El gasto doméstico apenas es un 13% del total hídrico en España
Dom, 09/09/2007
El consumo ligado a la agricultura se lleva ocho de cada diez litros empleados, aunque crece menos que el de los hogares Con el dinero que un lugués emplea en llenar el depósito de su coche podría pagar 130.000 litros de agua. La comparativa es pertinente porque no está de más recordar que petróleo y agua son dos recursos de los que se abusa y que pueden tener fecha de caducidad o someterse a severas restricciones. El coto a la gasolina lo pone su escalada de precios. El del agua, las autoridades, que optan por cerrar el grifo para reducir el consumo cuando la situación se pone complicada. Lo saben varios ayuntamientos gallegos: el verano pasado la medida se aplicó en una decena de ellos. Pero ¿es el consumo urbano el primero que hay que atajar? Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Medio Ambiente, en los domicilios españoles se va el 13% de los recursos hídricos; de ellos, menos de un 1% son hogares gallegos. Otro 5% se va a los conocidos como sectores económicos, mientras que otro 3% a gastos municipales (baldeo de calles, riego de jardines, fuentes...). Porque el gran consumidor de líquido es el campo, que absorbe el 81% del total del caudal de agua que se suministra, atendiendo al informe Perfil ambiental de España 2006.
Las empresas de gestión de agua mantienen que de la misma forma que se han puesto diferentes escalas de precios en el consumo doméstico, habría que hacer lo mismo con los otros usos del agua, es decir, el industrial y el agrario. Porque la concienciación ha de ir a empresas, particulares y ayuntamientos. Ya hay municipios que, junto a la regulación de sus ordenanzas, también han incluido tramos diferenciados para industrias, penalizando igualmente a las que más gastan.
En el caso de la agricultura, la coyuntura es más compleja. La propia ministra de Medio Ambiente aseveró hace unos meses que en el caso de la agricultura habrá que analizarse cuenca a cuenca y cultivo por cultivo, abogando por una modernización de sus sistemas de regadío que eviten que se pierda agua en las traídas.
Otras posturas
Los ecologistas son más escépticos. Dicen que hay un incremento del suelo de producto de regadío hacia cultivos que precisan de mayores cantidades de agua. Atendiendo a la última encuesta del INE sobre usos del agua, de los 17.800 millones de metros cúbicos gastados en esta finalidad, los productos herbáceos asumen más del 50% de todo ese gasto, los olivares se llevan otro 16% y las plantaciones de patatas y hortalizas, menos del 8%. Con todo, el uso consuntivo de agua extraída para la agricultura ha medrado apenas un 1,05% entre los años 1997 y 2004.
El Plan de Modernización de Regadíos trata de lograr que no sólo aumente, sino que decrezca mediante el empleo de nuevas técnicas. Hasta un 30% menos que agua se quiere ahorrar con dicho programa estatal. Aumento del 30% Porque aumento notable sí se ha dado en los hogares españoles. Según las organizaciones conservacionistas, es uno de los cinco primeros países del del planeta -el primero es Estados Unidos- en gasto de agua por habitante. En el último decenio, sólo en el caso del servicio en los hogares el incremento ha sido cercano al 30%; y en usos industriales se ha disparado hasta un 58%, según el mismo informe de Medio Ambiente. Otra situación que tomar en cuenta son las pérdidas en el suministro, que llegan al 50% del agua que se extrae y acaba desperdiciada por el camino.
Las empresas de gestión de agua mantienen que de la misma forma que se han puesto diferentes escalas de precios en el consumo doméstico, habría que hacer lo mismo con los otros usos del agua, es decir, el industrial y el agrario. Porque la concienciación ha de ir a empresas, particulares y ayuntamientos. Ya hay municipios que, junto a la regulación de sus ordenanzas, también han incluido tramos diferenciados para industrias, penalizando igualmente a las que más gastan.
En el caso de la agricultura, la coyuntura es más compleja. La propia ministra de Medio Ambiente aseveró hace unos meses que en el caso de la agricultura habrá que analizarse cuenca a cuenca y cultivo por cultivo, abogando por una modernización de sus sistemas de regadío que eviten que se pierda agua en las traídas.
Otras posturas
Los ecologistas son más escépticos. Dicen que hay un incremento del suelo de producto de regadío hacia cultivos que precisan de mayores cantidades de agua. Atendiendo a la última encuesta del INE sobre usos del agua, de los 17.800 millones de metros cúbicos gastados en esta finalidad, los productos herbáceos asumen más del 50% de todo ese gasto, los olivares se llevan otro 16% y las plantaciones de patatas y hortalizas, menos del 8%. Con todo, el uso consuntivo de agua extraída para la agricultura ha medrado apenas un 1,05% entre los años 1997 y 2004.
El Plan de Modernización de Regadíos trata de lograr que no sólo aumente, sino que decrezca mediante el empleo de nuevas técnicas. Hasta un 30% menos que agua se quiere ahorrar con dicho programa estatal. Aumento del 30% Porque aumento notable sí se ha dado en los hogares españoles. Según las organizaciones conservacionistas, es uno de los cinco primeros países del del planeta -el primero es Estados Unidos- en gasto de agua por habitante. En el último decenio, sólo en el caso del servicio en los hogares el incremento ha sido cercano al 30%; y en usos industriales se ha disparado hasta un 58%, según el mismo informe de Medio Ambiente. Otra situación que tomar en cuenta son las pérdidas en el suministro, que llegan al 50% del agua que se extrae y acaba desperdiciada por el camino.