España tendrá, en 2010, unos 17.600 MW de potencia procedente de la hidráulica, 900 más que en 2004

Vie, 16/11/2007

La Razón

Más energía sin necesidad de nuevas infraestructuras. Ése es el objetivo del Gobierno para producir más energía, y además, renovable. El Ministerio de Medio Ambiente está ultimando un inventario de embalses (ya existentes) que permitirá aprovecharlos para generar energía hidroeléctrica. De las miles de presas con las que cuenta el país, el Ministerio estudiará la posibilidad de producir energía eléctrica en 40 de ellos. Para ello Medio Ambiente firmará proximamente un convenio con el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) que se encargará de evaluar cuáles son más eficientes .
«Hay muchos embalses en España que no tienen en estos momentos una función para la producción hidroeléctrica y que podrían incorporarse a la producción de energía limpia, sin problemas medioambientales significativos», manifestó la ministra Cristina Narbona, durante el Seminario Internacional «Agua y Energía», organizado por el Club Español de la Energía y la Expo de Zaragoza 2008.
Al respecto, la ministra apostó por buscar acuerdos con los gestores de embalses para uso hidroeléctrico para que colaboren en el mantenimiento del caudal ecológico de los ríos, informa Ep. En este sentido, recordó que la nueva planificación hidráulica dará lugar a nuevos planes de ríos en el año 2010 en los que las infraestructuras hidrográficas y los acuíferos deben se compatibles «al máximo» con la recuperación del buen estado ecológico de la masa de agua en ríos y costas.
En concreto, la ministra de Medio Ambiente destacó, como medida, la habilitación de «escaleras de peces» para compensar la interrupción que suponen los embalses en la vida piscícola. Esta técnica consiste en poner, a modo de escalones, unas pequeñas piscinas en uno de los márgenes del río para que los peces puedan «salvar» la presa. Esta medida, por ejemplo, ya está en el río Tera (Castilla y León). Otra de las técnicas que resaltó la ministra fue la realización de labores de desagüe de los fondos para evitar un exceso de sedimentos en estas infraestructuras.
En opinión de Narbona, estas funciones podrían encomendarse a quienes gestionan los embalses, por eso una vez terminado el inventario la ministra pretende trabajar con las compañías eléctricas tanto para producir energía como para hacerlo del modo más sostenible. Éstas y otras exigencias medioambientales no deben, según la ministra, entenderse como un impedimento o perjuicio a la producción de una energía limpia.
Asimismo, con el objetivo de aumentar la producción de energía renovable, la ministra de Medio Ambiente se mostró favorable a la agilización de creación de nuevas centrales minihidráulicas. Con estas infraestructuras, pero sobre todo gracias a la gran hidráulica, el Ministerio prevé sumar 900 megavatios (MW) más a los ya existentes. En 2004, España contaba, gracias a la hidráulica, con aproximadamente 17.600 MW de potencia intalada, por lo que para dentro de tres años, nuestro país alcanzará, al menos, los 18.500 MW, según los datos facilitados por el Ministerio de Medio Ambiente.
Narbona recordó también que el Ministerio se ha comprometido con el IDAE para promover la desalinización de 600 hectómetros cúbicos de agua potable a través de energías limpias. A su vez, Medio Ambiente impulsa con el IDAE la instalación de aerogeneradores para la producción de energía eólica en terreno de titularidad pública (Confederaciones Hidrográficas), donde ya existe una red de evacuación de la producción hidroeléctrica producida en los embalses. Según comentó, esa red de evacuación también puede ser de utilidad y soporte a la obtención de energía eólica.
Más crítico, resultó el director general de política energética y minas del Ministerio de Industria, Jorge Sanz, que recordó, durante este evento, que incrementar la utilización de energías renovables implica inevitablemente aumentar el precio que el consumidor final paga por la energía y que eso lo tiene que entender el ciudadano. «Tenemos que convencer a la sociedad de que una apuesta por las renovables lleva inevitablemente a incrementar los precios de la energía. Eso la gente lo tiene que entender porque es así y no podemos transmitirles un mensaje erróneo», explicó Sanz.
Por su parte, el presidente de la Expo de Zaragoza aseguró que en España no hay un problema de escasez de agua, sino de mala gestión y apostó por simplificarla porque hay «demasiados chiringuitos gestionándola».