La Confederación del Ebro probará el uso del sónar para «controlar» la plaga de mejillón cebra

Lun, 28/01/2008

ABC

Las autoridades medioambientales siguen tratando de poner cero a la plaga del mejillón cebra. A falta de un método que realmente consiga frenar su avance —eliminar esta especie de los ríos españoles se ve como un espejismo—, se trabaja en técnicas que permitan avanzar en ese objetivo. Hace sólo unos días se anunció la apertura de las compuertas de determinados embalses para provocar crecidas controladas, ya que se ha constatado que estas alteraciones de nivel resultan muy perjudiciales para el mejillón cebra. Y ahora se ha anunciado la utilización de la técnica del sónar para realizar un estudio pormenorizado de la evolución de esta especie en la cuenca del Ebro, gravemente afectada por este bivalvo invasor, originario de los mares Negro y Caspio. La Confederación Hidrográfica del Ebro ha adjudicado a la empresa Ecohydros la asistencia técnica para estudiar la aplicación de nuevas tecnologías acústicas, a través de sónar, en la evaluación de las poblaciones de mejillón cebra. En este proyecto se van a invertir 106.000 euros. La prueba de estos sistemas se realizará en el embalse zaragozano de Mequinenza, en el Bajo Ebro, y permitirá conocer si es aplicable a otros embalses de esta cuenca hidrográfica en los que ya se están utilizando otros métodos tradicionales de estudio, como los muestreos de larvas. A pesar de los esfuerzos que, desde hace años, se están dedicando a controlar esta especie invasora, la situación no ha parado de empeorar. La bióloga Concha Durán, responsable de Calidad Biológica del Agua de la CHE, ha reconocido recientemente que la expansión del mejillón cebra se está produciendo de forma «totalmente alarmante». Y subraya que, para erradicarlo, «hoy por hoy, no tenemos un método que se pueda aplicar directamente en aguas abiertas».