El Gobierno desestima una central hidroeléctrica en el tramo del río Tera en Zamora incluido en la Red Natura
Dom, 26/08/2007
El Ministerio de Medio Ambiente ha frenado la construcción de una central hidroeléctrica en el río Tera, en el término municipal de la localidad zamorana de Puebla de Sanabria por su impacto ambiental sobre la fauna y la flora en un área declarada de interés comunitario e incluida en la red Natura 2000.
Tras tres años de tramitación desde la presentación del proyecto, la Secretaría General para la Prevención de la Contaminación y del Cambio Climático ha dictaminado que la central "es incompatible con el medio ambiente", según una información publicada hoy en El Mundo de Castilla y León recogida por Europa Press.
Según el Gobierno, las consecuencias serían significativas sobre las zonas incluidas en la Red Natura 2000 y contraria a los objetivos de conservación que prevé la Unión Europea.
Promovido por un particular, el proyecto se presentó en 2004 y contemplaba la ampliación de una minicentral ya fuera de uso en el Tera, próxima al municipio de Castellanos, con una concesión de agua por parte de la Confederación Hidrográfica del Duero de 541 litros por segundo para convertirla en una central de 635 kilowatios y 16.000 litros por segundo.
Antes de la redacción del estudio de impacto ambiental, Medio Ambiente advirtió al promotor de una serie de "indicaciones" a tener en cuenta, entre ellas la riqueza faunística de la zona y de la existencia de una colonia de un molusco denominado 'margaritífera' incluido en el catálogo de especies en peligro de extinción y protegido por la Unión Europea.
El estudio de impacto ambiental, que salió a información pública en 2006, recibió 392 alegaciones, 198 del Ayuntamiento de Puebla de Sanabria, del área de Ecología de la Universidad de Salamanca y de la Sociedad de Pescadores Sanabreses así como 194 de particulares.
En ellas se alegaba sobre la incidencia del incremento de la concesión de agua, de 541 litros por segundo a 16.000, y de las graves repercusiones sobre la fauna piscícola y, en general, sobre el hábitat de la ribera del río Tera.
A las alegaciones en contra de la minicentral se unió el informe desfavorable de la Dirección General de Medio Natural de la Junta de Castilla y León, en el que se concluía que la instalación provocaría "afecciones negativas claramente significativas y difícilmente subsanables".
Con la información recabada, la Secretaría General para la Prevención de la Contaminación y el Cambio Climático emitió el pasado mes de julio una resolución en la que señalaba que la disminución de la calidad de las aguas, la modificación de la dinámica fluvial y el incremento del efecto barrera al elevar la altura del azud tendrían un impacto negativo "sobre las distintas especies ligadas al cauce del río".
Tras tres años de tramitación desde la presentación del proyecto, la Secretaría General para la Prevención de la Contaminación y del Cambio Climático ha dictaminado que la central "es incompatible con el medio ambiente", según una información publicada hoy en El Mundo de Castilla y León recogida por Europa Press.
Según el Gobierno, las consecuencias serían significativas sobre las zonas incluidas en la Red Natura 2000 y contraria a los objetivos de conservación que prevé la Unión Europea.
Promovido por un particular, el proyecto se presentó en 2004 y contemplaba la ampliación de una minicentral ya fuera de uso en el Tera, próxima al municipio de Castellanos, con una concesión de agua por parte de la Confederación Hidrográfica del Duero de 541 litros por segundo para convertirla en una central de 635 kilowatios y 16.000 litros por segundo.
Antes de la redacción del estudio de impacto ambiental, Medio Ambiente advirtió al promotor de una serie de "indicaciones" a tener en cuenta, entre ellas la riqueza faunística de la zona y de la existencia de una colonia de un molusco denominado 'margaritífera' incluido en el catálogo de especies en peligro de extinción y protegido por la Unión Europea.
El estudio de impacto ambiental, que salió a información pública en 2006, recibió 392 alegaciones, 198 del Ayuntamiento de Puebla de Sanabria, del área de Ecología de la Universidad de Salamanca y de la Sociedad de Pescadores Sanabreses así como 194 de particulares.
En ellas se alegaba sobre la incidencia del incremento de la concesión de agua, de 541 litros por segundo a 16.000, y de las graves repercusiones sobre la fauna piscícola y, en general, sobre el hábitat de la ribera del río Tera.
A las alegaciones en contra de la minicentral se unió el informe desfavorable de la Dirección General de Medio Natural de la Junta de Castilla y León, en el que se concluía que la instalación provocaría "afecciones negativas claramente significativas y difícilmente subsanables".
Con la información recabada, la Secretaría General para la Prevención de la Contaminación y el Cambio Climático emitió el pasado mes de julio una resolución en la que señalaba que la disminución de la calidad de las aguas, la modificación de la dinámica fluvial y el incremento del efecto barrera al elevar la altura del azud tendrían un impacto negativo "sobre las distintas especies ligadas al cauce del río".