La Generalitat alerta de que el trasvase del Segre es única opción evitar cortes domiciliarios

Mar, 08/04/2008

EFE

Un informe de la Generalitat alerta de que, si persiste la sequía, el trasvase del Segre es la única opción viable para evitar los cortes de agua domiciliarios a partir de octubre, puesto que garantiza cuatro hectómetros cúbicos de agua al mes y se puede poner en marcha en cinco meses.
Según el gobierno catalán, este trasvase es la única de las nueve soluciones que se plantea -entre las cuales hay diversas que suponen una interconexión de cuencas- que solucionaría temporalmente la falta de agua hasta la puesta en marcha de las desanilizadoras proyectadas.
El documento ha sido entregado hoy por el presidente catalán, José Montilla, al jefe de la oposición, Artur Mas, durante la reunión que ambos han mantenido en el Palau de la Generalitat para abordar soluciones a la situación de sequía que padece Cataluña.
"La aportación del Segre hasta la entrada progresiva en servicio de la desalinizadora del Baix Llobregat aleja definitivamente el escenario de cortes domiciliarios entre el otoño de 2008 y la primavera de 2009", asegura el documento.
En el resumen de este informe, también se asegura: "Si no se realiza una aportación de recursos (hídricos) de la cuencas externas de Cataluña, a partir de mediados de octubre de 2008 haría falta realizar cortes en el abastecimiento domiciliario para garantizar consumos futuros".
El documento parte de la base de que para abastecer a los 5,5 millones de personas que consumen agua de la red del sistema Ter-Llobregat hacen falta 27 hectómetros cúbicos al mes.
Según la versión de la Generalitat, la recuperación de pozos, de acuíferos y el transporte de agua en barco y trenes, entre otras medidas, bastarán para garantizar el suministro hasta octubre de 2008, pero a partir de este mes será necesario captar al menos 4 hectómetros cúbicos agua de cuencas externas de Cataluña hasta que entre en marcha en abril la desalinizadora de El Prat.
Para resolver este problema, el gobierno catalán se plantea nueve posibilidades, cuatro de las cuales suponen conectar la red del consorcio de Aguas de Tarragona con la de Ter-Llobregat.
Se trata de la conexión Cunit-Cubelles, de la de El Vendrell-Olérdola, de la conexión Tarragona-Olérdola o bien de la conexión Cunit-Vilanova i la Geltrú.
Sin embargo, las dos últimas, que proporcionarían una cantidad razonable de agua (3 y 5 hectómetros cúbicos, respectivamente), no llegarían a tiempo, ya que tardarían 21 meses la primera y un año la segunda, siempre según los cálculos de la Generalitat.
En cuanto a las dos primeras, la conexión Cunit-Cubelles se podría hacer en cuatro meses, y conectar El Vendrell con el depósito de Aguas Ter-Llobregat de Olérdola en ocho meses, pero estas opciones juntas sólo aportarían al mes 1,1 hectómetros cúbicos (0,5hm3 la primera y 0,6 hm3 la segunda).
En cambio, el gobierno catalán subraya que el trasvase del Ebro, que costaría 20 millones de euros, aportaría los 4 hectómetros cúbicos de agua requeridos al mes.
Las otras cuatro opciones planteadas por el gobierno catalán pasan por el pantano de Oliana, el de Rialb, el de Camarasa y el Canal de Urgell, pero su puesta en marcha iría entre los 18 y los 40 meses, dependiendo de cada caso.
Los cálculos del gobierno catalán son que, a partir de octubre de 2008, un 46% del agua necesaria cada mes para abastecer a la población que depende del sistema Ter-Llobregat provendrá de los recursos ordinarios (12,3 hectómetros cúbicos).
Un 6% del agua (1,6 hm3) provendrá de medidas de gestión de los recursos; un 21% (5,6 hm3) de recuperación de captaciones en desuso por parte del ACA; un 3% (0,9 hm3) de recuperación de captaciones en desuso por parte de otras administraciones, un 10% de aportaciones de barcos (2,6 hm3) y el 15% restante del trasvase de aportación de cuencas externas de Cataluña (que aportaría 4 hm3).
El documento del gobierno catalán no contempla el trasvase del Ródano y tampoco contempla la opción de obtener agua de las minas de Fígols porque los niveles del acuífero están "bajos" y ello afectaría a la central de Cercs.
El gobierno catalán argumenta que, si el acuífero estuviera en condiciones óptimas, el volumen máximo extraíble al año podría ser sólo de 0,75 hectómetros cúbicos.