CHS abre un pozo de sequía que aportará 150 litros por segundo al Segura para caudal ecológico y para regar la Vega Baja

Vie, 10/08/2007

Europa Press

El Comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Manuel Aldeguer, visitó hoy el aforo de un pozo de sequía en el límite entre las provincias de Murcia y Alicante, que permitirá aportar 150 litros por segundo al río Segura con destino al caudal ecológico del cauce y a los regantes de la Vega Baja.

De este modo, para prevenir los efectos de esta sequía, la CHS buscó alternativas en las aguas subterráneas, como nuevos recursos e incrementando el caudal punta en plena campaña de riego optimizando captaciones de sondeos con modernas tecnologías; es decir, "apostando por una mayor eficiencia", según un comunicado del organismo de cuenca.

Este sondeo "resulta una herramienta fundamental para mantener el caudal ecológico del río Segura en esta zona final de la Vega Media y comienzo de la Vega Baja, puesto que en este mes de agosto el volumen que aporta al cauce la Depuradora de Murcia-San Antón disminuye con motivo del descenso de población y, por tanto, de agua depurada", aseguraron desde la CHS.

Los análisis realizados durante la ejecución del pozo "muestran que el nivel de gravas donde se encuentra la bolsa de agua, muestra que el líquido es de gran calidad tanto para riego como para el caudal ecológico", según la citada fuente.

Además, "la gestión sostenible del acuífero profundo de Murcia-Orihuela, descubierto en estos últimos años, constituye una potente herramienta de gestión de situaciones de escasez de agua para regadío, caudal ecológico, industria e incluso abastecimiento", informó.

Según la CHS esta realizó "un riguroso programa de seguimiento del comportamiento de los sondeos en el acuífero de las Vegas Media y Baja del Segura, para garantizar un caudal ecológico que permita un río vivo, y cuyo objetivo es controlar de forma continuada la evolución piezométrica del nivel profundo de la masa subterránea".

La Confederación recordó que "sus pozos no inciden sobre el nivel superficial, sino que se realizan entre 40 y 300 metros de profundidad, para extraer agua del acuífero profundo y no del superficial, evitando así incidir sobre el nivel somero, cuyo descenso es el que puede provocar afecciones a las cimentaciones de los edificios".