El Gobierno invertirá 19.000 millones de euros en recuperar la vida de los ríos
Mié, 29/08/2007
El Plan Nacional de Calidad de las Aguas 2007-2015 permitirá que al final de su ejecución España cumpla con su obligación 'no sólo de depurar', tal y como establecen las directivas europeas, sino también de 'recuperar' la vida de los ríos y 'el equilibrio ecológico que se ha ido perdiendo', según aseguró ayer la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, durante su participación en el curso El agua: una responsabilidad de todos de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander. 'Esto se conseguirá mediante nuevas infraestructuras y una mejora de la gestión, especialmente en lo que se refiere a los vertidos industriales, que no fueron una prioridad en anteriores legislaturas', añadió. El Plan Nacional de Calidad de las Aguas 'incluye todos los planes de calidad de las aguas de las comunidades autónomas' y prevé una financiación total de unos 19.000 millones de euros, de los que un tercio los pondrá el Ministerio. Narbona se reunió con el consejero de Medio Ambiente de Cantabria, Francisco Martín, para explicarle que los esfuerzos del Plan Nacional de Calidad en esta comunidad autónoma se centrarán aspectos como las marismas de Santoña, el aminoramiento del impacto de los vertidos industriales, los Picos de Europa y los 76 municipios que forman parte de la Red Natura 2000. desalación Por otro lado, la capacidad de desalación crecerá un 38% en 2008, hasta alcanzar los 2,85 millones de metros cúbicos diarios, cifra que se elevará hasta 3,95 millones a finales de 2009, lo que supone casi duplicar la capacidad de finales de 2006, según un informe de la consultora DBK. La política del sector público encaminada a hacer frente a la escasez de precipitaciones y al incremento de la población en algunas de las zonas con mayor sequía, junto a la reducción de los costes de desalación, han impulsado en los últimos años la actividad de las empresas que operan en el sector. De esta forma, a finales de 2006 se contabilizaban en territorio español unas 950 plantas desaladoras, cuya capacidad instalada total superaba por primera vez los dos millones de metros cúbicos diarios, más del doble de la registrada diez años antes.