La policía local detecta dos vertidos en la zona industrial del río Lagares en media hora

Mié, 19/09/2007

La Voz de Galicia

La Policía Local de Vigo detectó dos vertidos en la zona industrial del río Lagares en apenas media hora.

El primero de ellos fue detectado a las 17.30 horas del lunes en el río Lagares, a la altura del puente de la carretera de Moledo y de varias naves industriales. Los agentes observaron una mancha de gasoil de pequeñas dimensiones. El vertido discurría por el río. Tras una inspección, los policías no localizaron su origen, al menos en las inmediaciones. La policía local continúa sus investigaciones para identificar la procedencia de la mancha. Media hora después, a las 18.00 horas, un retén del departamento de Medio Ambiente realizaba labores de limpieza en el cauce del río Lagares cuando observó que salía abundante agua de un color gris oscuro de un tubo. Este vertido estaba localizado a la altura del polígono industrial de A Gandariña. Una dotación de la patrulla rural recibió la alerta y comprobó que el tubo, situado en la parte posterior de una nave, continuaba con el vertido, acompañado de un olor «significativo o fétido». Los agentes tomaron muestras de la zona contaminada con la idea de entregarlas en el Laboratorio Municipal y para que los técnicos analicen su composición. Los policías interrogaron a la dueña de la nave, dedicada a la venta de productos de alimentación. Ante la sospecha de que se tratase de aguas fecales, los investigadores recorrieron la zona de vestuarios y servicios y comprobaron que en ese momento nadie los utilizaba. No obstante, los encargados del establecimiento se comprometieron a facilitar al Concello datos del estado de la red de saneamiento y de su conexión, con el fin de poder esclarecer la procedencia del vertido. Otros casos En la última semana, efectivos de Protección Civil y de la policía local restringieron al baño la playa aledaña a Toralla y O Vao tras detectarse un supuesto vertido de color negro y maloliente en un regato que desembocaba en el mar, detrás de la finca de Mirambell. Los técnicos de Medio Ambiente y el Laboratorio Municipal hallaron en una zona de remanso del arroyo numerosas algas en descomposición. Éstos concluyeron que las algas provocaban los malos olores pero que era un fenómeno natural sin riesgo para los bañistas.