Nueva ronda de consultas para volver a iniciar el proceso de Evaluación Ambiental del recrecimiento de Yesa
Lun, 11/02/2008
El Ministerio de Medio Ambiente ha iniciado una nueva ronda de consultas para elaborar una nueva Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) sobre el recrecimiento de Yesa. Independientemente de las propuestas que hagamos al Ministerio, queremos señalar:
1. Hace un año el Ministerio inició otra consulta sobre la necesidad de una nueva Evaluación Ambiental. Entonces ya avanzamos no solo que era necesaria, sino obligatoria. Desde la CHE, Gobierno de Aragón y el propio MMA se dijo que no hacía falta al existir la DIA del año 1999. Ahora tenemos la confirmación de que teníamos razón.
2. También dijimos entonces que el Estudio Ambiental de 2005 en el que se apoyaban era un auténtico despropósito y un manual de manipulación de datos. Resulta grotesco que entonces les valiera para decir que no hacía falta una nueva EIA, y ahora lo utilizan para hacerla.
3. Para que la nueva Evaluación sea creíble, es imprescindible que se realice un nuevo Estudio Ambiental que sea riguroso, objetivo y que no manipule los datos a conveniencia del Ministerio, no como hicieron en los estudios de 1993 y 2005. Por tanto, se debe esperar a las conclusiones de los informes geológicos encargados por el Ministerio para completar la Evaluación, informes que deberían descartar la obra por los 80 años de problemas de inestabilidad en las laderas de Yesa.
4. Es una sinrazón que la memoria que se nos remite para valorar no haga la más mínima referencia a estos estudios geológicos, cuando la actual paralización absoluta de las obras del recrecimiento se deben a la inestabilidad y riesgos geológicos de las laderas del embalse.
5. En cualquier caso, el inicio de una nueva evaluación ambiental descarta, por sus carencias y errores (gravísimos en las cuestiones geológicas, de seguridad y ambientales), tanto la Declaración Ambiental aprobada hace 9 años como los estudios ambiental anteriores y sus chapuceras adendas de medidas correctoras.
6. Otra cuestión de gran importancia es el escandaloso desfase económico del proyecto que supera el 84 %, cuando ni siquiera está redactado el proyecto definitivo ni tiene respaldo ambiental y ni de seguridad (en 2001 se adjudicó por 113 millones de euros y ya pasa de los 208 millones) ¿Es que a nadie le preocupa este disparate económico?
La realidad del recrecimiento es cruel para sus defensores: nuevo proyecto sin redactar, nueva evaluación ambiental, laderas inestables y peligrosas, dificultades técnicas insalvables, ausencia de estudios de seguridad y un desfase económico inadmisible. Mientras, avanzan proyectos como una balsa y el recrecimiento del embalse de Malvecino, ambos en la zona regable, que demuestran que hay otra forma más moderna y eficaz de gestionar los recursos hídricos, sin necesidad de obras faraónicas y peligrosas como el recrecimiento de Yesa.
1. Hace un año el Ministerio inició otra consulta sobre la necesidad de una nueva Evaluación Ambiental. Entonces ya avanzamos no solo que era necesaria, sino obligatoria. Desde la CHE, Gobierno de Aragón y el propio MMA se dijo que no hacía falta al existir la DIA del año 1999. Ahora tenemos la confirmación de que teníamos razón.
2. También dijimos entonces que el Estudio Ambiental de 2005 en el que se apoyaban era un auténtico despropósito y un manual de manipulación de datos. Resulta grotesco que entonces les valiera para decir que no hacía falta una nueva EIA, y ahora lo utilizan para hacerla.
3. Para que la nueva Evaluación sea creíble, es imprescindible que se realice un nuevo Estudio Ambiental que sea riguroso, objetivo y que no manipule los datos a conveniencia del Ministerio, no como hicieron en los estudios de 1993 y 2005. Por tanto, se debe esperar a las conclusiones de los informes geológicos encargados por el Ministerio para completar la Evaluación, informes que deberían descartar la obra por los 80 años de problemas de inestabilidad en las laderas de Yesa.
4. Es una sinrazón que la memoria que se nos remite para valorar no haga la más mínima referencia a estos estudios geológicos, cuando la actual paralización absoluta de las obras del recrecimiento se deben a la inestabilidad y riesgos geológicos de las laderas del embalse.
5. En cualquier caso, el inicio de una nueva evaluación ambiental descarta, por sus carencias y errores (gravísimos en las cuestiones geológicas, de seguridad y ambientales), tanto la Declaración Ambiental aprobada hace 9 años como los estudios ambiental anteriores y sus chapuceras adendas de medidas correctoras.
6. Otra cuestión de gran importancia es el escandaloso desfase económico del proyecto que supera el 84 %, cuando ni siquiera está redactado el proyecto definitivo ni tiene respaldo ambiental y ni de seguridad (en 2001 se adjudicó por 113 millones de euros y ya pasa de los 208 millones) ¿Es que a nadie le preocupa este disparate económico?
La realidad del recrecimiento es cruel para sus defensores: nuevo proyecto sin redactar, nueva evaluación ambiental, laderas inestables y peligrosas, dificultades técnicas insalvables, ausencia de estudios de seguridad y un desfase económico inadmisible. Mientras, avanzan proyectos como una balsa y el recrecimiento del embalse de Malvecino, ambos en la zona regable, que demuestran que hay otra forma más moderna y eficaz de gestionar los recursos hídricos, sin necesidad de obras faraónicas y peligrosas como el recrecimiento de Yesa.