Los regantes del Ebro advierten que la cuenca 'se muere de sed' y piden soluciones

Mar, 01/04/2008

EFE

El presidente de la Federación de Comunidades de Regantes del Ebro, César Trillo, aseguró hoy que la sequía y la gestión del agua que se ha seguido ha hecho que zonas regables de la margen izquierda de la cuenca "estén muriéndose de sed", por lo que pidió soluciones urgentes de las administraciones.
Trillo hizo estas manifestaciones a Efe unos días después de que la asamblea de la Federación que preside se posicionara en contra de los trasvases entre cuencas, en general, y de la transferencia de caudales del Ebro, en particular, al cinturón urbano de Barcelona.
El dirigente de los regantes lamentó el clima de tensión que la sequía ha provocado entre distintas comunidades autónomas del país, pero señaló que la "gestión" llevada a cabo por el Gobierno para hacer frente a esta situación no constituye una solución a medio o largo plazo.
Trillo, presidente asimismo de la Comunidad de Riegos del Altoaragón, una de las mayores de España, incidió en la necesidad de llevar a cabo nuevas obras de regulación, "dado que las necesidades de agua son cada vez mayores y no hacemos nada".
"Gestionar una sequía -añadió- está muy bien, pero si le llamamos gestionar bien a quitar el agua constantemente a los regantes para destinarla a los denominados usos preferentes (de boca, industrial o ganadero), los problemas seguirán sin solución".
Rechazó que Aragón sea una cuenca "excedentaria" y se refirió a las restricciones planteadas para el desarrollo de la actual campaña de riegos en la margen izquierda del Ebro, debido a una situación de sequía a la que se refirió como "la más atroz del mundo".
El responsable de los regantes del Ebro explicó que a pesar de las advertencias hechas desde su organización a las Administraciones en relación a las consecuencias de la sequía, entre abril y mayo del año pasado "se tiraron" 650 hectómetros cúbicos de agua desde los embalses de la cuenca.
Advirtió de que la situación de España, con los ríos torrenciales en primavera y otoño y "prácticamente secos" en verano y en el corazón del invierno, no puede ser comparada a la de otros países europeos, donde las lluvias se suceden a lo largo del año.
Para solucionar esta situación, agregó, se destina el agua a los usos preferentes quitándosela a los regantes, una gestión que ya está haciendo que algunos productos escaseen y que los precios suban.
Trillo recordó que la asamblea de la Federación de Regantes del Ebro le había mandatado la pasada semana, tras conocerse el anuncio del Ejecutivo catalán para plantear un posible trasvase de aguas del Segre, establecer contactos con el fin de informar de la situación actual de la cuenca.
Destacó que próximamente pedirá entrevistas con los secretarios generales de los Ministerios de Medio Ambiente y Agricultura, así como con los presidentes de las nueve comunidades autónomas que forman parte de la cuenca del Ebro para explicar cuál es la situación de los regantes aragoneses.
"No se quieren hacer obras hidráulicas y vemos que los problemas son cada vez mayores, pero esto es sólo la punta de un iceberg mucho más profundo", concluyó el presidente de los regantes del Ebro.