Ocho de cada diez españoles dice que consume igual o más agua que hace 5 años
Vie, 26/10/2007
Ocho de cada diez españoles asegura que consume tanta agua o incluso más que hace cinco años, a pesar de que el 82 por ciento de los ciudadanos está concienciado con el problema del agua en España y lo considera un bien escaso o muy escaso.
Así se desprende del estudio sobre Actitudes Sociales de los Españoles hacia la Energía y el Agua, realizado por la Fundación BBVA sobre una muestra de 2.000 ciudadanos, en el que se evalúa el grado de conocimiento y sensibilidad de los españoles en torno a los recursos energéticos e hídricos.
El estudio revela que más de la mitad de los españoles (56 por ciento) no ha variado sus hábitos de consumo y gasta lo mismo que hace cinco años, mientras que un 21,9 por ciento reconoce que consume más, y sólo el 19,4 por ciento lo ha reducido.
Entre las medidas destinadas a disminuir este gasto, se observa un rechazo generalizado hacia aquellas que afectan a los hábitos personales, de forma que, el 53,2 por ciento se muestra en contra de restringir agua en los hogares; el 62,3 por ciento, de incrementar los impuestos, y el 61,3 por ciento, de aumentar el precio total.
Por contra, la mayoría de los entrevistados está a favor de recurrir a soluciones tecnológicas: el 75,6 por ciento, de construir más presas y pantanos; el 73,6 por ciento, de desalinizar el agua del mar, y el 70,5 por ciento, de trasvasar agua entre ríos.
Sobre el patrimonio de los recursos hidrográficos, el 32,9 por ciento considera que pertenece a la Administración central y el 38,9 por ciento que a las comunidades autónomas, mientras que más de la mitad (52,9 por ciento) considera que a ambas administraciones.
Además el 26,3 por ciento cree que la gestión debería ser del Gobierno central, y el 14,3 por ciento, de las comunidades autónomas.
Respecto al consumo energético tampoco se observan cambios en los hábitos y un 52 por ciento declara que consume la misma cantidad de electricidad que hace cinco años; un 30 por ciento, más cantidad, y sólo un 16 por ciento asegura haber reducido el gasto.
Asimismo el 62,5 por ciento está de acuerdo con diferenciar la tarifa en función del gasto y el 49 por ciento con limitar el consumo de equipos de aire acondicionado, mientras que el 63,2 por ciento rechaza incrementar la tarifa eléctrica en los hogares.
Igualmente el 36,6 por ciento de quienes tienen vehículo propio no está de acuerdo con restringir su uso, y el 59,9 tampoco lo está con incrementar los impuestos a la gasolina.
No obstante, el 54,8 por ciento sí estaría dispuesto a pagar más si la electricidad procediera de fuentes renovables, y el 85 por ciento a pasar de 75 a 85 euros por bimestre.
Entre las fuentes de energía más valoradas se encuentran la solar y la eólica, con puntuaciones de 8,6 y 8,3 sobre 10, seguidas de la biomasa, mientras que las menos valoradas son el petróleo (5,1) y la energía nuclear (3,1).
Asimismo la mayoría de los españoles tiene una percepción negativa de la energía nuclear y más del 60 por ciento la asocia a situaciones de peligro o riesgo, frente al 7,1 por ciento que la asocia a "atributos neutros".
El 79,2 por ciento de los encuestados opina que las centrales nucleares producen residuos radiactivos "muy peligrosos y contaminantes" para el medio ambiente, mientras que el 68,7 por ciento que los riesgos que representa son demasiado elevados, aunque resuelva los problemas de dependencia de España.
El 54,3 por ciento cree que todos los países deberían abandonar el uso de esta energía en los próximos años y el 24,8 por ciento que deben utilizarse pero sin abrir nuevas plantas, y sólo el cuatro por ciento cree que se deberían construir otras nuevas.
Así se desprende del estudio sobre Actitudes Sociales de los Españoles hacia la Energía y el Agua, realizado por la Fundación BBVA sobre una muestra de 2.000 ciudadanos, en el que se evalúa el grado de conocimiento y sensibilidad de los españoles en torno a los recursos energéticos e hídricos.
El estudio revela que más de la mitad de los españoles (56 por ciento) no ha variado sus hábitos de consumo y gasta lo mismo que hace cinco años, mientras que un 21,9 por ciento reconoce que consume más, y sólo el 19,4 por ciento lo ha reducido.
Entre las medidas destinadas a disminuir este gasto, se observa un rechazo generalizado hacia aquellas que afectan a los hábitos personales, de forma que, el 53,2 por ciento se muestra en contra de restringir agua en los hogares; el 62,3 por ciento, de incrementar los impuestos, y el 61,3 por ciento, de aumentar el precio total.
Por contra, la mayoría de los entrevistados está a favor de recurrir a soluciones tecnológicas: el 75,6 por ciento, de construir más presas y pantanos; el 73,6 por ciento, de desalinizar el agua del mar, y el 70,5 por ciento, de trasvasar agua entre ríos.
Sobre el patrimonio de los recursos hidrográficos, el 32,9 por ciento considera que pertenece a la Administración central y el 38,9 por ciento que a las comunidades autónomas, mientras que más de la mitad (52,9 por ciento) considera que a ambas administraciones.
Además el 26,3 por ciento cree que la gestión debería ser del Gobierno central, y el 14,3 por ciento, de las comunidades autónomas.
Respecto al consumo energético tampoco se observan cambios en los hábitos y un 52 por ciento declara que consume la misma cantidad de electricidad que hace cinco años; un 30 por ciento, más cantidad, y sólo un 16 por ciento asegura haber reducido el gasto.
Asimismo el 62,5 por ciento está de acuerdo con diferenciar la tarifa en función del gasto y el 49 por ciento con limitar el consumo de equipos de aire acondicionado, mientras que el 63,2 por ciento rechaza incrementar la tarifa eléctrica en los hogares.
Igualmente el 36,6 por ciento de quienes tienen vehículo propio no está de acuerdo con restringir su uso, y el 59,9 tampoco lo está con incrementar los impuestos a la gasolina.
No obstante, el 54,8 por ciento sí estaría dispuesto a pagar más si la electricidad procediera de fuentes renovables, y el 85 por ciento a pasar de 75 a 85 euros por bimestre.
Entre las fuentes de energía más valoradas se encuentran la solar y la eólica, con puntuaciones de 8,6 y 8,3 sobre 10, seguidas de la biomasa, mientras que las menos valoradas son el petróleo (5,1) y la energía nuclear (3,1).
Asimismo la mayoría de los españoles tiene una percepción negativa de la energía nuclear y más del 60 por ciento la asocia a situaciones de peligro o riesgo, frente al 7,1 por ciento que la asocia a "atributos neutros".
El 79,2 por ciento de los encuestados opina que las centrales nucleares producen residuos radiactivos "muy peligrosos y contaminantes" para el medio ambiente, mientras que el 68,7 por ciento que los riesgos que representa son demasiado elevados, aunque resuelva los problemas de dependencia de España.
El 54,3 por ciento cree que todos los países deberían abandonar el uso de esta energía en los próximos años y el 24,8 por ciento que deben utilizarse pero sin abrir nuevas plantas, y sólo el cuatro por ciento cree que se deberían construir otras nuevas.