La mitad de los municipios a los que abastece la Mancomunidad de los Canales del Taibilla -79 en total- beberán agua desalinizada en el plazo de dos años.

La celeridad imprimida por el Ministerio de Medio Ambiente a su Programa Agua, basado en la desalinización masiva, ha hecho que 28 municipios, 22 de ellos en la provincia de Alicante, estén consumiendo agua potabilizada del mar, previamente mezclada con otros caudales continentales, principalmente de la cabecera del Tajo. En la Región de Murcia, la desalinización ha llegado a seis municipios del Campo de Cartagena. Todos tienen en común que son ayuntamientos costeros o están próximos al litoral, lo cual encaja con la estrategia de la ministra Cristina Narbona de suministrar agua desalinizada a los municipios más próximos a las fábricas de agua y liberar los caudales que antes consumían para otros usos que, todo sea dicho, aún no están claros. Teóricamente, esta permuta debe ir en beneficio de los regadíos, pero tratándose de agua de la cabecera del Tajo, el Gobierno de Castilla-La Mancha no está por la labor de consentir que esos caudales liberados vayan para los regadíos del Segura. Hasta el momento, y cuatro años después de que se empezara a inyectar de forma gradual agua desalinizada en las conducciones, la Mancomunidad de los Canales del Taibilla apenas ha recibido quejas de los ciudadanos por el sabor o las propiedades del agua nueva procedente del mar, según ha explicado a La Verdad el delegado del Gobierno en este organismo, Isidoro Carrillo. Aunque el agua producida en la planta se mineraliza antes de llegar a los depósitos -es peligroso consumirla en estado puro-, existe un segundo proceso a través del cual se mezcla con caudales continentales, principalmente procedentes de la cabecera del Tajo. Esta medida permite corregir los parámetros de conductividad, de boro y de sulfatos, principalmente según explican desde la Mancomunidad. En el caso del boro es importante, ya que rebaja los altos niveles que se producen en verano, debido a que las membranas de los filtros de las desalinizadoras se dilatan y no retienen adecuadamente este elemento, que es peligroso en elevadas concentraciones.

Como resultado, a los grifos de los hogares llega una mezcla con proporciones variables de 60/40 ó 50/50 (agua continental y agua desalinizada), puesto que varía en verano, época en la que se inyecta menos agua desalinizada en los sistemas de distribución, añade el presidente de los Canales del Taibilla. Tan importante como las desalinizadoras son los grandes canales y depósitos que está construyendo el Ministerio. Existen tres canales principales, dos de ellos paralelos a la costa, que envían el agua desde el embalse de La Pedrera hasta Cartagena. Y del mismo pantano hacia la comarca de la Vega Baja y Alicante a través de una impulsión que inauguró el pasado mes de julio la ministra de Medio Ambiente Cristina Narbona. El reto El reto ahora es transportar agua desalinizada hasta Murcia capital desde el mismo punto de La Pedrera. Para ello se está construyendo otro canal que discurre al norte del municipio de Orihuela y que permitirá abastecer en dos años al centro de la Región de Murcia con agua desalinizada de Torrevieja y San Pedro del Pinatar, según las previsiones oficiales. Uno de los principales inconvenientes es que sigue siendo un agua cara, ya que provoca incrementos anuales del 20% en el recibo. Hasta ahora, la Mancomunidad de Canales del Taibilla ha repercutido la subida por igual entre todos los municipios.