Las obras correspondientes al 'Proyecto de los Colectores Generales' en el denominado 'Parque del Miño' (Lugo), que incluyen la ejecución de dos tanques subterráneos de retención de aguas pluviales y residuales, "respetan" lo establecido por el marco legislativo vigente en materia del protección de cauces como dominio público hidráulico.

Así lo explicó el Gobierno, en respuesta a una pregunta del diputado del PP, Joaquín García Díez, a la que ha tenido acceso Europa Press. El ejecutivo explicó que este proyecto, en el tramo N-VI de Lugo, requiere la construcción sobre los mismos sendos de edificios de explotación, para permitir el "adecuado funcionamiento y mantenimiento" de la nueva red general de saneamiento de la provincia lusense.

Además, el Ejecutivo central afirmó que la construcción "respeta" las leyes de protección de cauces, que se constituye por la Ley de Aguas y el Reglamento del Dominio Público Hidráulico; puesto que se encuentra en la franja de cinco metros de ancho, que constituye el dominio público hidráulico --zona de servidumbre--; al situarse a 33 y 22 metros respectivamente, del cauce del río Miño.

Asimismo, aunque las obras se encuentran dentro de la "zona de policía de cauces" --hasta 100 metros desde el cauce--, "ninguno" de los edificios supone un "obstáculo" para la corriente fluvial en régimen de avenida, al situarse por encima del nivel de las aguas correspondiente al periodo de retorno de 500 años.

Por último, el Gobierno indicó que como parte de una obra hidráulica de "interés general", el proyecto fue aprobado por la Confederación Hidráulica del Norte, del Ministerio del Medio Ambiente, y que se informó de esto al Ayuntamiento de Lugo, como entidad local afectada no puso ningún reparo.