Narbona presume de la 'cogestión' de la Cuenca del Duero y de la inversión ministerial. El aniversario de la CHD, presidido por la reforma estatutaria, remarcó los retos de la protección ambiental y acogió un recorrido literario a cargo de Martín Garzo

Lun, 01/10/2007

El Mundo

Como una «feliz noticia» acogió ayer la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, la anunciada cogestión de la Cuenca del Duero que contempla la reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla y León.

«Gracias al acuerdo alcanzado entre los grupos parlamentarios de PP y PSOE en el Congreso para la reforma del Estatuto de Autonomía se dará entrada a la Junta de Castilla y León en la gestión de la Cuenca del Duero, en el marco que establece la Constitución, concretamente el artículo 149», resaltó Narbona.La ministra hizo estas declaraciones ayer, en los momentos previos a la celebración del 80 aniversario de la Confederación Hidrográfica del Duero en el Museo Patio Herreriano de Valladolid. Curiosamente, Narbona, que hasta hace poco se había mostrado reticente a transferir a la Comunidad Autónoma las competencias de gestión de la Cuenca del Duero, cambió ayer de parecer.Reparto de funcionesA preguntas de los periodistas, la titular de Medio Ambiente celebró «la corresponsabilidad con el gobierno de España» que, a su juicio, supone la reforma del Estatuto en esta materia, así como «el reparto de funciones que habrá de establecerse entre la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Medio Ambiente, que es del que depende la Confederación Hidrográfica del Duero».De igual forma, Narbona recalcó la inversión ejecutada por su Ministerio en la presente legislatura en Castilla y León: «Supera, con 140 millones de euros, la efectuada en la legislatura del Partido Popular», afirmó, mientras avanzaba, para 2008, «una inversión presupuestada en 282 millones de euros, lo que supone un incremento del más del 50%».Además de anunciar proyectos como el regadío del canal de Payuelos y la culminación de la presa de Castrovido, la ministra coincidió con el delegado de la CHD, J. Antonio Gato, a la hora de remarcar «el reto fundamental de proteger la calidad de las aguas y los ecosistemas asociados».Gato, encargado de hacer un somero repaso histórico a los 80 años de trayectoria de la Confederación, aseguró que «ésta ha cumplido con creces sus objetivos iniciales -electrificación, abastecimiento y regadíos- y ahora afronta el más urgente de proteger y restaurar los ecosistemas asociados».Al acto asistieron el delegado del Gobierno, Miguel Alejo, el subdelegado, Cecilio Vadillo, la vicepresidenta de la Junta y consejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz, el alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, el delegado territorial de la Junta, Mariano Gredilla, los socialistas Jorge Félix Alonso, Oscar Puente, José Francisco Martín y Javier Izquierdo, la concejala de Urbanismo Cristina Vidal, y el presidente del CES, José Luis Díez Hoces..APOYO-Literatura, magia y muerte en el DueroEl escritor vallisoletano Gustavo Martín Garzo fue el encargado de poner el broche literario a los actos del 80 aniversario de la CHD. Y lo hizo como él mejor sabe: a través de un recorrido geográfico, literario e histórico por el río Duero.Premio Nacional de Literatura con El lenguaje de las fuentes y Nadal por sus Historias de Marta y Fernando, Garzo arrancó con la metáfora literaria del palentino Jorge Manrique y sus «ríos que van a dar a la mar, que es el morir». Quizás, se preguntó el escritor, Marique escribió sus famosas Coplas observando el río Carrión o el mismo Duero.Pivotando entre la noción del río como «flujo del tiempo y símbolo de la fertilidad de la vida», Garzo amenizó su trayectoria fluvial con versos de Gerardo Diego, Rafael Alberti, Francisco Pino, Blas de Otero, Claudio Rodríguez y José Jiménez Lozano.Como no podía ser de otra forma, recitó a Antonio Machado y su paseo junto al Duero soriano: «He vuelto a ver los álamos dorados, álamos del camino en la ribera del Duero, entre San Polo y San Saturio...»El río como magia e ilusión, con ninfas y hadas, pero también como muerte y destrucción: el escritor se imaginó a una desolada Juana de Castilla contemplando el Duero desde su 'cárcel' de Tordesillas pero también a Pedro y María de Padilla, cómplices de amor en la misma villa.@LEAD:Castilla y Leon. La ministra de Medio Ambiente en el 80 aniversario de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD).