Agricultores, ganaderos, comunidades de regantes de la Cerdanya, Alt Urgell y el resto de las comarcas de Lleida expresaron ayer su rotundo rechazo al plan promovido por el Departament de Medi Ambient para transferir agua del Segre al río Llobregat a través de la galería de servicios del túnel del Cadí. Con esta conducción se podrían transportar caudales al embalse de la Baells y así abastecer la región de Barcelona en la actual situación de sequía. La Agència Catalana de l'Aigua ha encargado informes para analizar la transferencia de agua del Segre desde Prats i Sansor (Cerdanya). En este municipio, han aparecido unas misteriosas estacas, instaladas por topógrafos desconocidos, que marcan un posible trazado de la tubería a espaldas del Ayuntamiento.
El alcalde de Prats i Sansor, Josep Carbonell, declaró que ni él ni los dueños de fincas van a permitir que se lleve a cabo ninguna medición más sobre el terreno. 'Pediremos explicaciones a todo aquel que penetre en estas fincas para seguir con sus estudios y mediciones. No pensamos conceder ninguna autorización hasta que no se no dé una explicación', afirmó.
Josep Bombardó, representante de JARC, explicó que 'el agua de boca es prioritaria, pero aquí existen acequias y centrales que se abastecen del escaso caudal, por lo que provoca incertidumbre'.
Ramon Carné, del Canal d'Urgell, opinó que es 'inapropiado ceder agua' desde la Cerdanya, 'ya que no tenemos ni para nosotros'. El canal inicia el jueves la temporada de riego de primavera pero se estima que sólo tendrán agua quince días.
El presidente de los regantes del Segarra-Garrigues se opone a conceder agua de la cabecera del Segre, 'especialmente cuando hay estos dos embalses que nunca se han llenado y la cantidad de concesiones que dependen de los recursos hidrológicos y que pagan sus cuotas para regar y mantener sus cosechas'.
Pese a las evidencias existentes de que este asunto requiere muchísimas explicaciones, la Agència Catalana de l'Aigua se negó a dar detalles, ni a aceptó dar la más mínima explicación.
Sí lo hizo en cambio, Jordi Guillot, vicepresidente de ICV, quien confirmó que esta obra 'sería una interconexión puntual y temporal', y sólo se utilizaría en el caso de extrema necesidad, según declaró a Catalunya Ràdio. El diputado de CiU Ramon Espadaler preguntó al Govern 'si las estacas de Prats i Sansó son el inicio de una transferencia de agua' y reclamó a la Generalitat 'transparencia y agua clara para no enterarnos por terceros de que se están haciendo trasvases de espaldas a los ayuntamientos'. CiU ha presentado una moción en la que se reclama que 'el Parlament sea informado previamente sobre cualquier transferencia de agua'.