El caudal del Júcar y Segura se reducirá un 15% en veinte años
Vie, 08/02/2008
El cambio climático reducirá los recursos hídricos de las cuencas de los ríos Júcar y Segura al menos entre un 15% y un 20% antes de 2025, según los modelos proyectados por el equipo de científicos dirigidos por el catedrático de Análisis Geográfico de la Universitat Jaume I de Castellón (UJI) y director de su Laboratorio de Climatología, José Quereda.
El río Júcar acumula entre 3.000 y 3.600 hectómetros cúbicos de agua anuales. La reducción tendrá graves consecuencias, según el experto, y afectará tanto al abastecimiento de la población como a los riegos y usos industriales.
El escenario previsto por la UJI se basa en el aumento de un 1ºC de la temperatura hasta 2025, que es el cálculo más probable según las mediciones actuales analizados por los diferentes observatorios. Quereda indicó que se han encontrado con diferencias de temperaturas medias desde la segunda mitad del siglo XX y el siglo XIX, donde se detectan entre 0,3 y 0,5 grados de diferencia entre Murcia y Alicante, y de 1,12 a 1,18 grados de aumento medio entre Castellón y Valencia.
Las causas de la posible reducción de los recursos hídricos, según Quereda, se basan en que ante cualquier calentamiento, la generación de borrascas se desplaza de altitud y se hacen cada vez "más esporádicas". A esta reducción se une la intensificación del ciclo hidrológico, lo que provoca que la evaporación física aumente notablemente
Para el estudio, financiado por la Fundación Agua y Progreso, se han colocado redes de observatorios en espacios naturales para "confirmar si el aumento de esta tendencia de temperaturas se produce también en ellas y no sólo donde el aire pueda estar más contaminado".
Quereda realizó, además, una decidida apuesta por los trasvases entre cuencas frente a la desalación como "la solución al déficit hídrico". El profesor se mostró partidario de configurar un "sistema arterial" que permita distribuir las aguas que captan las montañas.
En cuanto a las desalinizadoras, defendió su papel en "ecosistemas aislados" y "complementario" en el litoral por su coste energético y ecológico. "No me planteo un Mediterráneo que tenga a la desalinización como única fuente para producir recursos hídricos; la idea me aterroriza", según Quereda.
En cuanto a la propuesta del vicepresidente de Aragón, Ángel Biel, sobre un posible trasvase desde la desembocadura del Ebro, aseguró que en la parte final del río sólo el metro y medio superior es agua dulce y el resto intrusión marina.
El río Júcar acumula entre 3.000 y 3.600 hectómetros cúbicos de agua anuales. La reducción tendrá graves consecuencias, según el experto, y afectará tanto al abastecimiento de la población como a los riegos y usos industriales.
El escenario previsto por la UJI se basa en el aumento de un 1ºC de la temperatura hasta 2025, que es el cálculo más probable según las mediciones actuales analizados por los diferentes observatorios. Quereda indicó que se han encontrado con diferencias de temperaturas medias desde la segunda mitad del siglo XX y el siglo XIX, donde se detectan entre 0,3 y 0,5 grados de diferencia entre Murcia y Alicante, y de 1,12 a 1,18 grados de aumento medio entre Castellón y Valencia.
Las causas de la posible reducción de los recursos hídricos, según Quereda, se basan en que ante cualquier calentamiento, la generación de borrascas se desplaza de altitud y se hacen cada vez "más esporádicas". A esta reducción se une la intensificación del ciclo hidrológico, lo que provoca que la evaporación física aumente notablemente
Para el estudio, financiado por la Fundación Agua y Progreso, se han colocado redes de observatorios en espacios naturales para "confirmar si el aumento de esta tendencia de temperaturas se produce también en ellas y no sólo donde el aire pueda estar más contaminado".
Quereda realizó, además, una decidida apuesta por los trasvases entre cuencas frente a la desalación como "la solución al déficit hídrico". El profesor se mostró partidario de configurar un "sistema arterial" que permita distribuir las aguas que captan las montañas.
En cuanto a las desalinizadoras, defendió su papel en "ecosistemas aislados" y "complementario" en el litoral por su coste energético y ecológico. "No me planteo un Mediterráneo que tenga a la desalinización como única fuente para producir recursos hídricos; la idea me aterroriza", según Quereda.
En cuanto a la propuesta del vicepresidente de Aragón, Ángel Biel, sobre un posible trasvase desde la desembocadura del Ebro, aseguró que en la parte final del río sólo el metro y medio superior es agua dulce y el resto intrusión marina.