Asaja dice que sin agua sólo hay una agricultura de subsistencia

Vie, 15/02/2008

ABC

El de los agricultores es, con mucho, el colectivo más perjudicado cuando se trata de limitar los usos del agua en periodos prolongados de sequía, al ser el primero al que le afectan las restricciones para el riego de los campos. Esa circunstancia, según Asaja, impide que se puedan acometer inversiones de futuro, limitándose la agricultura a ser de subsistencia. José Vázquez, técnico de la Asociación de Jóvenes Agricultores en Sevilla, sostiene que en lo que respecta a los cultivos de secano, «los daños, de momento, no son irreversibles, pero se puede producir porque el agua que está llegando está tan justa, que en algunas parcelas de tierras ligeras, los cereales empiezan a acusar esa falta». La clave, según Vázquez, está en los próximos días, «porque si no llueve en lo que resta de febrero se producirán daños en el mes de marzo». En cuanto al regadío asegura que la situación es «dramática, porque ya es irreversible a todos los efectos. Se está hablando de una dotación de 300 hectómetros cúbicos (provincia de Sevilla), cuando lo normal es cinco veces más. Eso —añade— condiciona la siembra de los cultivos normales de verano, como son el maíz o el algodón, y la gente estará obligada a sembrar girasol, por ser el mejor cultivo que podría defenderse sin agua». Problema en los pozos En cuanto a los frutales, en gran medida su riego depende del agua procedente de los pozos, «y en la medida de que los pozos también se resentirán, el daño también podrá ser muy acusado». A juicio de Vázquez «éste es el peor de los últimos años» en lo que se refiere a la falta de precipitaciones, «y lo que hay que subrayar es que lamentablemente el sistema de regadíos nuestro está tan limitado en lo que son la construcción de embalses, que sólo con se sucedan dos años de sequía se produce un daño endémico». Expone el técnico de Asaja que en lugar de tener una agricultura productiva, el no tener agua disponible «limita mucho la economía agraria, y sobre todo impide afrontar inversiones de futuro. Es una agricultura de subsistencia, porque no hay garantías de que se pueda mantener un cultivo una serie de años». Explica que en el caso del secano, entre ellos los herbáceos, pueden plantarse un año y sustituirse al siguiente. «No pasa nada porque se prueba con otro, pero los frutales o una plantación de olivar necesitan agua, y si como ahora hay déficit, nos lleva a paralizar las posibilidades de desarrollo». La solución que apunta Asaja pasa por tener «voluntad política» para acometer las infraestructuras necesarias para almacenar el agua, y por una mayor previsión, al ser las situaciones de falta de lluvia cíclicas. «Somos el sector que más sufre la sequía». Según Vázquez, «tenemos un buen clima y en años normales las cosechas son importantes y de calidad, pero está el factor limitante del agua. Cuando hay garantía de agua hay garantía de riqueza»