Los embalses ya están a su nivel, pero Galicia sigue en alerta por la sequía

Dom, 10/02/2008

La Voz de Galicia

Medio Ambiente mantiene los planes de prevención y de obras hidráulicas, mientras en los pantanos que surten a las grandes áreas gallegas hay agua para cuatro meses cecebre ayer La presa que abastece a la ciudad de A Coruña y a su área metropolitana se encuentra al 70% de ocupación tras las últimas lluvias. | fotos: kopa cecebre el pasado 13 de diciembre Después de que Galicia registrase el otoño más seco en 30 años, en diciembre la ocupación del embalse de Cecebre llegó a caer por debajo del 30%. Galicia sigue en alerta por sequía. Lo está aunque los embalses, nueve, que surten a las grandes áreas poblacionales de la comunidad se encuentran hoy por encima del 75% de su capacidad. Es decir, casi en la misma situación que en el 2007, e incluso algo por encima del nivel en el que se hallaban en las mismas fechas del 2006, cuando las palabras sequía y Galicia semejaban una disyuntiva. La Consellería de Medio Ambiente mantiene así totalmente operativo el programa de concienciación y de obras hidráulicas que se aprobaron en un Consello de la Xunta el pasado 13 de diciembre, cuando el nivel de esos pantanos apenas alcanzaba el 53%, veinte puntos menos que en el 2006. «La alerta sigue igual porque se ha observado, y así lo dicen además varios informes, que en Galicia puede llover lo mismo, pero en períodos mucho más espaciados en el tiempo, y hay que estar preparados», observan desde la consellería. Y las prioridades, según el Gobierno gallego, pasan por dos zonas preferentes: Vigo y A Coruña. En el primero de los casos, el pantano de Eiras está hoy por encima del 85%, pero ante el crecimiento poblacional que experimenta esa zona de Galicia se estudian dos soluciones: un trasvase desde el Miño, que supondría unas canalizaciones de unos 30 kilómetros; o la construcción de un nuevo pantano. La primera es la vía preferente. En el caso de A Coruña, la situación de Cecebre aconseja construir un nuevo depósito de cabecera. En total, entre ambas obras se consumirán algo más de 17 millones de euros. Además, se mantienen las ideas de explorar las aguas subterráneas para encontrar nuevos caudales, y la creación de una red de canalizaciones que permitan trasvasar agua de embalses de generación eléctrica a los de abastecimiento si la situación es crítica. «En Galicia, como en el resto de España, se ha hecho históricamente una política hidráulica basada única y exclusivamente en la oferta de agua y hay un aspecto fundamental, sobre el que no se ha hecho casi nada: gestionar la demanda», opina Alejandro Maceiras, consultor sobre recursos hídricos. Hoy son los pantanos que gestionan las empresas hidroeléctricas los que presentan los principales problemas. Hay nueve que apenas disponen de un tercio de su almacenaje. Ello es lo que está provocando problemas económicos a empresas como Iberdrola, Fenosa o Ferroatlántica. Sin descontar los riesgos medioambientales. Por estos embalses, en los balances genéricos que ofrece otro departamento, el Ministerio de Medio Ambiente, Galicia sigue presentando unos números preocupantes, aunque es matizable. «Las sequías -continúa Maceiras- se combaten desde la planificación, en el ámbito de las cuencas hidrográficas y es en los momentos de normalidad hídrica cuando hay que confeccionar los planes y ejecutar los trabajos e infraestructuras necesarias». Por lo pronto, y atendiendo a la situación en que se encuentran los pantanos gallegos, hay agua acumulada para cuatro o cinco meses más sin lluvias. «Pero no se trata de una cuestión de tiempo -aclaran desde Medio Ambiente-, sino de estar preparados para los próximos 15 o 20 años ante la evidencia de que pueden venir épocas con largas temporadas sin precipitaciones». El otoño más seco en los últimos 30 años ha puesto de manifiesto esa necesidad.