La Comisión de Sequía del Ebro solicitará la inclusión de la Cuenca en el Decreto de medidas extraordinarias
Mar, 12/02/2008
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, José Luis Alonso, presidió esta mañana en Zaragoza la Comisión Permanente de Seguimiento de la Sequía del Ebro, que aprobó solicitar la aplicación del artículo 58 del texto refundido de la Ley de Aguas, en el que se establece la posibilidad de que el Gobierno, a través de un Decreto acordado en Consejo de Ministros, otorgue a la Junta de Gobierno del Organismo poderes excepcionales para modificar incluso los derechos concesionales de los particulares, según informa en un comunicado la Delegación del Gobierno en La Rioja.
La Comisión, donde están representadas administraciones, usuarios y comunidades autónomas, planteó esta necesidad tras conocer el análisis general de la Cuenca del Ebro en el que se destaca que, desde el 1 de septiembre, casi el 59% del territorio continúa con pluviometría por debajo de la media normal y otro 30% no ha superado la media necesaria para que se recuperaran las reservas, muy bajas por la sequía climática que se vive desde el pasado mes de mayo.
En este análisis se insistió, según informa la Delegación, en que los abastecimientos están totalmente garantizados con las reservas actuales en los núcleos importantes de población, aunque puede haber problemas en pequeños núcleos que capten sus caudales de acuíferos superficiales.
Los abastecimientos, según la Ley de Aguas son usos prioritarios, a los que le sigue el mantenimiento de caudales ecológicos. Para que se puedan mantener si continúa esta situación de escasez de lluvias, se ha aprobado una medida de ajuste en la salida de los embalses en las cuencas más afectadas.
Actualmente, las reservas de embalses se sitúan en un 46,4% con 3.437 hectómetros cúbicos (el pasado año se situaba en 60,8%, con 4.504 hectómetros cúbicos). Por su parte, según las estimaciones que hace el Organismo sobre reservas nivales, se contaría en las cabeceras con 815 hectómetros cúbicos de agua en forma de nieve por debajo de la media de los últimos cinco años, que, además, incluyen tres que ya eran de sequía.
En este momento por ello no se pueden garantizar los usos agrícolas para la próxima campaña de verano, en los principales sistemas de la margen izquierda. Esta situación sólo podría variar con un incremento de la pluviometría por encima de la media normal en primavera.
El presidente de la Confederación destacó en la presentación del análisis, la efectividad de las medidas de ahorro aprobadas el 30 de noviembre por la Comisión de Sequía, que han permitido ajustar al máximo las reservas existentes. Alonso quiso agradecer la respuesta de los sistemas de riego que han adelantado al máximo los cultivos de invierno y de las empresas hidroeléctricas que siguieron la medida de reducir las turbinaciones. Este sector está produciendo actualmente sólo un 40% de un año medio a través de las turbinaciones.
Desde 2007, la Cuenca del Ebro cuenta con un Plan de Actuación en Situación de Sequía, impulsado por el Ministerio de Medio Ambiente que permite aplicar unos índices homogéneos para analizar la situación de las distintas subcuencas. Según estos índices, los caudales más afectados directamente por la falta de lluvia son los de los sistemas no regulados, donde no existen embalses que puedan realizar los mantenimientos medioambientales de caudales. Estos se encuentran en situación de emergencia en la práctica totalidad de la Cuenca.
La Comisión, donde están representadas administraciones, usuarios y comunidades autónomas, planteó esta necesidad tras conocer el análisis general de la Cuenca del Ebro en el que se destaca que, desde el 1 de septiembre, casi el 59% del territorio continúa con pluviometría por debajo de la media normal y otro 30% no ha superado la media necesaria para que se recuperaran las reservas, muy bajas por la sequía climática que se vive desde el pasado mes de mayo.
En este análisis se insistió, según informa la Delegación, en que los abastecimientos están totalmente garantizados con las reservas actuales en los núcleos importantes de población, aunque puede haber problemas en pequeños núcleos que capten sus caudales de acuíferos superficiales.
Los abastecimientos, según la Ley de Aguas son usos prioritarios, a los que le sigue el mantenimiento de caudales ecológicos. Para que se puedan mantener si continúa esta situación de escasez de lluvias, se ha aprobado una medida de ajuste en la salida de los embalses en las cuencas más afectadas.
Actualmente, las reservas de embalses se sitúan en un 46,4% con 3.437 hectómetros cúbicos (el pasado año se situaba en 60,8%, con 4.504 hectómetros cúbicos). Por su parte, según las estimaciones que hace el Organismo sobre reservas nivales, se contaría en las cabeceras con 815 hectómetros cúbicos de agua en forma de nieve por debajo de la media de los últimos cinco años, que, además, incluyen tres que ya eran de sequía.
En este momento por ello no se pueden garantizar los usos agrícolas para la próxima campaña de verano, en los principales sistemas de la margen izquierda. Esta situación sólo podría variar con un incremento de la pluviometría por encima de la media normal en primavera.
El presidente de la Confederación destacó en la presentación del análisis, la efectividad de las medidas de ahorro aprobadas el 30 de noviembre por la Comisión de Sequía, que han permitido ajustar al máximo las reservas existentes. Alonso quiso agradecer la respuesta de los sistemas de riego que han adelantado al máximo los cultivos de invierno y de las empresas hidroeléctricas que siguieron la medida de reducir las turbinaciones. Este sector está produciendo actualmente sólo un 40% de un año medio a través de las turbinaciones.
Desde 2007, la Cuenca del Ebro cuenta con un Plan de Actuación en Situación de Sequía, impulsado por el Ministerio de Medio Ambiente que permite aplicar unos índices homogéneos para analizar la situación de las distintas subcuencas. Según estos índices, los caudales más afectados directamente por la falta de lluvia son los de los sistemas no regulados, donde no existen embalses que puedan realizar los mantenimientos medioambientales de caudales. Estos se encuentran en situación de emergencia en la práctica totalidad de la Cuenca.