El CAT instala filtros en la potabilizadora de L'Ampolla para mejorar el agua
Dom, 03/02/2008
El Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT) ha invertido 12 millones de euros en poner en marcha un sistema de filtros de carbón activo para mejorar la calidad del agua en la planta potabilizadora de L'Ampolla, después de que hace cuatro años se detectara contaminación por mercurio en el río Ebro. Los filtros neutralizan posibles episodios de contaminación para garantizar la potabilidad del agua. El conseller de Medio Ambiente y Vivienda, Francesc Baltasar, que inauguró ayer las nuevas instalaciones en la planta potabilizadora del CAT en la población tarraconense, destacó que «la apuesta que ha hecho el Consorcio permite mantener una calidad óptima del agua». En este sentido, el presidente del Consorcio, Daniel Pi, destacó que la entidad «se encuentra preparada para asumir la limpieza de los barros contaminados del pantano de Flix». Francesc Baltasar negó que la planta desaladora de Cunit (Tarragona) pueda servir para trasladar agua del Ebro a Barcelona. Explicó que «esta desaladora alimentará igual hacia el norte, a Aigües Ter-Llobregat, como hacia el sur, al CAT», e insistió en que «en ningún momento se hará la interconexión de redes». La Plataforma en Defensa del Ebro manifestó recientemente que la desaladora de Cunit será «el peldaño de la futura interconexión de redes», lo que supondría hacer llegar agua del río Ebro a Barcelona. Por otra parte, la Comunidad de Regantes Tierras de Almería de El Ejido considera una «desfachatez» el traslado de agua desde la desaladora de Carboneras a Cataluña en barcos, por el «alto coste» que tendrá el proyecto, según informa Europa Press. Los barcos, «imposible» El presidente del colectivo, José Antonio Fernández, pidió a «todos los responsables políticos» que han ideado esta iniciativa que especifiquen cuánto va a costar a los catalanes un hectómetro cúbico del agua desalada en la planta almeriense. Fernández argumentó que el proceso de desalación ya es «bastante costoso de por sí» y que habrá que unir a él, para calcular el precio final, el «gran trabajo» que implica «cargar los barcos en Carboneras, trasladarlos a Cataluña y descargarlos», un procedimiento que ve «imposible». El presidente de Tierras de Almería, que reúne a unos 800 agricultores y 2.300 hectáreas de riego, recordó que Barcelona está «pegada al mar» y cuenta con proyectos de desaladoras, por lo que abogó por agilizar los trabajos y garantizar el agua desde la propia Cataluña. No obstante, se mostró partidario de ser «solidarios» en el reparto de agua «tanto de norte a sur como de sur a norte», pero defendió que sean «los expertos» los que valoren si son más convenientes las desaladoras o los trasvases, siempre que se garantice el suministro.