poner en contacto las cuencas de un río con las del otro.
Los estudios del trasvase del Ebro al Segura realizados por universidades españolas detallan esa solución, pero Doadrio ignora si se tiene en cuenta en los trasvases actuales.
De las cincuenta especies de peces exclusivas en España catorce se encuentran en peligro de extinción, cuatro en peligro crítico y veintiséis son catalogadas como "vulnerables" (su población va decreciendo) según el "Libro rojo de los peces continentales de España", publicado por Doadrio en 2001.
En 1970 se producía caviar de esturión en el Guadalquivir, pero el número de ejemplares disminuyó drásticamente en cuatro años y desapareció, al igual que la lamprea de río, según Doadrio.
El investigador explica que muchos embalses no aplican la normativa para que haya caudales mínimos en los ríos y acumulan demasiada agua en invierno que expulsan al río en verano para el regadío.
Esta riada desde el embalse provoca que los ríos tengan más agua en verano que en invierno, mata muchos alevines pequeños y además, provoca problemas de supervivencia en las especies ibéricas porque están adaptadas a la sequía del verano.
La política agraria es el origen del problema para Doadrio ya que el setenta por ciento de ese agua es para el regadío y "ahora regamos todo como si fuéramos el norte de Europa, cuando no se han regado nunca en España olivos ni viñedos".
El profesor ha asegurado que el riego se utiliza para tener "menos árboles que rindan más" porque la Comunidad Europea da subvenciones por producción en vez de por número de árboles.
Doadrio ha aplaudido la unión de los ministerios de Agricultura y Medio Ambiente ya que "tienen relación directa", pero "sin que uno prevalezca sobre el otro" y lamenta la salida de Narbona del de Medio Ambiente puesto que "era una gran ministra que taponaba las obras hidráulicas y los trasvases".